Hewlett Packard y Oracle pelean ahora por US$3.000 millones
La mala sangre, finalmente, llegó al río. Durante muchos años, la ex Hewlett-Packard Co. y Oracle Corp. fueron buenos amigos. Sin embargo, una serie de conflictos, incluyendo la fricción provocada por la decisión de Oracle de empezar a vender hardware que competía con productos de H-P, y el supuesto papel de la primera en el declive de uno de los negocios más lucrativos de la segunda, terminaron llevándolas a los tribunales.
Se trata de la más reciente de las batallas judiciales que en el último tiempo han enfrentado a distintos titanes de Silicon Valley.
El caso comenzó en 2011, cuando Oracle emitió un comunicado que ponía en duda el futuro de las computadoras insignia de H-P, que son ahora comercializadas por Hewlett Packard Enterprise Co., la empresa que heredó el litigio después de la última reestructuración de la compañía.
H-P, al igual que otros fabricantes de sistemas de servidores, recurre principalmente a los microprocesadores de Intel Corp. para hacer funcionar su hardware.
Sin embargo, algunos de las máquinas más caras del fabricante de Palo Alto, California, utilizan Itanium, una familia de chips totalmente diferente de la empleada en la mayoría de las computadoras.
En 1994, Intel y H-P desarrollaron Itanium con la esperanza de que pudiera suceder con éxito a x86, la ampliamente usada familia de chips de Intel. Las computadoras que empleaban Itanium demostraron ser muy populares en algunos sectores en los que la confiabilidad es de suma importancia, como la administración de las bolsas de valores. No obstante, la mayoría del resto de los fabricantes de servidores y sus clientes siguieron hallando más atractivos los chips x86.
La tibia acogida de Itanium llevó a las empresas rivales a rebautizarlo sarcásticamente como "Itanic". La firma de investigación International Data Corp. estima que las ventas anuales de los sistemas que utilizan Itanium cayeron de US$3.100 millones en 2011 a US$876 millones en 2015.
Matt Eastwood, analista de IDC, dice que los clientes que abandonaron Itanium se pasaron en muchos casos a equipos x86 de H-P. Sin embargo, estos sistemas no tienen los generosos márgenes de ganancias de los sistemas basados en Itanium, ni los mismos contratos lucrativos de soporte técnico, señala.
H-P acusa a Oracle de contribuir a ese colapso de ventas con su compra en enero de 2010 de Sun Microsystems Inc., una operación que las convirtió en competidoras directas.
Oracle, por su parte, niega las acusaciones y dice que la venta de los productos basados en Itanium cayó por otras razones.
Otro conflicto entre Oracle y H-P surgió en septiembre del mismo año, después de que Oracle contrató en calidad de copre-sidente a Mark Hurd, el ex presidente ejecutivo de H-P, a quien la junta directiva le había solicitado la renuncia el mes anterior.
H-P entabló una demanda, argumentando que Hurd poseía secretos comerciales que permitirían a Oracle competir de manera desleal con el antiguo empleador del ejecutivo. Varias semanas más tarde, las compañías llegaron a un acuerdo extrajudicial.
En marzo de 2011, Oracle anunció que dejaría de crear nuevas versiones de su software de base de datos y otros para sistemas basados en Itanium.
El comunicado de prensa de la compañía indicó que en conversaciones privadas con altos directivos de Intel, estos dejaron en claro que Itanium estaba cerca de terminar su vida útil. Oracle recalcó que otros fabricantes de software habían dejado de hacer programas orientados a esa tecnología de chips.
Intel respondió que sigue comprometida con Itanium. Lo mismo hizo H-P, muchos de cuyos clientes utilizan el software de Oracle para ejecutar sus operaciones.
H-P finalmente demandó a Oracle en junio de 2011, diciendo que, como parte del acuerdo extrajudicial ligado a la contratación de los servicios de Hurd, Oracle estaba obligada a seguir brindando apoyo a Itanium.
"Inmediatamente después de emitir su anuncio, Oracle exhortó a su personal de ventas a atacar la base de clientes de Itanium de HP para tratar de convencerlos para que se cambiaran a la plataforma de Sun, propiedad de Oracle", dice parte de un escrito presentado por H-P ante el tribunal.
En agosto de 2012, un juez falló a favor de H-P, dictaminando que el acuerdo de 2010 obligaba Oracle a mantener el desarrollo de versiones Itanium de sus productos de forma gratuita, siempre y cuando H-P siguiera vendiendo este tipo de sistemas.
El nuevo juicio, que fue retrasado por una apelación de Oracle y otros factores, comenzó el martes. H-P busca recibir US$3.000 millones de la firma de software empresarial por presuntos daños y perjuicios.
Ambas partes harán sus alegatos ante el jurado, que deberá determinar si alguna de las compañías violó el acuerdo previo y, en caso de ser así, los daños que pudieran corresponder.
Un portavoz de Intel no quiso hacer comentarios. El último modelo Itanium de Intel fue lanzado en 2012 y la compañía aún no ha dicho cuándo espera presentar su próxima versión.
El juicio, que es sustanciado en un tribunal estatal en San José, California, comienza una semana después de que otro jurado determinó que el uso que Google Inc. hace del software Java de Oracle no infringe las leyes de derechos de autor. Oracle prometió apelar la decisión.
La acción de H-P contra Oracle ilustra lo mal que pueden terminar las alianzas entre empresas cuando las estrategias corporativas de las compañías cambian.
Se espera que el juicio dure entre cuatro y cinco semanas y podría incluir los testimonios de la copresidenta ejecutiva de Oracle, Safra Catz, y de Ann Livermore, una directora de HP Enterprise.
Tras el fallo de 2012, Oracle reanudó el lanzamiento de sus programas para Itanium. La firma sostiene que debido a ello es falso que H-P se haya visto perjudicada y que su pretensión de cobrar US$3.000 millones en daños es injustificada.
La compañía de software presentó una demanda separada en la que acusa a H-P de haber engañado ilegalmente a los clientes acerca de la tecnología del chip, para cuyo desarrollo siguió pagando a Intel.
"H-P trató desesperadamente de ocultar el fracaso de Itanium a sus clientes y al mercado en general", alega Oracle en un documento que resume su postura judicial.