Las causas detrás del faltante de protectores solares en el país
La creciente conciencia sobre el cuidado de la piel, la falta de insumos a nivel global y las trabas a las importaciones llevaron al segmento a una encrucijada; qué estrategias adoptaron las empresas
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El mercado de protectores solares registra una fuerte aceleración. La categoría alcanzó ventas por 7,7 millones de unidades en el período que va de noviembre de 2022 a octubre de 2023, lo que se traduce en un crecimiento interanual de casi el 11%, tanto para el año móvil como para el acumulado del año pasado en la Argentina. El dato, que surge de las auditorías realizadas por la consultora estadounidense IQVIA sobre el canal de farmacias, en donde este segmento tiene mayor fuerza, pone de relieve un nuevo escenario para las empresas.
El crecimiento de la categoría no es exclusivo del país, sino que se da a nivel global, empujado por una mayor conciencia sobre el cuidado de la piel. Esto detonó en un quiebre en las cadenas productivas. Los faltantes de stock quedaron en evidencia en los últimos meses en algunos puntos de venta. Y si bien en otros las góndolas no exhibían huecos, los sistemas de las principales droguerías tenían un reducido número de artículos disponibles para reposición, según indicaron fuentes del sector a LA NACION.
A la hora de hablar sobre las causas, referentes de la industria señalaron principalmente dos factores: la escasez a nivel global de una materia prima elemental por falta de capacidad instalada -los filtros solares- y las trabas a las importaciones.
Uno de los principales jugadores en esta categoría es el laboratorio alemán Beiersdorf, que participa con su marca emblema Nivea en consumo masivo -elaborada en la Argentina, en Brasil y en España-, y con Eucerin en dermocosmética -importada mayormente de Europa-. “Ante esta situación, evaluamos proveedores alternativos y realizamos los pertinentes testeos de compatibilidad”, indicó Iván Espósito, country manager de la firma, a este medio.
A partir de esta estrategia -según el ejecutivo- la compañía alcanzó el stock suficiente para satisfacer el mercado local en el segmento dermocosmético en esta temporada de verano. En tanto, para consumo masivo, precisó que se priorizó la disponibilidad de las referencias de mayor protección y el abastecimiento por región según concentración de la demanda.
Otra de las compañías que tomó la delantera frente a este escenario fue la nacional Algabo, que en el último bienio inyectó US$3 millones en su planta ubicada en la provincia de Buenos Aires, en la que elabora protectores solares bajo la etiqueta Cocoa Beach. “De cara a esta temporada, además de las trabas habituales, vimos problemas en el aprovisionamiento de filtros, por lo que decidimos adelantar las compras. Para mitad de año ya contábamos con alrededor del 80% de los insumos para cumplir con nuestras proyecciones de venta”, señaló Andrés Bollati, gerente de Operaciones en la empresa. Y resaltó: “El quiebre que tuvieron nuestros competidores fue para nosotros una oportunidad para ganar market share. Habíamos llegado a nuestro límite, pero el reciente ingreso de insumos nos permitirá reactivar la producción”.
La fabricación de los filtros solares está en manos de unas pocas corporaciones globales. Algunas de ellas -de acuerdo con Bollati- ya tienen proyectos en carpeta, a fin de inaugurar nuevas plantas, levantar los niveles de fabricación y así evitar inconvenientes en las temporadas siguientes.
Contexto país e importaciones
Frente a la coyuntura, desde el laboratorio nacional Bagó, propiedad de la familia homónima, aclararon que el 80% de los insumos utilizados en la fabricación de los protectores solares son importados. La compañía compite con su línea Bagóvit, que sale desde su planta ubicada en La Plata. “Si de 25 insumos necesarios contamos con 24, no podemos producir”, resaltaron. A su vez, explicaron que la temporada pasada debieron enfrentar problemas de aprovisionamiento, y este año, resultado del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), sumado al contexto internacional y a complicaciones en el transporte internacional, el problema se agravó.
“Este contexto nos obligó a adoptar distintos tipos de estrategias, que van desde anticipar las importaciones, cambiar vías de arribo (avión vs. barco), hasta cuotificar y calendarizar las entregas a nuestros clientes”, precisaron. Y ampliaron: “Se debieron ajustar y reprogramar los tiempos de producción para absorber las demoras desencadenadas por la importación de insumos, pero llegamos a tiempo para el lanzamiento. Con la paulatina normalización de la situación, estimamos cerrar la temporada con abastecimiento casi completo”.
Fuentes del laboratorio nacional Andrómaco, otro de los principales jugadores de la categoría y que compite con su marca Dermaglós, también deslizaron expectativas positivas de cara al futuro. “Los volúmenes de producción se calculan según estimaciones de consumo de una temporada a la siguiente. El stock puede variar, pero no creemos que haya desabastecimiento”, aseguraron. A fines de 2022, y frente a un escenario de demanda extraordinaria de cremas y emulsiones, la empresa desembolsó una inversión de US$2 millones en tecnología, a fin de optimizar los procesos en su planta ubicada en el barrio porteño de Puerto Madero.
Por su parte, frente a este escenario, Bollati destacó dos factores que le permitieron a Algabo quedar mejor parada. Por un lado, precisó que la compañía exporta desde hace más de 25 años a más de 23 países, lo que la favorece en la balanza comercial. Por otro lado, señaló que, desde un inicio, Algabo se inscribió en los diferentes programas impulsados por el Gobierno a fin de impulsar las ventas, como Precios Cuidados y Precios Justos. “En 2023, fuimos la firma número uno en la cantidad de referencias en el programa. Esto nos facilitó la liberación de importaciones, dado que los productos de cosmética y de tocador que participaban de la iniciativa requieren insumos que no se fabrican en el país”, explicó.
En paralelo, fuentes de una de las principales multinacionales de cosmética aseguraron a LA NACION que, si bien el escenario presentó cierta complejidad, al momento, la firma pudo sortear las dificultades para que la importación de sus productos no se vea mayormente impactada. Cabe aclarar que el nuevo Gobierno le puso fin al SIRA, que había sido implementado durante la gestión de Sergio Massa en el Ministerio de Economía para establecer cupos a las compras en el exterior. El mismo fue reemplazado por el Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI) que, a una semana de su instrumentación, funciona “sin problemas”, según distintas fuentes consultadas por este medio.
Hacia una demanda desestacionalizada
De acuerdo con las auditorías de IQVIA, la temporada de solares va de septiembre a enero incluido, donde se concentra casi el 80% de las ventas del año. Asimismo, los datos exhiben que el factor de protección FS50 representa el grupo más importante, con el 47% de las ventas en el último año. Sin embargo, desde la industria aseguran que el mercado avanza hacia un consumo desestacionalizado. Según datos de Beiersdorf relevados en 2021, el 67% de los consumidores utiliza protector solar diaria o semanalmente, lo que se traduce en una suba de 16% respecto de 2019.
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