La golosina de $1600 que desafía la baja temporada en la Costa y es un éxito de ventas
Havanna lanzó una edición especial de su alfajor, bautizado “150 años”, que provocó un inédito boom de demanda; en apenas seis días se vendieron 190.000 unidades
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MAR DEL PLATA.- La sal es identidad desde el mar que baña a estas playas. También se vincula desde el saladero, que a la altura del extremo norte la actual Bristol se convirtió en 1856 en el primer establecimiento industrial que tuvieron estas costas. Y es, por sobre todo en estos días, el estallido de sabor distinguido entre la dulzura del nuevo alfajor Havanna bautizado “150 años”, una edición especial en homenaje al sesquicentenario de la ciudad que desde su aparición en el mercado agota stock con cada salida a puntos de venta.
En un imperio dominado por el azúcar del dulce de leche, el chocolate y los merengues de cobertura, la sal marina rompe con las recetas tradicionales y le impone personalidad propia a la golosina que en redes sociales tanto se reclama y muchos aún no logran conseguir.
En las sucursales marplatenses y cercanas saben de esta insistencia en el pedido y también de las dificultades para disponer de mercadería suficiente para dar respuestas a una clientela que imprimió un giro en medio de una temporada de verano que, en términos generales, está signada en todos los rubros por una caída de ventas y consumo. Llamativamente se trata de un producto premium: cuesta $1600 (es decir, aproximadamente el doble que un alfajor común).
El Havanna “150 años” llegó tras un proceso de diseño y pruebas que se extendió durante más de un año y salió al circuito comercial el pasado fin de semana. Para sorpresa de los más optimistas, en apenas seis días se vendieron 190.000 unidades. Un fenómeno histórico para la marca símbolo de la ciudad y de este producto, que tenía su mejor debut con su variedad Súper Dulce de Leche. Esa última gran novedad había dado sus primeros pasos con 75.000 alfajores en mismo período.
“Con este nuevo producto estamos 150% arriba de ese último lanzamiento, que había sido en 2022″, confirmó a LA NACION el gerente de Marketing de Havanna, Martín Zalazar. Un logro que, aclara, se da sin que se hayan hecho más acciones promocionales que la cartelería en vidrieras de los locales propios.
Previsiones superadas
La desesperación de los fanáticos se agiganta porque es un producto que, como en los anteriores lanzamientos, se realiza en plena temporada alta y con exclusiva llegada a las 58 bocas de venta que la firma tiene entre Mar del Plata y otras localidades de la costa. Ejecutivos de una famosa firma de bebidas recorrieron sucursales para llevarlos como souvenires y se resignaron a regresar sin los pedidos de “150 Años” realizados por parte de personal y superiores. La opción es buscarlo aquí o delegar en alguien que lo consiga y lo envíe.
Es que la respuesta que tuvo esta novedad superó las previsiones de fábrica, que se lleva adelante con una pequeña línea de producción por la que pasan tapas amasadas con cristales de sal marina. Están unidas por un relleno de dos variedades de dulce de leche, notorias en color y consistencia, y bañadas en chocolate amargo. Y con otro detalle que marca historia como el ritmo de demanda: pesa 90 gramos, casi 30% más que cualquiera de los otros alfajores de la marca.
La versión final llegó luego de varias pruebas que primero comparten un grupo reducido del equipo y luego se abre a pruebas de aceptación mediante focus groups, con opiniones de quienes lo degustaron y dieron su veredicto.
Este desafío aparece frente a la cercanía del siglo y medio que cumplirá Mar del Plata el próximo 10 de febrero. “Fue una excusa para diseñar un alfajor bien Havanna, innovador, con ese doble relleno y el toque de sal”, detallan Zalazar y Juan Illa, gerente de Planta en el establecimiento industrial que funciona en el parque industrial General Savio.
En este momento de pico de producción tienen unos 500 empleados en tareas de elaboración para toda la gama de productos, casi el doble del staff permanente. En el armado y envasado de esta versión “150 años”, como en casi todas sus variedades de productos, el trabajo de las máquinas se combina con alta intervención manual de los empleados. “El 12% de la producción de la empresa se exporta”, confirma el gerente general de Havanna, Alan Aurich. Brasil está a la cabeza de esa demanda.
La intención es distribuir mayores cantidades para acercarse tanto como se pueda al ritmo de demanda. Este buen nivel de pedidos no acompaña el mejor período de estacionamiento que requiere la galletita, con humedad ideal logra su máxima expresión.
¿Es un alfajor que llegó para quedarse? En la empresa aseguran que “nació para ser una edición limitada”. Citan como ejemplo el de café, que asomó también para un corto plazo y estiró su circulación durante un año.
Havanna es una de las marcas argentinas con mayor proyección internacional. La firma nació en Mar del Plata de la mano de tres emprendedores: Demetrio Elíades, Benjamín Sisterna y Luis Sbaraglini, y hoy está controlada por un grupo de inversores locales encabezados por Fernando de Santibañez, Jorge Delfín Carballo, Federico Delfín Carballo, Chrystian Colombo, Carlos Giovanelli, Guillermo Stanley y Damián Pozzoli. Juntos tienen el 93% de las acciones de Havanna, mientras que el otro 7% cotiza en Bolsa, según precisó el libro Las 50 de la Bolsa: Quién es quién en el mercado argentino, de Facundo Sonatti y Ezequiel Fernández