Propuestas como Eter Studio, Bunker, Bestia o Label 99 irrumpieron en el último tiempo con el desafío de presentar batalla en los shoppings y demostrar que el diseño argentino de indumentaria puede ser competitivo
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En los últimos años la industria textil y de indumentaria quedó en el ojo de la tormenta. Las estadísticas oficiales muestran que el rubro es el que lidera los aumentos , muy por encima del promedio nacional, lo que de por sí representa un número exorbitante. La tendencia no hizo más que confirmarse con el índice de inflación de marzo, que se conoció hace unos días y mostró una suba acumulada en los últimos doce meses para la categoría “prendas de vestir y materiales” del 124%, es decir veinte puntos por encima delpromedio general.
El hecho de que la ropa sea tan cara en dólares en la Argentina provocó que cada vez más voces se alcen reclamando la apertura del mercado a la competencia importada y el fin de medidas proteccionistas que impiden el desembarco de jugadores globales como Forever 21 o H&M y que explican la salida de otras cadenas internacionales como Falabella o C&A.
A las críticas que enfrenta la industria se suma el avance indetenible de fenómenos como el de la calle Avellaneda, que con una propuesta basada en bajos precios y alta informalidad ponen en jaque el negocio de la industria tradicional de la ropa y los shopping centers.
La contracara de este momento que enfrenta el sector es lo que está pasando con los jóvenes diseñadores. La última edición del BAF Week dejó en claro que la moda y el diseño argentino siguen siendo competitivos. Aún con todos su problemas, el país se puede jactar de ser un centro de generación de marcas que hoy le compiten de igual a igual a empresas internacionales en los shopping locales y que pueden cruzar las fronteras y presentar batalla en los mercados de la región.
Nombres como Label 99, Bunker, Bestia o Eter Studio buscan hacerse un lugar en la industria con propuestas que buscan ofrecer algo nuevo, ya sea en el street wear, la moda circular o el incipiente fenómeno de la indumentaria digital.
En muchos casos, detrás de estos nombres se encuentran apellidos con un peso en la industria. Los hermanos Luca y Mika Bonomi, socios en Label 99, son hijos de los dueños de Kosiuko y Herencia Argentina, y Melina Karagozian -una de los dos diseñadores detrás de la marca Bestia- forma parte del grupo TN&Platex, el mayor jugador en el negocio de los hilados en América Latina.
En otros, el espíritu entrepreneur se lleva en la sangre, aunque la familia provenga de otra industria: Sofía Englebienne, la creador de Eter Studio, es hija de Guibert Englebienne, uno de los fundadores de Globant, mientras que el padre de Iara Weich -socia de la marca Bunker- es el conductor de televisión Julián Weich. Pero más allá del rubro, el gen emprendedor dice presente en todos estos nuevos jugadores de la moda.
Label 99: Innovar pensando en los más jóvenes
Socios: Luca y Mika Bonomi
Antecedentes familiares: Los hermanos Bonomi son los hijos de los socios del grupo Kowzef, dueño de marcas como Kosiuko y Herencia Argentina.
Proyecto: En mayo próximo Label 99 cumplirá dos años, con una propuesta de street wear. “La idea fue hacer una marca más relajada, menos pretenciosa, que rompiera con los paradigmas, porque vimos que en la Argentina había un mercado muy grande sin explotar para una propuesta innovadora de diseño argentino, pero que estuviera atenta a las tendencias de afuera. Originalmente, la idea era era hacer una cápsula dentro de Herencia y usar el músculo comercial de Kowzef”, explica Luca Bonomi.
El potencial del diseño argentino: “La Argentina siempre se destacó por tener grandes diseñadores, no solo en materia de indumentaria, sino también en otras industrias como lo que hace Horacio Pagani con su propia marca de autos. Y esto explica que vas a un shopping en Buenos Aires y te cruzás con todas marcas locales, a diferencia de lo que pasa en países vecinos como Chile. Como industria hay mucho potencial para crecer afuera, pero el problema que tenemos es que el país no te alienta para salir a competir a nivel internacional. Con tantos tipos de cambio, se hace muy armar un esquema de exportación”.
¿Por qué es tan cara la ropa en la Argentina?: “La marca de ropa es el último eslabón de una cadena industrial y comercial. La gente tiene que entender que el comerciante o el local de indumentaria no es el responsable de un aumento, porque cualquier incremento en la cadena impacta en el precio final. Muchas veces nos tiran con todo a nosotros porque somos los que damos la cara con el cliente”.
¿Qué pasa si llega H&M?: “No estoy de acuerdo con la idea que la eventual llegada de Forever 21 o H&M podría barrer con todas las marcas argentinas. Y de hecho, en el mercado local ya estamos compitiendo contra Zara que es un monstruo a nivel mundial. En nuestro caso, son propuestas que apuntan a un público diferente y no lo vemos como una amenaza”.
Planes: “De entrada, lo que hicimos fue aprovechar la estructura de la familia y con Label comenzamos con corners, dentro de algunas tiendas de Herencia de manera de aprovechar el flujo de gente y posicionar más rápido a la marca. Pero ahora estamos preparando el lanzamiento del primer local de venta de Label, que va a estar en Palermo Soho. Todavía estamos elaborando nuestra propia identidad y en el futuro la idea es tener muchos locales propios”.
Bunker: La hora de las segundas oportunidades
Socias: Iara Weich y Julieta Alalu
Antecedentes familiares: Julieta Alalu no viene de una familia del rubro y estudio Economía, mientras que Iara, su socia, es la hija del conductor de TV Julián Weich.
Proyecto: Las socias de Bunker, una casa de venta de ropa usada (lo que algunos definen con el concepto más fashion de “moda circular”), cuentan que el proyecto comenzó casi por casualidad, por una necesidad familiar. “Hace casi seis años una tía mía se tenía que mudar y me ofreció un montón de prendas que tenía en su casa que estaban impecables, prácticamente sin uso. Me acuerdo que organicé una feria medio casera en mi casa y explotó de gente. Ahí empezamos a pensar la idea de hacer algo más, con una marca con mi socia y alquilamos el primer showroom en Colegiales, Lo que empezamos a hacer fue comprar y vender ropa usada, pero nos diferenciamos de las típicas ferias vintage porque las prendas están como nuevas y la gente no se da cuenta que es usada”, explica Julieta Alalu. Rápidamente el negocio explotó y hoy están facturando entre 5 y 8 millones de pesos mensuales, con su tienda que ocupa tres pisos en Palermo. “El negocio de la moda circular creció mucho en la Argentina. La gente está más abierta a comprar y vender ropa usada, por una combinación de factores económicos y sustentables”, explican.
El potencial del diseño argentino: “La Argentina siempre se destacó por tener grandes diseñadores pero la contracara es que son prendas a las que solo pueden acceder un porcentaje muy pequeño de gente. De hecho, a nosotros nos eligen porque ofrecemos esa posibilidad de comprar primeras marcas. Una remera de una marca argentina exclusiva que se vender a $30.000, en Bunker se puede encontrar por $4000 o $5000″.
¿Por qué es tan cara la ropa en la Argentina?: “Está claro que fabricar en el país cada vez es más caro y que los impuestos no ayudan, pero la verdad es que cuesta entender algunos precios de la ropa en la Argentina. El diseño de autor está buenísimo, pero muchas veces no tienen relación con los sueldos de la gente”.
¿Qué pasa si llega H&M?: “Aunque las cadenas no estén en el país con sus tiendas, los argentinos ya están comprando ahí, así que no veo grandes cambios. En Bunker las prendas de Forever 21, H&M, Mango y Zara son las que más salen y representan cerca del 60% de las ventas”.
Planes: “En los próximos meses queremos sumar un segundo local, para lo cual estamos analizando ubicaciones en Villa Urquiza y Belgrano. Nuestro sueño es abrir un Bunker en cada barrio de la ciudad”
Eter Studio: El diseño argentino desembarca en el metaverso
Socia: Sofía Englebienne
Proyecto: Eter Studio nació en enero de 2022 y su fundadora explica que más que una marca la empresa se define como un estudio creativo, que gira alrededor de la tecnología, el diseño y la comunicación, con un equipo que reúne a arquitectos, diseñadores y marketineros. “El objetivo de Eter es acompañar la transición que estamos viviendo del mundo físico al digital, para lo cual trabajamos con empresas, marcas y celebrities, generando contenido digital. De hecho debutamos con un proyecto de moda digital y ahora estamos incorporando una pata en el mundo de la moda física”, explica la fundadora del proyecto. Eter Studio además acaba de desarrollar un primer desfile digital, con una cápsula limitada de prendas virtuales en la edición del BAF Week.
Antecedentes familiares: Mi origen familiar no tiene nada que ver con el lado de la moda”, asegura la hija de Guibert Englebienne, uno de los fundadores del unicornio argentino Globant. “Mi mamá es ginecóloga, y por mi papá siempre tuve una relación muy estrecha con la tecnología, pero con un poco de rebeldía adolescente me puse a estudiar moda cuando terminé el secundario y en 2021 me recibí en la carrera Diseño de Indumentaria de la UBA”.
El potencial del diseño argentino: “Definitivamente el diseño argentino está pasando por un gran momento, pero a la vez me parece que el mercado local es un terreno difícil a la hora de innovar y presentar diseños disruptivos y sustentables. En este sentido, creo que el país está un poco atrasado con respecto a lo que sucede en el mundo. La moda digital es un nicho, pero también es un hecho”.
¿Por qué es tan cara la ropa en la Argentina?: “En un país donde es tan cara la ropa como la Argentina, la moda digital es una herramienta muy importante, porque ofrece la posibilidad de un consumo mucho más democrático”.
¿Qué pasa si llega H&M?: “Estoy convencida de que no sería nada bueno. Las cadenas de fast fashion son parte del problema y no una solución. Las redes sociales y la moda entraron en un loop, lo que acelera los tiempos y el descarte. Hoy una prenda de ropa en Estados Unidos en promedio se usa solo siete veces. Nuestro desafío con Eter es hacer algo que se use 100 veces”.
Planes: “La idea es ser un estudio para la exploración, partiendo de la premisa de inyectar tecnología y diseño en la vida de las personas, desde la ropa hasta los objetos del hogar. Llevar adelante un diseño multiplataforma alrededor de productos que la gente quiere comprar”.
Bestia: Una marca que se anima a cambiar
Socias: Melina Karagozian y Catalina Villarraza
Antecedentes familiares: Las dos socias de Bestia se conocieron estudiando Diseño de Indumentaria en la UBA. Melina es hija de Dino Karagozian, uno de los dueños de TN&Platex, la mayor empresa textil de la Argentina, y Catalina nació y se crió en San Nicolás, provincia de Buenos Aires. “Yo viví desde chica en el mundo textil. Mi familia viene del negocio de los hilados y cuando era muy chica mi familia tenía la licencia de la marca Hering. Siempre me encantó ir a desfiles y me interesaba todo el diseño. Mi sueño era entrar como diseñador de una marca internacional. Pero cuando lanzamos Bestia, me di cuenta que el diseño es importante, pero que también es fundamental pensar el negocio y la estrategia de la marca”, explica Karagozian que reparte su tiempo entre los negocios familiares en TN&Platex y el proyecto de su propia marca.
Proyecto: “Bestia tuvo un arranque bipolar. La marca se presentó en un concurso en el BAF Week de 2017, con una propuesta muy impactante y un desfile que incluyó cumbia villera. Después de esa presentación, empezamos a vender con un showroom en Acassuso y después nos mudamos a un local cerca del Botánico. El target inicial era muy diferente al que tenemos hoy. Hacíamos vestidos para mujeres cancheras pero un poco más grandes. Pero en la pandemia decidimos volver a las fuentes, con una propuesta urbana e irreverente. La idea con Bestia es hacer una marca de street wear, con una colección de ropa para todos los días”.
¿Por qué es tan cara la ropa en la Argentina?: “Creo que el principal problema son los impuestos. En el caso de Bestia, nuestros márgenes de ganancia son muy bajos y si le restás los costos de los insumos, alquileres, impuestos y sueldos, el número no llega al 5 por ciento”
¿Qué pasa si llega H&M?: “La gente se queja con razón de que la ropa en este tipo de cadenas es muy mala y dura muy poco. Así que no veo con preocupación, la llegada de marcas como Forever o H&M. Creo que el público que nos compra a nosotros valora otras cosas, como la calidad de la prenda y saber quién hizo el trabajo de confección”,
Planes: “Queremos crecer en todo el país. Para eso en una primera etapa estamos apuntando a todo lo que sea potenciar el canal mayorista, para que en el interior conozcan lo que estamos haciendo, no por fotos que pueden ver en Instagram, sino con prendas que pueden probarse Y a futuro, el sueño es tener un local de Bestia en cada provincia del país”.
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