La citrícola San Miguel inauguró dos plantas industriales para el procesamiento de limón
La empresa, de origen nacional, abrió instalaciones en Uruguay y en Sudáfrica; se suman su histórica planta ubicada en la provincia de Tucumán
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La citrícola San Miguel dio un nuevo paso dentro de su plan de reconfiguración de negocio. Dos años después de anunciada la venta de parte de sus operaciones en Perú y en Sudáfrica para focalizarse en la producción de derivados del limón, la compañía de origen nacional cortó ahora las cintas de dos nuevas plantas industriales en el exterior.
A través de sus subsidiarias Samifruit Uruguay y San Miguel Natural Ingredients, San Miguel inauguró las instalaciones en Paysandú (Uruguay) y en Coega (Sudáfrica), respectivamente. Así lo informó mediante un comunicado enviado a la Comisión Nacional de Valores.
De acuerdo con el documento, ambas instalaciones cuentan con estándares tecnológicos de procesamiento de limón de última generación, y tienen la finalidad estratégica de desarrollar productos industriales en diferentes zonas geográficas con el objeto de abastecer a clientes clave en todo el mundo.
“La inauguración de estas plantas significó dar continuidad al proceso comenzado en los últimos años en el marco del proyecto tendiente a reconfigurar la estrategia del negocio a largo plazo, aumentando la capacidad de producción global, con un enfoque de alto valor agregado en el desarrollo de proyectos industriales basados en ingredientes naturales”, aseguraron desde la firma, presidida de Gonzalo Tanoira.
De acuerdo con proyecciones de la compañía, la planta de Uruguay procesará más de 60.000 toneladas de limón durante 2024, destinados a producir aceite esencial, jugo concentrado y cascara deshidratada de limón. A su vez, el objetivo final es que la producción escale a las 100.000 toneladas en 2027. El proyecto demandó un desembolso cercano a los US$33,6 millones, que se suma a las inversiones en plantaciones desarrolladas desde 2014, y arroja un total de US$75,2 millones en el país. Este iniciativa tuvo origen en un acuerdo con la empresa Azucitrus, que incluyó la adquisición de la planta de procesamiento de fruta cítrica Novacore.
En tanto, para el proyecto en Sudáfrica, San Miguel sumó al African Pioneer Group como socio. Inicialmente, en septiembre de 2023, este aportó US$13 millones.
Estas instalaciones se suman a la planta industrial históricamente ubicada en Famaillá, en la provincia de Tucumán. Actualmente, la compañía cuenta con más de 3770 hectáreas productivas con más de 2,2 millones de árboles, que dan lugar a una cosecha anual de 2.300 millones de limones, y una capacidad de procesamiento de 350.000 toneladas en la Argentina y en Uruguay.
San Miguel dispone de alrededor de 200 clientes en más de 50 países, entre los que figuran gigantes como PepsiCo, AB Inbev, Cargill, DuPont y Danone. Según datos de la compañía, su negocio representa el 16% del procesamiento global de limón y su objetivo es ampliar la participación al 20% con las dos nuevas plantas: su capacidad total de molienda crecerá un 60%.
Fundada en 1954, San Miguel es propiedad de las familias Miguens-Bemberg y Otero Monsegur. En 1962 la firma inauguró su primera planta de envasado y un lustro después concretó su primera exportación de cáscara deshidratada, a la que le siguió en 1973 la llegada al mercado internacional de fruta fresca y la instalación de oficinas en Buenos Aires. En 1997, San Miguel salió a la Bolsa de Buenos Aires e instaló su planta en Famaillá. En la década del 2000, expandió sus operaciones a Uruguay y a Sudáfrica para luego, en 2017, dar un paso en Perú. Finalmente, en 2022, marcó su salida del negocio de fruta fresca en Perú y en Sudáfrica -vendido a la española Citri & Co- y encaró una fuerte transformación del negocio.
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