Inteligencia ecológica: Levi’s desgasta los jeans sin arruinar el medio ambiente
¿Vio esos jeans que le encantan, los que tienen cortes y se ven como si tuvieran 30 años (aunque los compró el año pasado)? Usted probablemente no lo sepa, pero un equipo de diseñadores tardó semanas en decidir exactamente dónde hacer más lavado el índigo y dónde ubicar los cortes para que tenga ese aspecto vintage. Luego obreros usaron lija y productos químicos corrosivos para que se viera adecuadamente gastado. Los jeans probablemente fueron lavados durante horas para que se desvaneciera el azul, a pesar de que los tintes inevitablemente terminarían contaminando las aguas subterráneas.
En Levi’s, una marca que habla de tratar de ser lo más sustentable y lo más humana posible con sus trabajadores, la fea realidad de lo que hay que hacer para fabricar un jean –especialmente cuando se venden enormes cantidades de ellos por valor de US$ 4600 millones al año– no es algo que se quiera barrer bajo la alfombra. "Nuestra compañía ofrece más de mil variantes de acabado por temporada, una cifra que marea –dice Bart Sights, que dirige el centro de innovación de Levi’s, llamado Eureka Lab–. Todos los jeans se producen con trabajo muy mano de obra intensivo y de movimientos repetitivos y con una larga lista de productos químicos. Eso da un cuadro bastante oscuro respecto de cómo han sido las cosas".
Un salto gigante
Pero Sights cree que el futuro se ve más brillante. Con sus colegas en el laboratorio se han pasado años desarrollando una nueva tecnología láser que hará en un instante lo que ahora lleva mucho más tiempo. Esta tecnología utiliza luz infrarroja para eliminar una capa muy fina de índigo y algodón de un par de jeans, creando el mismo tipo de acabado lavado y con cortes en 90 segundos.
Hoy Levi’s da a conocer esta nueva tecnología, que Sights dice que automatizará muchos aspectos nuevos del proceso de fabricación de la tela de denim de la compañía, desde el diseño y la creación de prototipos hasta la manufactura y la respuesta a las demandas de los consumidores. "Decididamente no es un cambio incremental –dice Sights–. Es radical".
"Comenzó como una idea para un cambio en el proceso de manufactura –dice Liz O’Neill, jefa de producción de Levi’s–. Pero en realidad ha evolucionado para convertirse en una transformación digital holística que cubre toda la cadena de comienzo a fin. Hemos creado todo un nuevo modelo de operación".
Implementar el cambio no es poca hazaña, especialmente para una compañía del tamaño de Levi’s. La compañía emplea 13.500 trabajadores en todo el mundo, sin contar los que trabajan en fábricas de proveedores. Los jeans Levi’s se venden en 50.000 comercios minoristas en 110 países. Un cambio como este significará recapacitar a cientos de personas y cambiar el tiempo que se tarda en que los productos lleguen a las tiendas.
Pero la introducción de estos robots con láser en las fábricas de Levi’s en todo el mundo tiene el potencial de eliminar muchas tareas repetitivas y peligrosas que son parte cotidiana de su tarea para los trabajadores. Con el tiempo incluso podría reducir la necesidad de una plantilla tan grande.
O’Neill cree que este tipo de conmoción es necesaria para mantener a Levi’s en primera fila, tanto en términos de sustentabilidad como de poder responder ágilmente a las últimas tendencias. Levi’s actualmente está determinando la escala de la tecnología y espera poder implementarla pronto en toda la compañía. "Estamos jugados, vamos a hacerlo –dice O’Neill–. Nuestra intención es implementar esta tecnología a escala para 2019 y más allá. Vamos a hacer más de 75 millones de pares de vaqueros así".
Prototipos en horas, no días
Si bien el software de diseño de moda no es nada nuevo, el laboratorio Eureka trató de hacer que los gráficos 3D fueran más realistas que los de otras tecnologías en el mercado. Y, más importante, el archivo digital que producen los diseñadores puede ser enviado inmediatamente a la máquina láser, que producirá el diseño en un prototipo de jeans reales.
Esto es muy distinto del modo en que comúnmente se hacen prototipos de jeans, lo que involucra tomar una imagen y hacer que trabajadores la recreen manualmente en un par de jeans usando lija y productos químicos. Puede resultar que el diseño no se vea tan bien al aplicarse a jeans reales o el diseñador puede considerar que quiere agregar más cosas. Con este nuevo sistema las imágenes son lo más realistas posible y luego el láser convierte esa visión en un jean en 90 segundos. "Hay muchas herramientas digitales para vestimenta –dice Sights–. Sentíamos que ninguna de ellas captaba la textura natural del denim, por lo que creamos una nueva. Ahora cuando obtenemos una imagen que es exactamente como nos gusta, elimina la necesidad de múltiples iteraciones".
O’Neill dice que esta nueva herramienta de diseño por tablet reduce el proceso de hacer un prototipo de jean a tan solo tres pasos. Antes, con el dibujo, las reiteraciones y la creación manual del prototipo, eran entre 12 y 18 pasos. También significa que no se desperdicia tanto material, dado que la precisión fotorrealista del nuevo software significa que el prototipo es lo más cercano posible a lo que imaginó el diseñador.
Para una compañía tan grande como Levi’s se tarda más de un año en ir de un prototipo a un producto que los clientes puedan comprar. El proceso mismo de diseño lleva mucho tiempo, luego producir los estilos en la red global de fábricas de Levi’s puede llevar meses. Finalmente todo este inventario es distribuido por la extensa red minorista de Levi’s. Para cuando el cliente se prueba los jeans, pueden no estar tan a la moda como cuando los imaginó el diseñador.
El nuevo proceso podría acelerar radicalmente el tiempo que se tarda en llevar un nuevo diseño al mercado. O’Neill dice que si surge una nueva tendencia, el diseñador puede crear un prototipo en horas y el mismo puede producirse a escala en meses. "Vamos a ser mucho más precisos en cuanto a hacer coincidir la oferta con la dinámica de la demanda –dice–. Si se pueden crear esos acabados de un modo que responda más directamente a las expectativas del cliente, entonces se puede ser más precisos en cuanto al volumen del inventario final que uno pide".
Esto es importante porque hay mucho desperdicio en la industria de la moda, una parte importante del cual es por la ropa nueva que no se vende. Según algunos estimados se envían entre 80 y 100 mil millones de prendas nunca usadas a rellenos de tierras globalmente cada año. Un enfoque como el que está usando Levi’s podría reducir el desperdicio y ser un modelo para otras corporaciones inmensas del sector. O’Neill y su equipo de expertos en la cadena de producción están tratando de evaluar aún cuánto desperdicio evitará Levi’s con este proceso, pero está convencida de que será "significativo".
"En lo que se refiere a inventario estábamos tomando decisiones demasiado anticipadas y eso llevó en algunos casos a errores –dice O’Neill–. Esa es la realidad en la industria de la indumentaria porque las tendencias pueden ser antojadizas. Estamos cambiando nuestro modelo de ‘vender lo que uno hace’ a ‘hacer lo que se vende’, y esto mejorará absolutamente nuestro inventario".
Traducción Gabriel Zadunaisky
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