Precios: las tres señales que preocupan al Gobierno
La inflación se aceleró en octubre y se acercó al pico del año. De acuerdo a las estimaciones privadas, el último mes cerró con una suba en torno al 3% y de esta manera quedó muy cerca de la inflación más alta del año que se había registrado en marzo, cuando el miedo por el coronavirus había disparado los precios en las góndolas y el costo de vida había trepado al 3,3 por ciento.
El índice oficial de octubre se conocerá en diez días, aunque ya hay tres señales que preocupan al Gobierno. La primera es una tendencia a la aceleración que se había iniciado en agosto, cuando el costo de vida pegó un salto del 1,9%, y había cerrado julio al 2,7%. Los analistas privados, además, anticipan que, lejos de frenarse, el último tramo del año llegará con una inflación en ascenso.
"Nuestra medición de octubre nos da una inflación para todo el mes de 3,2%, pero con una tendencia a la aceleración en la segunda quincena. Y otro dato preocupante es que vemos que la suba se profundizará en noviembre, cuando proyectamos una inflación del 3,5%, mientras que en diciembre estará más cerca del 4%", advirtió Lorenzo Sigaut Gravina, director de la consultora Ecolatina.
El segundo dato que pone una señal de alerta es que la aceleración de la inflación es acompañada por un virtual congelamiento de muchas categorías de bienes y servicios -como las tarifas de los servicios públicos, los servicios de telefonía e Internet y la mayoría de los alimentos y bebidas-, lo que abre un interrogante sobre lo que puede pasar una vez que se liberen estos precios.
"Para nosotros octubre cerró con una suba del 2,9%, pero con un índice muy segmentado. Por un lado están las tarifas de los servicios y los precios regulados, que están anestesiando lo que pasa con la inflación. No hay que perder de vista que los precios libres vienen creciendo a una tasa del doble que el índice general y en el caso de los bienes dolarizados la suba es de tres veces", explicó Martín Vauthier, director de la consultora EcoGo.
En la lista de preocupaciones también hay que incluir las dudas que despierta la capacidad del Gobierno para mantener los actuales controles de precios. En este sentido, todas las miradas están puestas en lo que sucederá con Precios Máximos, el plan que lanzó la Secretaría de Comercio en los primeros días de la cuarentena. En este caso, el temor es que la prórroga del congelamiento de precios termine agudizando los faltantes y problemas de abastecimiento que se empezaron a ver en los últimos días.
Hace unas horas la Comisión Directiva de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) alertó que el "sostenimiento en el tiempo de la política de Precios Máximos pone en riesgo en lo inmediato el normal abastecimiento de los alimentos y bebidas en nuestro país, generando el cierre de empresas con la consecuente pérdida de fuentes de trabajo de la industria (actualmente más de 400.000 puestos de trabajo directos)".
La entidad, que nuclea a 35 cámaras sectoriales y representa a más de 14.500 empresas, se expresó en "total desacuerdo y preocupación" frente a la decisión de extender el congelamiento, "luego que se expusiera la crítica situación que enfrenta la industria de alimentos y bebidas".
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