La startup argentina de jugos naturales que se expande por Latinoamérica y facturó US$2 millones
Pura Frutta, la startup de jugos exprimidos naturales que fundaron en sociedad Martín Carro (argentino) y José Carlos Molestina (ecuatoriano), mantiene su proceso de expansión por Latinoamérica y se encamina a disputarle las góndolas a Brasil, un jugador fuerte del mercado.
Tras lograr un acuerdo con la frutícola Moño Azul, del holding Grupo Prima, aceleraron su nivel de exportación y se encuentran a pocos días de desembarcar sus productos en los supermercados brasileños. El emprendimiento, que opera en Neuquén y Buenos Aires distribuye a distintos puntos del país y duplicó su producción y facturación el primer año de la pandemia. El crecimiento de su demanda los llevó a mudarse a una fábrica más grande.
Los fundadores esperan repetir el logro y facturar US$2 millones mientras se consolidan como empresa y se posicionan en la región. El desafío este año será superar los controles de precios que afectan su abastecimiento en el país, el alza en la inflación y lograr que las ventas reduzcan el impacto de sus costos dolarizados.
La historia de los emprendedores se conoció a través de LA NACION, donde contaron sus inicios como fabricantes de jugos a partir de fruta fresca y no de concentrados, siguiendo una tendencia mundial de elaboración conocida como Not From Concentrate (NFC). El camino que empezaron en 2014 culminó con una alianza con uno de los mayores exportadores de fruta del país.
“Desde que nos asociamos con Moño Azul armamos un contrato de provisión de fruta a largo plazo, que, si bien está dolarizado, nos sirve porque nos permite tener previsibilidad sobre uno de nuestros mayores costos”, dice Marcos Mercado, socio gerente de Pura Frutta. La firma, dice el empresario, tiene el 70% de sus costos en dólares y en el sector enfrenta el problema de que la fruta fluctúa en distintos momentos del año en cuanto a su precio y disponibilidad.
”Hoy nos pasa con frutas como la naranja que tienen mucha variabilidad de precios por el tema de la pandemia. Estamos cerrando otro acuerdo para tener esa previsión no solo para el mercado interno, sino también para la exportación, porque no podes tener esas variaciones enormes en tu precio de venta de un producto terminado al consumidor. Afuera no es como acá, que estamos más acostumbrados a la variación de precios”, agrega.
El acuerdo con Moño Azul le permitió a la startup contar con un nuevo espacio para su fábrica, que les había quedado chica para el volumen de su producción. Al compartir el espacio con su proveedor principal evitaron el costo de transportar la fruta por camiones. A la vez, recibieron de la frutícola soporte para las operaciones de comercio exterior, en especial para Brasil, el próximo mercado al que van a ingresar dentro de una semana. El emprendimiento ya exporta a Colombia y Uruguay y proyecta sumar también a Chile.
“Brasil es un mercado de jugos enorme. Tenés góndolas enteras dedicadas a estos productos. Lo que sucede allá es que en la producción de manzanas nosotros somos mucho más competitivos y tenemos mejor calidad. Entrar a Brasil y ofrecer naranjas no tiene sentido, pero los productos en los que somos fuertes, como las manzanas, que allá casi no existe, nos hace competitivos. Hay mucha competencia en el mercado brasilero pero es diez veces más grande que el argentino lo que permite tener oportunidades para colocar los productos“, refiere Mercado.
La llegada a Brasil no solo implicó un desembarco en las góndolas sino que supuso a la vez un intercambio comercial con los productores de aquél país. Los emprendedores hacen un “trueque” de jugo de manzana verde argentino por juego de naranja brasileño.
En el aspecto local, para Martín Carro, socio fundador de Pura Frutta, el desafío por el que atraviesan varias empresas del rubro de alimentos es que si bien mostraron en el 2020 una demanda firme y sostenida, los controles de precios en los supermercados - como los programas Precios Cuidados y Precios Máximos que implementó el Gobierno- limitan su crecimiento.
“En muchos casos tenemos que limitar la venta porque no dan los costos para entregar a la lista de precios que hay vigentes”, dice Carro en cuanto a la situación que hace que sea más atractivo colocar sus productos en el exterior.
Luego agrega: “Hubo gestiones muy importantes de todos los actores que estamos en esta categoría porque realmente en las materias primas se dispararon los precios. Se flexibilizó para fin de año pero aun así siguen vigentes los controles, por más que la estructura de costos está subiendo y en muchos supermercados no te toman la lista de precios a la que debería estar el producto. La inflación está siendo frenada o regulada por el Gobierno y los productos no están valiendo lo que deberían valer en dólares”.
“Queremos ser propulsores de productos naturales y orgánicos, y ayudar a crear ese mercado en Argentina y todo América Latina. Al tener mayor valor agregado, tienen un potencial de exportación muy importante en la región”, destaca Mercado.
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