“Gracias al boca en boca”: puso un café en España con un producto que no había y disparó sus pedidos
Se fue del país en 2011; pasó por México, Israel y Madrid hasta instalarse en Barcelona, donde abrió su pastelería, panadería y café de especialidad
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Barbara Spraggon inauguró su panadería y obrador en Barcelona con una inversión de 100.000 euros, que reunió con ahorros, créditos y préstamos de amigos. Sus productos “vedette” son los de masa madre y el pan jalá (el pan judío que se consume en festividades y en el Shabat). Es un emprendimiento encarado con su esposo, Eden, quien trabaja en una multinacional tecnológica y es productor de música tecno. “De alguna manera nos unimos dos artistas”, dice.
Nacida en el barrio porteño de Villa Urquiza, Spraggon se fue en el 2011 porque tenía la “sensación” de que la situación en la Argentina “no iba a mejorar”. De madre española, de chica había vivido en España. Cuando ella murió decidió buscar otros horizontes para estudiar gastronomía y se decidió por México, donde estudió, trabajó y conoció a quien hoy es su esposo, nacido en Israel, a donde se mudaron después.
“Nos fuimos casi sin pensarlo y con la decisión de intentar armar ahí nuestra vida”, cuenta a LA NACION. En México sus prácticas y trabajos en gastronomía habían sido “bastante escolares”, pero en Israel no solo terminó “de aprender”, sino que explotó su “creatividad”. Asegura que le fue muy bien: “Trabajé en los mejores restaurantes del país”.
Estuvieron poco más de tres años -en Israel aprendió a cocinar el jalá- pero, impulsada por cuestiones culturales, “convenció” a Eden de irse a Madrid. Ingresó a Diverxo, el restaurante del chef David Muñoz, de tres estrellas Michelin. “Me dediqué a la pastelería, fue lo mejor que me pasó, una de las mejores experiencias que tuve”, sostiene.
Esa mudanza fue en 2017 y ya la pareja tenía la idea de encarar algo propio, pero no terminaban de decidirse por el “riesgo” que implicaba tomar un préstamo e instalarse. “Mientras tanto seguía trabajando en relación de dependencia, pero siempre con la idea de instalar una pastelería con café de especialidad, quería que fuera una propuesta súper completa. Que quien viniera se llevara un pedacito de mí y de mi historia”, describe.
Con la irrupción de la pandemia del Covid-19 empezó a vender productos en su casa. Eden recibió una propuesta de la empresa donde trabaja de instalarse en Barcelona y en el 2021 se instalaron allí.
“La venta de panes de masa madre y de cookies de chocolate empezó a acelerarse -apunta Sppragon-. En esos meses de pandemia había una cantidad infinita. Al jalá lo empecé a hacer porque me gusta, lo había aprendido en Israel, y en España casi no hay, así que fue el boca en boca el que disparó los pedidos”.
Recuerda que en el restaurante israelí donde lo aprendió los primeros meses no la dejaban tocar la masa, hasta que, “después de un tiempo, la chef pastelera me lo permitió. Ponen amor y delicadeza en ese amasado y los viernes se convirtieron en mis días favoritos, siempre me encargaba del jalá”.
La “oportunidad” de un local en Barcelona, en el barrio de Poble Nou, “apareció de la nada”, según indica. “La idea ya estaba, aunque nos hacíamos replanteos. En un momento decidimos buscar un lugar para la pastelería en vez de un departamento para vivir -relata-. El primer anuncio que veo es el del lugar donde estamos ahora, estaba fuera de nuestro presupuesto, pero apenas entré dije ‘es acá’”.
En una semana, gracias a la flexibilidad del propietario, lo alquilaron. “Nos redujo el alquiler, lo remodelamos entero, usamos ahorro, un préstamo, ayudas de amigos”. “Barbara”, como se llama el lugar, terminó reflejando el sueño que tenían: “Un espacio muy estético, con detalles, ofrecemos una experiencia distinta, con estilo. Es una combinación de rústico y moderno”.
Tienen cafetería de especialidad, pastelería y panadería. Sppragon enfatiza que es un emprendimiento de la pareja porque “muchas recetas las hicimos juntos, la familia de Eden tiene relación con la gastronomía, y él la disfruta”. Al lado del pan jalá, hay una amplia variedad de formas y sabores de los de masa madre, tarta de ricota y alfajores de nuez. Una combinación del origen de los dos.
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