Fue la primera agua mineral embotellada del país, ganó un premio a la mejor del mundo y ahora llegó a China
Mediante una inversión que ya ronda los US$ 700.000, el grupo Yuanfen retomó la producción de Palau y apunta a reflotar la marca
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LA NACION
Mucho antes de que existiera el Obelisco, el agua mineral Palau ya había desembarcado en la city porteña y estampado allí sus publicidades. Desde Rosario de la Frontera, un pueblo ubicado al noroeste de la provincia de Salta, la marca se expandió y se achicó, tuvo sus vaivenes y luego de varios pases de mano, ahora puso un pie en el mercado chino.
La historia de la línea se remonta a 1880, cuando el médico español Antonio Palau conoció una fuente de aguas termales en el cerro La Candelaria, e interesado en sus propiedades curativas inauguró el primer balneario de este tipo en América Latina. En ese entonces, el emprendedor recibía a los huéspedes con una copa de agua tomada de esa misma fuente y, a partir de la fama alcanzada, tomó la decisión de embotellarla y comercializarla, dando lugar así a la primera agua mineral envasada de Argentina.
El complejo albergó a visitantes de distintas partes del mundo y a personas ilustres, como los expresidentes Bartolomé Mitre, Domingo Sarmiento y Nicolás Avellaneda. Y rápidamente, Palau fue reconocida en todo el globo: en 1904 fue distinguida como la mejor agua del mundo en la exposición Universal en Estados Unidos, y dos años después recibió el premio Grand Prix de Higiene en Londres. La marca llegó a la primera plana de la sociedad, en revistas y diarios nacionales, como Caras y Caretas y LA NACIÓN, y a la película “Cuesta abajo”, protagonizada por Carlos Gardel. La distribución en Buenos Aires estaba a cargo de la firma Freixas Urquijo, bajo el slogan “No ha cruzado la línea”, en referencia a su mineralización media baja.
Palau fue catalogada como un agua mineral hipertermal, alcalina, bicarbonatosa y de pH alto. Se trata de un agua mineral orgánica, es decir, que aflora naturalmente con una elevada composición de minerales. La captación de la misma no requiere de perforaciones ni de bombas, sino que esta surge de una vertiente natural que se ubica a 2700 metros de profundidad.
Caída y repunte
A lo largo de estos años, la concesión estatal por el uso y la explotación de los recursos pasó por distintas manos. “A raíz de vaivenes y de malas decisiones, Palau había empezado a desaparecer del mercado”, señaló Diego de la Vega, CEO del grupo Yuanfen, el que ganó la concesión del negocio en 2021. Con base en Tucumán, la firma es una subsidiaria de una empresa china homónima, dedicada a la consultoría de comercio internacional. Y añadió: “Nos llamó la atención que un agua con tanta historia, premiada a nivel mundial, y considerada por especialistas como una de las mejores no se comercializara en los canales que merecía y en el plano internacional. Nos atrajo el desafío y nos embarcamos en esta historia”.
A partir de entonces, y mediante una inversión que ya ronda los US$700.000, la empresa se puso al frente de la planta y reabrió sus puertas después de 14 meses sin operación. “Empezamos a regularizar la situación, con la satisfacción de que, lentamente, instauramos nuevamente la línea en el mercado local, arrancando por plaza del NOA”, precisó de la Vega. Y amplió: “Históricamente, el máximo de producción fue de 400.000 litros al mes; mientras que ahora estamos en torno de 1,2 millones y, en los próximos dos meses, prevemos estar tocando 2 millones”.
Desembarco en China
Este año, Palau anotó un nuevo hito y plantó bandera en China. “A partir del know-how en comercio internacional y de nuestra oficina en China, empezamos con el proyecto de exportación en septiembre del 2022. Y ahora, a fines de octubre de este año, concretamos la llegada del primer embarque”, indicó de la Vega.
Para el proyecto de internacionalización, la empresa anudó un acuerdo con una firma china, enfocada en la promoción de productos argentinos y españoles y en su distribución en la industria de la gastronomía premium. De esta manera, la marca ya está presente en envases de 500 cc en los restaurantes de Shanghai, ciudad considerada un núcleo financiero mundial, con 27 millones de habitantes.
De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores, el mercado chino tiene un alto porcentaje de participación de productos argentinos del rubro alimenticio frente a otros. Así, según datos oficiales, el país registró en 2022 exportaciones hacia China por un valor cercano a US$ 2.800 millones, monto conformado por diferentes variedades de carne, lácteos, frutas y hortalizas, entre otros.
Recuperación de la línea de vidrio
En este marco y a fin de cumplir con los requisitos de la alta gastronomía, la empresa avanzó en la recuperación de la línea de vidrio. De esta manera, además, prevé llegar a Dubai -plaza que no admite otra presentación-, para lo cual ya dispone de los códigos de registro y las licencias habilitantes.
“Hay una escasez de cristal a nivel mundial, y en Argentina se ve acrecentada. Sin embargo, estamos próximos a resolverlo y prevemos presentar las primeras botellas en los próximos tres meses”, explicó de la Vega. Y precisó: “Una vez que desarrollemos la nueva presentación, deberíamos alcanzar en el primer semestre la comercialización de alrededor de 500.000 botellas al mes, para luego escalar de forma gradual hasta las 2 millones de botellas al mes a fines de 2024 destinadas al mercado exterior”.
A su vez, Palau tiene proyectado recuperar su presencia en el país y llegar a los restaurantes en Buenos Aires, de la mano de DBA Distribuidora de Bebidas. Según el último informe elaborado por la consultora Claves, en 2019, en Argentina se consumen aproximadamente en promedio 22 litros anuales de agua mineral por persona, cálculo que tiene en cuenta el consumo de envases de hasta seis litros.
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