Igualdad de género. El plan de Natalie Portman para hacer explotar el fútbol en los Estados Unidos
La estrella de Hollywood acaba de presentar su propio club, Angel City FC, que está compitiendo en la liga femenina norteamericana y con el que busca revolucionar las reglas del negocio deportivo
- 9 minutos de lectura'
A solo unas cuadras de la sede Amazon Studios en Santa Mónica, junto a una startup que está desarrollando bagels altos en proteínas y bajos en carbohidratos, se encuentran las oficinas de una de las marcas nuevas más populares de Los Ángeles. El interior, es amplio y luminoso, con toques de diseño como tuberías expuestas y accesorios de iluminación industrial, además de algunos perros que se asoman debajo de los escritorios.
Pero hay algunos detalles que no se encontrarán en ningún otro lugar: un piso de color neón envuelto en plástico cerca de la entrada principal y una pared dominada por fotos de mujeres: de las jugadores de fútbol de Angel City FC, de sus hinchas, y del personal directivo del nuevo equipo, en su mayoría mujeres, muchas de las cuales están reunidas alrededor de escritorios cercanos.
Las conversaciones que están teniendo en esa mañana de febrero son, sin duda, diferentes a todo lo que se habla en las oficinas vecinas. Acaba de salir la noticia de que las integrantes del equipo nacional de fútbol femenino, que representa a los Estados Unidos a nivel internacional y ganó la Copa del Mundo de 2019, acordaron un histórico acuerdo de igualdad salarial US$24 millones con el organismo rector nacional del deporte, la Federación de Fútbol de EE.UU. Además de otorgar salarios retroactivos a jugadores actuales y anteriores, la U.S. Soccer también se comprometió a igualar la compensación entre las selecciones nacionales de hombres y mujeres.
“Es una gran declaración para los deportes femeninos”, dice la presidenta y cofundadora de Angel City, Julie Uhrman, sentada en una silla plegable en un patio iluminado por el sol junto a la oficina de su club. El equipo nacional femenino recibe más espectadores y atención que el equipo masculino, señala, e impulsa a los fanáticos a comprar más mercadería. “Finalmente se reconoce la equidad de pago era algo que buscábamos hace mucho tiempo”.
La equidad, en ingresos y oportunidades, es la misión de su club, uno de los dos equipos que acaba de iniciar su primera temporada en la Liga Nacional de Fútbol Femenino (conocida con las siglas NWSL), que ya cuenta con diez años de antigüedad.
Alto perfil
Desde su fundación hace dos años, Angel City ha sido noticia en los medios por su directorio repleto de estrellas. Uhrman, que tiene experiencia en tecnología y entretenimiento (anteriormente supervisó los servicios de transmisión de Lionsgate y el desarrollo comercial de la startup de realidad virtual Jaunt), cofundó el equipo con la actriz Natalie Portman y Kara Nortman, socia gerente de Upfront Ventures, el fondo capital de riesgo más grande de Los Ángeles. El cofundador de Reddit y capitalista de riesgo Alexis Ohanian es el inversor principal del equipo, y los otros patrocinadores del club incluyen actores de primera línea (Eva Longoria, America Ferrera), leyendas del tenis (Billie Jean King, Serena Williams) y varias exjugadoras del seleccionado norteamericano de fútbol femenino, como Mia Hamm, Abby Wambach, Julie Foudy.
El grupo de accionistas se unió en torno a la idea de que su empresa era más grande que el fútbol. “Nos encanta el fútbol”, dice Portman. “Pero también tenemos una misión secundaria, que es mejorar el estado de las condiciones para las atletas femeninas”.
Para Angel City, este objetivo implica crear un modelo de propiedad que pide a los inversores que actúen más como fundadores y se comprometan con el equipo en todos los niveles. El club también ha desarrollado un programa de patrocinio pionero en la industria para atraer marcas que tradicionalmente no están alineadas con los deportes y está encontrando nuevas formas de apoyar a sus jugadoras dentro y fuera de la cancha.
En una liga donde el salario mínimo es de US$35.000 y el máximo de US$75.000, hay mucho trabajo por hacer. (Incluso los jugadores de reserva en la Major League Soccer masculina ganan un mínimo de US$65.500). Pero no se trata solo del dinero. En 2021, los entrenadores en jefe masculinos de 5 de los 10 equipos de la liga fueron despedidos o renunciaron debido a denuncias de conducta inapropiada, incluidos comentarios racistas, conducta sexual inapropiada y abuso verbal. En septiembre, The Athletic publicó una historia explosiva en la que varios jugadores acusaron al entrenador de North Carolina Courage, Paul Riley, de coerción sexual y de hacer comentarios inapropiados. (Riley, quien fue despedida, ha negado la mayoría de las acusaciones). Lisa Baird, alguna vez elogiada por su éxito en el crecimiento de la liga como comisionada, renunció después de que trascendiera que conocía sobre los reclamos de Riley desde hace varios meses. La consejera general Lisa Levine también renunció. Están pendientes dos investigaciones sobre lo ocurrido.
Experiencias previas
Detrás de todo esto está el hecho de que la NWSL es la tercera encarnación de una liga profesional de fútbol femenino en los Estados Unidos. Las versiones anteriores fracasaron debido a la inestabilidad financiera. Ese legado ha tenido un impacto duradero. El miedo a lastimar a la liga o hacer algo que pueda frenar su impulso “puede perpetuar una cultura del silencio, que puede perpetuar una cultura de abuso”, dice Meghann Burke, directora ejecutiva de la Asociación de Jugadores de la NWSL.
Más allá de estos desafíos, el potencial del negocio es enorme: a diferencia de la MLS, que compite por jugadores y espectadores masculinos contra ligas establecidas desde hace mucho tiempo en todo el mundo, la NWSL tiene algunos de los mejores talentos del mundo y una audiencia natural.
Para que se desarrolle un fandom vibrante en torno a una liga deportiva, la gente debe preocuparse profundamente por sus rivalidades y jugadores, dice David Berri, economista deportivo y profesor de la Universidad del Sur de Utah. Y con el fútbol femenino de EE.UU., dice, “el vínculo emocional ya existe”, gracias a una selección nacional dominante. (La mayoría de los miembros del equipo nacional también juegan en equipos de clubes de la NWSL). Si el campeonato continúa aumentando el número de espectadores y atrayendo a las mejores jugadoras, podría, con el tiempo suficiente, estar junto a ligas masculinas más populares del mundo como la Premier League inglesa y La Liga española.
Angel City está lista para desempeñar un papel clave en este ambicioso objetivo. Primero, sin embargo, necesita probar que su modelo de negocio es rentable. “Tengo a los mejores atletas del mundo jugando un deporte global en una ciudad de campeones”, dice Uhrman. “Ahora vamos a construir el club con autenticidad, pensando en él como una marca”.
El ejemplo de Angel City está siendo replicado en otros equipos. Angie Long, copropietaria del equipo Kansas City Current NWSL, fue compañera de clase de Nortman de la universidad de Princeton y directora de inversiones de Palmer Square Capital Management, un fondo que administra más de US$22,100 millones en activos. Habló con Nortman después de la Copa Mundial de 2019 sobre lo que se necesita para comprar un equipo y llevarlo al mercado y, con su esposo, Chris, y la empresaria de fitness Brittany Matthews, lanzó un club en Kansas City (el anterior de la ciudad había cerrado en 2017). The Current, ahora en su segunda temporada, ha adoptado el modelo de patrocinio comunitario del 10% de Angel City. “Pensamos absolutamente que era una idea fenomenal, una forma de vincular el deporte y la comunidad”, dice Long. Hace unos meses, la empresaria y sus socios en el club de Kansas anunciaron planes para construir un estadio de fútbol en las orillas del río Missouri, que demandará una inversión WSL de US$90 millones y que contará con capacidad para 11,500 espectadores.
Hay señales de que la liga está avanzando a buen ritmo. En 2021, las menciones en los medios y las impresiones de la liga crecieron un 334% desde 2020, según la consultora deportiva Navigate.
En febrero, la jugadora Trinity Rodman, de 19 años, firmó el contrato más grande en la historia de la NWSL. Según los informes, la extensión de cuatro años con el Washington Spirit se cerró en US$1,1 millones. En noviembre pasado, un récord de 525 000 espectadores sintonizaron para ver la final de la NWSL, un aumento del 216% con respecto a la final de 2019. Y este abril, un enfrentamiento de pretemporada entre Angel City y San Diego Wave anotó 456.000 espectadores en CBS. “Es mucha gente viendo fútbol femenino”, dijo Uhrman en Twitter.
Aun así, solo cinco de los 146 partidos de la liga en la temporada 2021 fueron transmitidos por CBS. El resto estaba disponible en su servicio de streaming, Paramount Plus, y el cable CBS Sports Network, junto con Twitch. Pero los derechos de transmisión de la liga para Twitch vencen en 2023, y el acuerdo de CBS expira en 2024, lo que significa que podrían venir arreglos más lucrativos.
Negociación colectiva
Meghann Burke, arquera del Asheville City SC y directora de la Asociación de Jugadores de la NWSL, ayudó a negociar el primer acuerdo de negociación colectiva de la liga en enero. Ella dice que parte de la razón por la que los jugadores firmaron un contrato de cinco años a más largo plazo fue la cláusula de que recibirán el 10% de los ingresos netos por transmisión si la liga es rentable en los años tres, cuatro y cinco de la CBA. “Hablamos mucho sobre querer apostar por nosotros mismos y estar dispuestos a correr riesgos porque creemos que hay una gran oportunidad de crecimiento”, asegura la representante gremial de las jugadoras.
Esa es la posición de Angel City también. Ohanian, por su parte, tiene mucha confianza en el futuro del negocio del fútbol femenino. Cuando recibe tuits de odio sobre cómo está perdiendo el tiempo invirtiendo en deportes de mujeres, los guarda en una carpeta especial de Dropbox. “Me dan energía”, dice. “Cada vez que recibo otra actualización de los inversores sobre Angel City o veo más progreso, solo pienso en esos tuits y me siento aún más motivado”.