La llama que vuelve llamar: una de las principales duplas creativas de la Argentina está de regreso
Ramiro Agulla y Carlos Baccetti están detrás de The Black Minds, una nueva sociedad que lanzará una colección de NFT inspirada en los populares muñecos de los 90
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La marca más famosa de la publicidad argentina está de regreso. Agulla & Baccetti, la dupla que marcó la creatividad de los 90, anunció su vuelta al mundo de los negocios con una propuesta adaptada a la nueva economía de las criptomonedas y los NFT.
Ramiro Agulla y Carlos Baccetti anunciaron su nueva sociedad, The Black Minds, que está detrás de una colección de NFT -activos únicos, como las obras de arte, que funcionan a través de la tecnología blockchain, que es la misma tecnología que usan las criptomonedas- bautizada como La Llama P.I.C. (Politically Incorrect Club) e inspirada en la saga de La Llama que llama, sus populares muñecos creados originalmente para Telecom en los 90 y qué rápidamente trascendieron de la publicidad al mundo del entretenimiento.
La nueva colección cuenta con 10.100 llamas únicas, que saldrán a la venta a través de la blockchain de Ethereum, una de las criptomonedas más populares del mundo. Para este proyecto, los dos creativos además sumaron como tercer socio a Patricio Fucks, un empresario con antecedentes en el mundo hotelero (fue el dueño de la cadena Fën, que en 2017 se la vendió al grupo Wyndham) y la nueva economía (hasta marzo de 2020 estuvo al frente del negocio de WeWork en la Argentina).
“Lo que estamos encarando es un regreso, no a lo mismo que hacíamos porque no se puede volver al pasado. Hace mucho que veníamos pensando en volver a trabajar juntos, pero no encontrábamos qué hacer. En el medio nos ofrecieron de todo, desde hacer una serie hasta un reality o crear una nueva agencia. Pero ahora sentimos que nos juntó la época. Somos buenos leyendo la época, como lo hicimos en los 90. Y estamos convencidos de que los hijos se parecen más a la época que a sus padres”, explica Agulla en una entrevista con LA NACION.
“Cuando nos decidimos a volver a trabajar, nos pusimos a investigar cómo viene el futuro, partiendo de la premisa de que no queríamos hacer un negocio de la nostalgia y de la idea que el mundo digital puede mejor mucho al mundo real. Nuestro primer propósito al lanzar la colección es recuperar el espíritu sarcástico y políticamente incorrecto que se perdió hace tiempo. Queremos generar una gran comunidad que comulgue con este pensamiento y este tipo de humor y nuestro estilo de arte y así entre todos ser parte de un club exclusivo lleno de beneficios y expectativas de negocio”, dice Baccetti.
“El de los NFT es un negocio en plena expansión y creemos que representa una gran oportunidad para crear una comunidad y a la vez generar un buen negocio. En algún punto, los NFT son los rockstars de está época”, explica Fuks.
Mirada más amplia
El lanzamiento de la colección de “La Llama” se inscribe dentro de una cruzada mucho más amplia que tienen Agulla y Baccetti contra la llamada “cultura de la cancelación”.
“La Llama P.I.C. acusa de hipócrita al correctismo político. Hoy se han corrido los límites de la prohibición del humor provocativo o incorrecto al borde de la estupidez con visos autoritarios con su brazo de choque que han dado en llamar ‘La cultura de la cancelación’, discurso que ya se ha vuelto peligroso con sus intentos de amordazar, marginar, ignorar, silenciar e inclusive llevarnos al escarnio público si pedimos “tortitas negras” en una panadería en vez de llamarlas “lesbianas afroamericanas”. Por otro lado, qué aburrido sería el mundo si todos pensáramos igual”, aseguran los creativos en su manifiesto de presentación de la colección de NFT.
Íconos de los 90
Ramiro Agulla y Carlos Baccetti se conocieron hace más de 30 años, trabajando para la agencia Young & Rubicam. Tras un breve paso por Verdino, a mediados de los 90 fundaron su propia empresa que rápidamente se convirtió en una de las más exitosas de la publicidad argentina.
Juntos crearon varias de las campañas más emblemáticas de las últimas décadas para marcas como Quilmes, Telecom, Coca-Cola y Renault. Agulla además trabajó para la política y fue responsable del slogan “Dicen que soy aburrido” que ayudó a Fernando de la Rua a llegar a la presidencia.
Oficialmente, Agulla y Baccetti se despidieron del mercado publicitario en 2004, cuando les vendieron las acciones que conservaban en la agencia Agulla & Baccetti a sus socios del grupo inglés Lowe.
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