La nueva empresa del ex-CEO de Taringa

¿Cómo brindar a los empleados beneficios de manera justa y equilibrada? ¿Qué se debe hacer para retener el talento de los trabajadores y colaboradores de una empresa? Aquellas fueron las preguntas que Matías Botbol, exCEO del sitio Taringa y su socio, Diego Boryszanski -creador de Fuljaus, una startup de e-commerce-, se plantearon en medio de un contexto tan caótico e incierto como el de la pandemia de Covid-19, donde el mundo laboral dio un giro repentino al instalar, de manera definitiva, la modalidad remota a nivel mundial. “En las empresas que teníamos en ese momento, los beneficios que dábamos a nuestros empleados ya no tenían el mismo impacto que antes. Alguien que trabaja desde Buenos Aires quizás no necesita lo mismo que alguien que vive en San Juan”, explica Botbol en diálogo con LA NACION desde su hogar en Austin, Texas.

En el intento de resolver tal problemática, en febrero de 2022, Botbol, Boryszanski y Ricardo Migoya crearon Maslow, una plataforma que permite a las empresas ofrecer una gama de beneficios personalizados que se ajustan a las necesidades y preferencias individuales de los empleados, incluyendo salud, educación, entretenimiento, entre otros, con el objetivo de mejorar el bienestar y la satisfacción de las personas.

“Las relaciones laborales ya no son lo mismo que hace 200 años, las fronteras están desdibujadas y el talento es escaso y muy demandado. Si uno quiere tener una empresa sana tiene que arrancar por cuidar a sus colaboradores, porque si no los cuidas, en otro lado los van a cuidar mejor”, escribió Boryszanski, quien se desempeña como CEO de la compañía, en un posteo de Linkedin.

Hoy, Maslow es utilizada por más de 10.000 usuarios y posee más de 5.000 beneficios en toda Latinoamérica. Entre los más populares, se encuentran aquellos vinculados a la salud, supermercados, gimnasios y entradas de cine, según destaca Botbol.

A su vez, la compañía ya cuenta con más de 50 clientes, entre ellos Manpower, L´Oreal, Uber, Amazon, KFC y llega a 25 países, como Brasil, México, Bolivia, Chile, Colombia, la Argentina, Estados Unidos, España, Portugal y Alemania. Maslow obtiene una facturación mensual de US$250.000 y, para finales de este año, sus fundadores proyectan una anual de US$3.300.000.

Desafíos y cambios de rumbo

A pesar del éxito de la plataforma, el proyecto sufrió cambios de rumbo a lo largo de su desarrollo. “La primera versión de Maslow estaba muy enfocada en la flexibilidad total, entonces la gente podía definir hasta la flexibilidad del salario. Nos dimos cuenta que había cosas que no iban a ser posibles de implementar por el nivel de cambio cultural que significa”, relata Botbol.

Además, en un principio el perfil de cliente estaba orientado a empresas de tecnología con equipos distribuidos en distintos lugares del mundo. Sin embargo, con el tiempo Maslow supo expandir su producto a compañías de diferentes rubros y con una mayor cantidad de colaboradores. “Todo el tiempo estamos tratando de leer las necesidades que pueden tener nuestros clientes para ir haciendo mejoras en la plataforma. Aprendemos viendo cómo usan lo que ofrecemos y de ahí surgen muchas ideas para adaptar o crear nuevos features”, señala Botbol.

Nuevas propuestas de valor

Otro de los proyectos dentro del roadpmap de Maslow es implementar una modalidad selfservice para empresas. “La idea es que aquellos emprendimientos o compañías que quieran brindar beneficios a través de nuestra plataforma puedan hacerlo de manera autónoma, sin la necesidad de contactarse con nosotros. Eso nos permitiría llegar a una mayor cantidad de negocios que se encuentran en localidades más pequeñas”, sostiene Botbol.

Por otro lado, Botbol destaca el hecho de vivir en Austin, Texas, ciudad clave para desarrollar y potenciar proyectos orientados a la tecnología: “Acá hay muchos beneficios impositivos para este tipo de compañías y por eso cada vez más empresas de Silicon Valley deciden mudarse acá. Entonces, se genera todo un ecosistema de innovación muy interesante que te da la posibilidad de hacer networking y conocer otros emprendedores”.

“Lo que me motiva de emprender no es solo tener la posibilidad de impulsar un cambio en la vida de las personas, sino también generar valor en un equipo de trabajo y que la compañía, en este caso Maslow, sea un medio para potenciar las habilidades de todos”, concluye.

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