La compañía vegana valuada en US$2000 millones que quiere cambiar el mundo
NUEVA YORK.- Porotos, garbanzos y lentejas despegadas por el calor del horno quedarán en el olvido. El concepto de hamburguesa vegana ha alcanzado su punto de metamorfosis. De la mano del bioquímico Patrick Brown, fundador y CEO de Impossible Foods, el impulso de la Impossible Burger busca atravesar fronteras en el mundo.
Brown tiene una misión: terminar con el consumo de animales como alimento. Desde la creación de su compañía vegana hasta hoy, ocho años han pasado sin que la innovación y el crecimiento se detuvieran. Con el apoyo de grandes figuras y una mega cadena de comida rápida, Impossible Foods alcanzó una valuación de US$2000 millones. Los ingredientes clave parecen haberse alineados en la dirección deseada.
Según detalló en una visita a la Universidad de Columbia de la que participó LA NACION, la ganadería -y todo lo que conlleva- es uno de los elementos más contaminantes a nivel global, y los descubrimientos científicos vienen a cambiar el futuro alimenticio de los seres humanos.
"La misión de esta compañía es reemplazar completamente a los animales del sistema alimenticio para 2035", apuntó, y añadió: "Lo tomamos en serio y creemos que es algo que podremos hacer, no solos, pero con el apoyo de otros emprendedores".
Su misión suena -quizás- utópica. El bioquímico que poco (o casi nada) sabía de negocios cuando se lanzó a fundar su propia empresa entiende que tiene desafíos por delante. Pero, hasta ahora, los números lo acompañan, y su principal pelea es poder atajar los altos niveles de demanda que tiene su creación que algunos consideran casi mágica que ya se vende en supermercados y se sirve en más de 17.000 restaurantes.
"En el mercado internacional, la barrera [de Impossible Burger] es regulatoria. Tenemos ingredientes que son nuevos para el sistema alimentario que ya han pasado la escudriñadora mirada de la Food and Drug Administration (FDA), pero cada país tiene su propio proceso", indicó Brown.
Con objetivos certeros, el científico de la Universidad de Stanford tiene muy en claro qué es lo que quiere, y cree que gracias a los descubrimientos de su equipo de investigadores podría solucionar más de un problema en el mundo. "Con la tecnología que tenemos hoy, China podría producir carne para todos sus consumidores con la mitad de la tierra arable, por lo que sería completamente autosuficiente para su suministro de alimentos", aseveró Brown en su paso por la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia.
Hasta el momento, los mercados internacionales donde Impossible Foods trabaja son Hong Kong, Macau y Singapur, en los que -según destacó el científico- les está yendo "increíblemente bien".
En la clase Capturando Olas de Crecimiento en Países Emergentes, Brown consideró que uno de los grandes problemas a nivel global es la falta de evolución en los alimentos. "Suena contraintuitivo, pero de alguna manera es como si alguien nos hubiera dicho hace años que mejoraríamos el transporte al abandonar a los caballos como medio", argumentó.
Economías ganaderas, el desafío
Entre los puntos más desafiantes a futuro, surge una gran cuestión: cómo se podrían transformar economías en las que está fuertemente instalada la producción ganadera como matriz. El científico explicó que la solución podría darse dándole valor monetario a un mercado de carbono, a la recuperación del ecosistema.
"Si hubiera un mercado de carbono funcional, diría que hay una oportunidad real para los agricultores, porque la tierra tiene valor", dijo, y continuó: "Si hubiera un valor en dólares por la fotosíntesis, si hubiera un mercado de carbono en funcionamiento -que básicamente es expulsar a las vacas y dejar que la biomasa se recupere-, en realidad probablemente [los ganaderos] podrían ganar más dinero simplemente permitiendo que la vegetación se recupere".
Además, en la misma línea, Brown destacó que también sería ideal que desde el Estado existieran incentivos económicos para las personas que poseen tierra y fomenten la recuperación de ecosistemas saludables que apoyen la biodiversidad.
En ese sentido, Rajeev Kohli, profesor en la escuela de negocios de la Universidad de Columbia, habló con LA NACION y dijo: "El factor más grande es el impacto en los agricultores y ganaderos y, hasta el momento, no está muy claro cómo podría resolverse o cómo se podría lidiar con ellos. Una de las posibilidades, como dijo Brown, es que los gobiernos generen una forma de pagos para que estos ganaderos no trabajen con animales, pero el desafío es grande todavía".
Además, Kohli -quien está detrás de la clase Capturando Olas de Crecimiento en Países Emergentes- analizó de qué manera las economías en desarrollo pueden abrirse para generar el ingreso de emprendedores como Brown, y cómo el avance de la tecnología es clave. "Los países en desarrollo necesitan estabilidad para que los inversores quieran invertir. Hay una interrelación clave entre gobierno e instituciones bien reguladas, sin eso, no hay economía que despegue", señaló, y añadió: "En una mirada positiva, sin embargo, las tecnología pueden cambiar el panorama para generar masivas oportunidades de bajo costo en países en desarrollo".
Origen, ¿imposible?
Diez años atrás, Brown se tomó un año sabático para poner en marcha una idea que sirviera para luchar contra el cambio climático desde una esfera vinculada al sistema alimenticio. No le tomó mucho tiempo descubrir que el camino sería el de la innovación científica.
El bioquímico reunió a un equipo de científicos de primer nivel para analizar la carne a nivel molecular: así fue cómo llegaron a descubrir por qué la carne huele y se cocina de la manera en que lo hacemos. Con este descubrimiento, se desarrolló la recreación de toda la experiencia que significa comer carne con la utilización de vegetales.
Vecino de Palo Alto, el hombre tenía acceso a grandes empresarios, a quienes intentó venderles el proyecto, pero nadie lo quiso. En 2011, Brown decidió lanzarse solo como fundador y CEO de Impossible Foods. Los años continuaron con el trabajo que significa conseguir la aprobación de FDA para el lanzamiento de la carne creada por científicos.
En el verano norteamericano de 2016, la Impossible Burger se hizo en realidad.
El secreto de este producto está en una molécula: heme (en español, hemo), que el equipo de científicos descubrió que es la que hace que la carne tenga el sabor que tiene y, tras un arduo proceso, convirtieron en realidad un producto hecho 100% con vegetales, pero que tiene gusto a carne.
Según detalló Brown, próximamente, Impossible Foods lanzará al mercado nuevos productos que dejarán a todos tan sorprendidos como con su jugosa hamburguesa.
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