La pizzería argentina Kentucky desembarcó en Uruguay con una inversión de US$1,2 millones
Para los próximos tres años planean desembolsar US$5 millones y alcanzar las 120 sucursales, tanto a nivel nacional como en países limítrofes
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LA NACION
Como parte de su plan de expansión a nivel internacional, la cadena de pizzerías argentina Kentucky dio su primer paso y anunció su desembarco en Uruguay. Con una inversión inicial estimada de US$1,2 millones, la firma llegó a Montevideo, abrió su primer local y planea contar con tres sucursales activas en la ciudad durante el primer trimestre del año.
Según informaron en la empresa, el primer local ya está en funcionamiento, mientras que los dos restantes abrirán sus puertas en febrero y marzo. Además, los dueños de la marca están en conversación con otros países limítrofes para llegar a otros destinos de Latinoamérica a través del sistema de franquicias.
“Esta nueva apertura implica llevar un pedacito de Buenos Aires al resto del mundo. Por el momento, el plan se centra en países limítrofes, mediante el modelo de negocios de franquicias como una gran oportunidad de expansión. Como marca nos interesa poder transmitir todo el conocimiento adquirido a lo largo de estos años de crecimiento sostenido, abrir la receta de ese éxito a quienes estén interesados en crecer en el negocio gastronómico y poder potenciar su desarrollo también”, dijo Francisco Bazán, director de franquicias de Kentucky.
En sus orígenes, la pizzería porteña inició su camino en la Argentina en el año 1942 en pleno corazón de Palermo, en la esquina de Godoy Cruz y avenida Santa Fe. Recién en el año 2012 apostó al proceso de expansión a través del modelo de franquicias.
Hoy, detrás de la marca se encuentra la empresa Desarrolladora Gastronómica. La compañía reúne a un grupo de inversores que, además de Kentucky, llevan adelante la pizzería de estilo neoyorquino Sbarro y la cadena de restaurantes Dandy.
La propuesta que le ofreció al mercado se basó en la pizza al corte, estilo hasta entonces reservado para quienes recorrían la calle Corriente. Primero, Kentucky llegó a los barrios porteños; luego, a las zonas más comerciales de zona norte, oeste y sur del Gran Buenos Aires. En la actualidad cuenta con 70 sucursales, que ofrecen un formato mixto entre autoservicio, la tradicional pizzería con mozo y el auto-pizza (drive-thru).
“Vimos una gran oportunidad con Kentucky. Una pizzería con gran aceptación por el público, con una pizza al molde, que además se vende por corte. Como existen las pizzas neoyorquinas, napolitanas, están las de estilo argentino, al molde, esponjosas y con mucha muzzarella, que creemos será muy bien aceptada más allá de la capital porteña. Algo que era exclusivo de calle Corrientes, logramos expandirlo y llevarlo primero a los barrios, luego al interior y al exterior”, le dijo Bazán a LA NACION.
Durante 2021, mientras que el sector gastronómico se recuperaba del golpe de los cierres generados por la pandemia de coronavirus, la empresa abrió ocho locales. Para 2022, aspiran terminar el año con más de 80 sucursales. La marca ya firmó para abrir un primer local en Tucumán en los próximos meses, y están en tratativas para llegar a Catamarca, Neuquén, Córdoba, Rosario y Mar del Plata.
Desde Kentucky tienen proyectado alcanzar las 120 franquicias en tres años, tanto locales como en países limítrofes. Para eso, desembolsará una inversión estimada de US$5 millones, y planean generar unos 1600 nuevos puestos de trabajo.
LA NACION
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