Se defiende el sector que lidera la suba de precios en la gestión Fernández-Kirchner
Desde la Fundación Pro Tejer advirtieron sobre líneas de producción paradas por la falta de insumos y repuestos importados; sin embargo, los empresarios brindaron su apoyo a Sergio Massa
- 5 minutos de lectura'
Desde el rubro textil se definen como un “semáforo” de la economía. Cuando las ventas empiezan a caer, las luces se encienden en rojo y advierten sobre una baja de los ingresos de la población. Una tendencia que, meses más tarde, se ve reflejada en el freno del resto de los sectores de la economía. En agosto, esas sirenas comenzaron a sonar, consecuencia de una inflación que alcanzó los dos dígitos (12,4%), trabas para importar y la devaluación de la moneda.
Ese mes, la industria textil tuvo una capacidad instalada ociosa del 40,7%, según los últimos datos relevados. Fueron valores mayores a los que se registraron en agosto del año pasado (35,5%) y solo comparables al mismo mes de 2019 (41,2%).
En parte, desde la Fundación Pro Tejer, apuntaron contra la baja del consumo. Otro tanto, por la paralización de las líneas de producción por falta de insumos o repuestos importados.
“Nos veníamos recuperando fuertemente, pero la restricción de divisas y la baja del poder adquisitivo de la población hizo que la industria se planchara. Porque hoy, ir al supermercado nos duele a todos. Desde agosto que la capacidad instalada empezó a caer y es un signo de alarma. Las empresas no podemos comprar repuestos para las máquinas, insumos que no se fabrican en la Argentina y hay que traerlos de afuera. Más allá de que tenemos problemas con la compra de bienes de capital, que se pactaron un año y medio atrás, cuando las expectativas eran distintas. No hay divisas para pagarlas”, dijo Luciano Galfione, presidente de la Fundación Pro Tejer.
En números, entre enero y septiembre se importaron US$14.027 millones en materia prima, un 48,8% menos que en el mismo período del año anterior. Hilados se llevó US$54.435 millones, una baja del 29,5% anual. Los tejidos planos representaron US$46.048 millones, un retroceso del 20,7%. Mientras que el de confecciones significó US$10.202 millones, una disminución del 27,1%.
Acá, el dato que “preocupa” al sector, conocido por ser uno de los más protegidos: las prendas de vestir importadas aumentaron un 41,2% frente al año pasado, con un valor total de US$16.469 millones. “Eso sí que nos preocupa, en un momento donde estamos tan complicados con los dólares y acceso a las divisas, es algo que tenemos que tener el foco. Lo importan al oficial y lo venden al blue. ¿Cómo no va a aumentar la ropa?”, apuntó Galfione.
La frase no fue azarosa. En los últimos años, el rubro de indumentaria y calzado fue cuestionado por el constante aumento de precios, ya que se trató de la primera categoría en alcanzar una inflación anual de tres dígitos. Los últimos 12 meses, mientras que el índice de precios al consumidor subió un 138,3% hasta septiembre, el sector aumentó un 118,6%.
No obstante, al observar la foto de los últimos cuatro años, la inflación fue del 712,9%. En cambio, la categoría de prendas de vestir y calzado lidera la tabla, con un avance del 994,4% durante la gestión Fernández-Kirchner. Esto derivó que en el último año el Gobierno llevara adelante acuerdos y controles de precios con el sector, incluso con amenazas “de abrir importaciones”.
“Es un error pensar que controlando los precios se va a parar la inflación. Y si se abren importaciones -que, de hecho, están abiertas desde siempre y es solo un mito- los productos van a generar más inflación, porque hay una brecha cambiaria que hoy es del 200%. Los controles de precios no son la solución, los tuvimos durante ocho meses y nos lastimaron mucho. Porque los costos siguieron subiendo y porque cumplimos a rajatabla, a costas de perder rentabilidad y plata. Para hacer un acuerdo de precios, sentame en la mesa a todos: con los bancos, con quienes alquilan los locales, en los shoppings, con Galperín [Marcos, fundador de Mercado Pago]”, sumó por su parte Jorge Sorabilla, secretario de la Fundación Pro Tejer.
De todas formas, a 10 días del balotaje, la política no quedó fuera de la conferencia de prensa que brindó la organización. Pese a las críticas al Gobierno, los empresarios mostraron su apoyo al candidato oficialista Sergio Massa. “Ni Donald Trump agarró la motosierra”, deslizaron, en referencia a Javier Milei, candidato por La Libertad Avanza.
“Esta no es Roma, que hay que incendiarla al estilo Nerón para que nazca una nueva ciudad perfecta. Hay que hacerlo con las cosas que tenemos, que tanto sacrificio nos demandó llegar donde estamos. Tenemos una industria muy competitiva, que se aggiornó con las inversiones. Desde ese punto de vista, nosotros no tenemos duda de que preferimos abrazar un proyecto de desarrollo, inclusión social y trabajo nacional. Lo otro es un salto a algo que desconozco, no sé cuáles son las propuestas más allá de algunos enunciados. Coincido que hay muchas cosas que están mal y hay que mejorarlas, pero no rompiendo”, cerró Sorabilla.
Otras noticias de Comunidad de Negocios
- 1
Hiperconectividad: el trabajo híbrido dispara el “estrés tecnológico”
- 2
Lucy Kueng: “La innovación necesita audacia y pensamiento de segunda orden”
- 3
Del legado a la innovación: así se explica el impacto de las tecnológicas en la consagración de McLaren en el Mundial de Constructores de la Fórmula 1
- 4
Casos concretos: qué diferencias de precios hay en las compras internacionales