Hora de cubrirse: estrategias para llegar a octubre sin perder por goleada contra la inflación
Los fondos comunes de inversión son una alternativa sencilla para los iniciados, pero los analistas también recomiendan ON y bonos ajustados por CER
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Los cálculos son crudos. La inflación mensual proyectada para los próximos meses no baja de los dos dígitos y el anualizado estaría más cerca de 200% que de 150%. A ese ritmo, cualquier plan o intento de poner más dinero en los bolsillos no alcanza para recomponer el poder de compra y, por el contrario, se torna en más combustible para los precios.
¿Qué hacer entonces con los pesos los próximos meses antes de que la inflación se los devore? Consultados por LA NACION, los especialistas dejan sus recetas y sugerencias para el dinero que se mantiene en pesos a corto plazo, para pasar las elecciones de octubre y ahí barajar de nuevo. Cabe aclarar que no hay recetas perfectas, porque el clima es de altísima incertidumbre y por delante hay un escenario desconocido, pero quedarse inmóvil solo agravará la salud financiera.
“El contexto actual, caracterizado por la incertidumbre política, múltiplos desequilibrios macro y una nominalidad exacerbada luego del salto del dólar oficial post-PASO, invita a posicionarse en estrategias defensivas que apunten a proteger el capital”, es el primer análisis de Juan Ignacio Bialet, gerente de Finanzas Personales y Distribución de Grupo SBS.
Los FCI son la alternativa más sencilla para inversores que no cuentan con conocimientos o no tienen ganas de gestionar sus propias carteras. La inversión mínima de $1000 los convierte en un vehículo todoterreno y, aunque la cobertura muchas veces no sea perfecta, es mucho mejor que dejar el dinero “durmiendo” y derritiéndose en la caja de ahorro del banco.
En esta línea, Bialet recomienda: “Creemos que hay valor en el fondo común de inversión (FCI) SBS Renta Pesos, que actualmente está posicionado en instrumentos CER cortos, con una duración promedio de apenas cuatro meses, apostando a capturar el altísimo carry esperado para los próximos meses, pero buscando proteger el capital sin exponerse en títulos largos, cuyo comportamiento dependerá de las elecciones de octubre”.
Melina Di Napoli, analista de Balanz, pondera también los FCI ajustados por inflación como primer eslabón de cobertura a corto plazo. “La cartera de inversión de nuestro FCI Balanz Institucional (ajuste CER) está compuesta principalmente por bonos CER soberanos, esto es, emitidos por el gobierno nacional (34,6%), Lecer (28,9%), bonos UVA corporativos (9,2%), plazos fijos UVA (1%) y el resto en bonos corporativos en dólares y dólar link. Al 11 de septiembre tenía un rendimiento del 12,92% en los últimos 30 días”.
La otra opción que no falla para cubrirse, por supuesto, es el stockeo de mercadería, es decir, adelantar consumos y cerrar precios, sea con productos de uso diario (alimentos, perfumería, limpieza) o con equipamiento para el hogar y para la producción, en el caso de una empresa o emprendimiento. Si se le suma un uso eficiente de tarjetas de crédito, comprando el primer día del nuevo período de facturación y aprovechando cuotas si las hubiere, se suman algunos puntos más de ganancia.
Mix de bonos
Maximiliano Donzelli, head of research de IOL invertironline, pone sobre la mesa dos bonos para los que busquen renta fija: el dual TDA24 y la letra X23N3, que ajusta por CER. “Vemos atractivo el bono dual con vencimiento en abril de 2024 como parte de la estrategia de cobertura ante saltos en el tipo de cambio oficial y aceleración de la inflación”, explica. El TDA24 paga todo su capital al vencimiento y transfiere al inversor (por ser dual) el mejor resultado entre devaluación e inflación. En tanto, la X23N3 es una letra del Tesoro que ajusta capital por CER, vence el 23 de noviembre de 2023 (73 días) y a la fecha tiene un rendimiento de inflación +2,4%.
Francisco Schiffrer, team leader strategist de PPI, coincide en la búsqueda de cobertura con bonos ajustados por CER. Apunta su recomendación también a la Lecer con vencimiento en noviembre y subraya un dato importante para los inversores menos avezados: “Es importante recordar que hay cierto retraso en el ajuste del índice CER, ya que se actualiza con la inflación observada del mes previo. Por lo tanto, una vez que se conozca la inflación de agosto, se ajusta el índice hasta mediados de octubre”.
Di Napoli hace un doble clic sobre las coberturas de dólar oficial –bonos y fondos dólar link– y concluye que “ante un desdoblamiento cambiario, este tipo de instrumentos pagarán el tipo de cambio A3500, es decir, el utilizado para las operaciones de comercio exterior (importaciones y exportaciones)”. Y añade: “Si eso ocurriera, los activos dólar link dejarían de ser una buena alternativa. Por eso preferimos rotar algunas posiciones de dólar link a CER. En este tipo de bonos podríamos capturar el pass through (traspaso de la devaluación a precios)”. Sus sugerencias: dentro de la curva CER, destaca el Boncer con vencimiento el 25 de marzo próximo (TX24), con un rendimiento de CER + 2,7% TNA (tasa nominal anual) y el Boncer al 14 de abril (T3X4), que rinde CER + 2,4% TNA.
“Para quienes quien apostar por nuevos saltos o una aceleración del tipo de cambio oficial sugerimos invertir en el SBS Capital Plus FCI, que busca cobertura mediante una diversificación entre sintéticos dólar link y bonos soberanos y corporativos con duración reducida, pero en su totalidad con vencimiento posterior las elecciones generales de octubre”, sugiere Bialet.
Cobertura con riesgo
Para inversores que no quieren solo empatarle a la inflación, la única alternativa en el escenario actual es subir la apuesta y aceptar más riesgo en las estrategias de inversión. Para ese segmento, Donzelli recomienda acciones argentinas: “Entendemos que Pampa Energía es una compañía que no puede dejar de ser incluida en un portafolio por sus sólidos fundamentals, pero también porque parte de sus ingresos proviene directamente en dólares de exportaciones, que la sitúa como una alternativa de cobertura ante la volatilidad cambiaria”.
Schiffrer, de PPI también tiene una estrategia ad hoc para aquellos inversores que no se sienten cómodos con deuda soberana y que, además, tienen la mirada más puesta en los dólares financieros que en cubrirse de la evolución de la inflación. “En estos casos podrían considerar títulos corporativos que pagan en dólares, como las obligaciones negociables (ON) que pagan en dólares, por lo que brindan cierto refugio ante posibles vaivenes del MEP o el CCL”, explica.
“Las ON con buena calificación crediticia suelen mostrar menor volatilidad que los títulos soberanos en dólares y pueden ser un buen instrumento defensivo de cara a las elecciones”, plantea Schiffer, quien sugiere los bonos de YPF, Vista, Capex, CGC y Genneia.
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