Hiperconectividad: el trabajo híbrido dispara el “estrés tecnológico”
La fatiga digital o trabajar de más por la “paranoia de productividad” de los jefes se generalizó en el último tiempo
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“Es esa presión de responder, como cuando recibo un correo y pienso que tengo que hacerlo rápido porque, si no, alguien pensará: ‘¿qué está haciendo en casa?’”, y “la verdad es que dejo el celular en el coche por las noches, así no tengo la tentación de mirarlo”, son dos de las respuestas que ha recopilado un nuevo estudio sobre los retos del trabajo híbrido, la combinación de presencialidad y teletrabajo más habitual desde la pandemia.
Justo ahora la RAE ha aceptado “teletrabajo” como palabra nueva, pero la sociedad lleva años por delante y se ha topado con los problemas que conlleva la mezcla de ir a la oficina y trabajo remoto. Este nuevo formato híbrido, cada vez más común en empleos con computadora, ha recibido mucha atención por parte de la academia. Una nueva investigación cualitativa en España ahonda en los matices a partir de 14 entrevistas en profundidad hechas en 2022 a personas de entre 27 y 60 años de todo tipo de perfiles laborales. “El artículo aporta ideas concretas sobre cómo se vive la experiencia laboral en un entorno digital con altas demandas y un uso intenso de la tecnología”, dice Elizabeth Marsh, coautora y profesora del Departamento de Psicología de la Universidad de Nottingham. “Analiza cómo los empleados perciben estar hiperconectados y sentirse abrumados con su trabajo digital, y las consecuencias para su salud mental y física”, añade.
El lado oscuro
Los cinco temas más repetidos por los entrevistados sobre el “lado oscuro” de esta nueva modalidad laboral son la hiperconectividad, la fatiga digital, los problemas y fallos del entorno digital, el temor a perderse información y el estrés tecnológico. Citando investigaciones anteriores, el artículo dice que los trabajadores híbridos, en parte debido a la “paranoia de productividad” de jefes desconfiados, “pueden llegar a dedicar hasta 67 minutos extra al día para evitar que piensen que están flaqueando”.
Algunas de las frases que cita el artículo son extremadamente habituales entre las quejas de oficinistas por este nuevo y asentado trabajo híbrido: “Sientes como que tienes que estar ahí todo el tiempo, como si tuvieras que ser una lucecita verde siempre encendida”; “estoy todo el rato en Slack desde el móvil, y a veces eso afecta otras cosas que debería estar haciendo”; “podría estar trabajando, pero me distraigo y pienso: ‘voy a revisar mis correos’, y cuando me doy cuenta, he pasado media hora mirando emails sin hacer nada en concreto”.
El trabajo híbrido y el entorno digital también tienen ventajas: “Pueden ser buenos tanto para el bienestar como para la productividad”, asegura Marsh. “Para evitar los efectos negativos, o lo que llamamos el ‘lado oscuro’, depende de cómo las organizaciones planteen las herramientas digitales, involucren a los trabajadores en el proceso y les den las habilidades y mentalidad necesarias para tener una vida laboral digital saludable”.
Sobrecarga laboral
Hay muchas aplicaciones y plataformas que sirven para este entorno digital: “Creo que Microsoft Teams es realmente abrumador porque es tantas cosas distintas”, dice una persona entrevistada. Pero las investigadoras no han encontrado que haya alguna aplicación especialmente culpable. “En nuestro estudio, los participantes tuvieron problemas especialmente con la sobrecarga de correos electrónicos, mensajes de chats y videoconferencias”, dice Marsh. Para algunos participantes, la cantidad de canales de comunicación disponibles en el entorno digital era estresante, ya que tratan de mantenerse al día con todos.
Aunque la edad de los trabajadores no parece destacable, las investigadoras sí han encontrado que los mayores se encontraban con más obstáculos en sus retos digitales: “Todos los trabajadores entrevistados, sin importar la edad, sintieron los efectos de la intensidad tecnológica. Los más mayores parecían estar en mayor riesgo de estrés y ansiedad específicamente por dificultades para realizar tareas cotidianas online, usar herramientas nuevas o actualizadas, o caídas de internet”, detalla la investigadora.
La sensación de sobrecarga es más una percepción que un punto de no retorno. Las soluciones están en enfocar mejor el esfuerzo de los trabajadores, según Marsh: “Los participantes hablaron sobre cómo se ha intensificado la experiencia de trabajo digital, especialmente desde la pandemia. Tenemos que pensar en el esfuerzo mental y emocional que cada vez se les pide más a los empleados y cómo podemos reducirlo para proteger el bienestar y mejorar la productividad”.
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