Inflación: advierten que la meta del 43% que propone el acuerdo con el FMI es “muy difícil de conseguir”
Los economistas sostienen que el objetivo que figura en el acuerdo es incompatible con la suba de tarifas y un tipo de cambio más competitivo; además alertan sobre el impacto de la guerra en los precios de los alimentos y la energía
- 4 minutos de lectura'
Un objetivo muy difícil de cumplir. Así evalúan los economistas consultados por LA NACION a la meta del 43% de inflación para este año que figura en el memorándum de políticas financieras que acordaron el gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En el texto que se acaba de conocer se sostiene que la “inflación elevada y persistente sigue siendo un serio problema” y se establece que uno de los objetivos a alcanzar del programa es “reducir de forma duradera la persistente inflación elevada mediante una estrategia de varios frentes”. A la hora de precisar cuál será la meta, se asegura que “a los efectos de la fijación de los CE (criterios de ejecución) y las MI (metas indicativas), la inflación de 2022 está basada en una estimación puntual de 43% (final del período), dentro de la banda de inflación del programa” (en un rango de entre 38 y 48%).
Además, si bien se habla del carácter multicausal que le atribuye el gobierno de Alberto Fernández a los aumentos de precios, se señala que se trabajará con una política más ortodoxa en términos fiscales y no se hace mención a términos como “puja distributiva”, “concentración de mercado” o “posición dominante”. “La estrategia de desinflación se basará en un enfoque de varios frentes que abarcará políticas fiscales, monetarias y de precio-ingreso, adecuadamente calibradas. Se prevé que estas políticas ayuden a apuntalar la demanda de dinero, que, tras la caída registrada en 2021, se espera que en general se mantenga constante como proporción del PIB”.
Los economistas que monitorean la evolución del costo de vida se mostraron poco optimistas con respecto a alcanzar la meta del 43% y la mayoría anticipó que lejos de desacelerarse, la inflación muestra una preocupante tendencia a la suba.
“Terminar el año con un 43% parece muy difícil, porque venimos de un 2021 en el que tuvimos una inflación del 51%, con el dólar oficial devaluándose al 1% mensual y con las tarifas congeladas. Ahora que el dólar se mueve al 3% y se avanza con los aumentos en luz y gas, tendríamos que tener una recesión brutal para compensar”, señaló el economista Camilo Tiscornia, del estudio CyT que acaba de informar para febrero una inflación del 3,9% frente al 3,6% del mismo mes de 2021. “Sincerar la inflación reprimida se lleva a las patadas con bajar la inflación al menos en el corto plazo. Y en el mejor escenario podríamos esperar una suba inicial para después alcanzar una desaceleración de los precios a un ritmo en torno al 2% mensual”, agregó.
En la misma línea, Lucio Garay Méndez, analista de la consultora Eco Go, sostuvo que la meta de bajar a la inflación no se presenta como muy compatible con otros objetivos que figuran en el memorándum alcanzado entre el Gobierno y el Fondo. “Dejar de usar al dólar y las tarifas como anclas y lograr que el salario le gane a la inflación son metas incompatibles con menos inflación. Es más, la manera en que el programa cierra es con una inflación más alta y en nuestro caso estamos proyectando una suba para 2022 de 60,8%”, explicó Garay Méndez.
A los factores internos que tornan difícil alcanzar la meta del 43% para este año, además se suman otros indicadores internacionales que tampoco juegan a favor.
“Entre enero y febrero tenemos una inflación acumulada cercana al 8% y todo indica que con la guerra en Ucrania vamos a recibir un nuevo impacto. El mundo está a la búsqueda de nuevos puntos de equilibrio en los precios de las materias primas. Y tarde o temprano ese shock en los precios de los alimentos y la energía van a hacerse sentir en la inflación local, lo que hace que el 43% sea una meta muy difícil de alcanzar”, señaló el analista financiero Salvador di Stefano.
Otras noticias de Comunidad de Negocios
- 1
Lucy Kueng: “La innovación necesita audacia y pensamiento de segunda orden”
- 2
Hiperconectividad: el trabajo híbrido dispara el “estrés tecnológico”
- 3
De Apple a Starbucks: los sueños de las empresas occidentales en China se están desvaneciendo
- 4
Vuelven los negocios: los empresarios argentinos salen de compras