La fórmula de los sectores que se anticipan y marcan agenda
Tres referentes del sector de la salud, los laboratorios y el Estado conversaron sobre los ejes de las transformaciones organizacionales en el evento “Premio a la Innovación” organizado por LA NACION
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Actuar rápido y con un objetivo claro es uno de los principales desafíos de las empresas en el camino de la innovación. Requiere muchos aprendizajes y la llegada de la pandemia de coronavirus obligó a apurar el proceso que muchas de ellas venían llevando en ese sentido. Luis Bullrich, titular del Parque de la Innovación en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; Susana Baldini, directora médica de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME), y Cristian García Sarubbi, gerente de Marketing de OSDE, conversaron sobre la fórmula para anticiparse a los cambios y marcar agenda en el evento “Premio a la Innovación” organizado por LA NACION.
El año pasado, la irrupción del coronavirus y la implementación de medidas de aislamiento para contener los contagios obligaron a muchas empresas a reinventarse para seguir estando cerca de sus clientes. Eso le pasó a OSDE, que en plena cuarentena destinó un grupo importante de empleados de distintas áreas a llamar por teléfono a los socios para preguntarles si necesitaban algún tipo de asistencia. “Uno no puede escapar al contexto. El principal desafío fue estar cerca estando lejos en tiempo récord. Hubo que salir a la cancha a solucionar temas de manera inmediata”, contó Sarubbi en diálogo con Carla Quiroga, periodista de LA NACION y moderadora del panel.
“La pandemia aceleró muchos procesos de aprendizaje y es muy importante entender las necesidades de la gente. Relacionamos innovación con tecnología, pero hay muchas cosas que se pueden hacer sin tener los desarrollos de Silicon Valley”, afirmó, y destacó que, para que haya innovación, “tiene que haber liderazgo”. “Eso nos permite desarrollar acciones urgentes en tiempo récord: por ejemplo, sumamos nuevas campañas de prevención. Los desafíos fueron múltiples y los números, extraordinarios: el año pasado, tuvimos 22 millones de consultas virtuales, se atendieron 364.000 pacientes con síntomas de Covid-19″, especificó.
Además, contó que dentro de OSDE hay una gerencia de prevención de la salud que trabaja hace años, pero que empezó a darse a conocer a partir de la pandemia. “Antes no lo comunicábamos y con el coronavirus generamos una plataforma para mostrar lo que hacíamos. A partir de nuestra base de datos buscamos darles a los clientes soluciones para el estrés, animándonos a hablar de mindfulness, salud mental, incorporando salud física y movilidad, tanto hacia afuera como dentro de la organización”, explicó.
En el mismo sentido se expresó Baldini, quien resaltó que la pandemia puso sobre la mesa “la importancia de la innovación en el corto período”, algo que solo puede lograrse “con esfuerzos de muchas personas”. En su área, uno de los grandes desafíos fue virtualizar las oficinas. “La parte productiva tuvo que seguir manteniéndose y hubo que salir a preparar desarrollos de tratamiento. Todo tuvo que desarrollarse con investigación. Los estudios clínicos aumentaron en otras patologías y hubo una participación importante a nivel país de estudios relacionados con coronavirus. Se hizo un esfuerzo gracias a la colaboración entre empresas, entidades regulatorias y distintos equipos”, enfatizó.
Además, celebró que, en los últimos años, se observa que la investigación está en aumento. “Lo medimos en el número de estudios clínicos que se realizan y vemos que vienen creciendo. En 2019, totalizó $11.708 millones, y esto fue una generación de divisas porque son servicios que se financian en un gran porcentaje desde el exterior”, explicó.
La especialista destacó, además, que la Argentina se encuentra bien posicionada en el área de estudios clínicos a nivel internacional. “Es algo que se ha construido en los últimos años no solo desde el país como entidad regulatoria, sino también desde las instituciones que hacen investigación”, señaló. “La calidad del dato clínico y la seguridad del paciente son claves para desarrollar estudios clínicos. En el récord de auditorías, la Argentina está muy bien catalogada y eso nos da competitividad”, agregó.
A futuro, la especialista pronostica un crecimiento de la investigación clínica en el país. “Es impresionante el potencial. Los aprendizajes de la pandemia fueron increíbles, las aprobaciones que se realizaron, el método. Todo apunta a que se realicen más y mejores tratamientos”, aseguró.
El parque de la innovación, la apuesta del Gobierno porteño
¿Se viene la Silicon Valley porteña? Aunque el planteo es ambicioso, Luis Bullrich no dio un paso atrás y afirmó que ese es el objetivo en el que trabaja el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con la construcción del Parque de la Innovación. Ubicado en Núñez -entre las avenidas Del Libertador, Udaondo y Lugones-, buscará impulsar la ciencia y la tecnología, la generación de la innovación, conocimiento y talento y promoverá la radicación de las entidades dedicadas al emprendedorismo en sus instalaciones.
“Es un proyecto que tiene muchos años, pero que se pudo materializar con una ley en la Legislatura en 2016″, contó el funcionario. Resaltó que el predio, donde funcionaba el Tiro Federal, goza de una ubicación estratégica y especificó: “Será un espacio con 32 parcelas en 12 hectáreas. Salud, educación y tecnologías exponenciales se conjugarán”.
La impronta verde estará presente en el proyecto, según asegura Bullrich. “La convivencia en el espacio público es importante. Va a tener cinco plazas distribuidas estratégicamente, un bosque y un corredor central verde de 30 m² de ancho. No se va a transitar en auto adentro del parque, solo a pie o en bicicleta”, explicó, y contó que, al pensar en el parque, se inspiraron en experiencias similares que se llevaron a cabo en Israel, Málaga (España), Medellín (Colombia) y Brasil, entre otros.
El objetivo de la Ciudad es “atraer, potenciar y facilitar condiciones” para generar un ecosistema innovador en el distrito porteño. Por eso, habrá una fuerte presencia de universidades. Las que ya cuentan con su espacio en el Parque son la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) y la Universidad Torcuato Di Tella.
“Calculamos que alrededor de 30.000 personas se van a mover diariamente por allí, de las cuales 18.000 son estudiantes y entre 2000 y 3000 investigadores. Además, habrá edificios de coworking y coliving, por lo que contamos que habrá 6000 personas viviendo en el espacio”, precisó. “Es un nuevo barrio de la ciudad y el desafío es cómo hacer infraestructura de calidad”, sumó.
¿Cómo es innovar desde el Estado? Para Bullrich, se trata de un desafío grande, donde el foco está puesto en la capacidad de liderazgo de los distintos equipos para llevar adelante transformaciones que “le faciliten la vida a los vecinos”. Ese será el espíritu del Parque de la Innovación, que genera expectativas y promete estar a la altura de otros similares en distintos lugares del mundo. Para conocerlo, habrá que esperar: la obra estará terminada en diciembre de 2022.
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