Fin de un clásico: se dejarán de fabricar petardos y bombas de estruendo
Empresarios de la industria y sindicalistas acordaron no producir más estos productos por su alto impacto sonoro
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Durante las fiestas de fin de año, en la Argentina se empezará a dejar de escuchar el sonido que generan los petardos y bombas de estruendo. En línea con los cambios de época, la industria de los fuegos artificiales eliminará de su fabricación aquellos productos de alto impacto sonoro, debido al daño que provocan en personas con hipersensibilidad auditiva.
En el marco de la segunda campaña nacional “Celebremos siempre con fuegos artificiales amigables”, empresarios y sindicalistas del sector acordaron dejar de fabricar las “bombas y petardos de suelo”. En cambio, buscan enfocarse en la fabricación de productos “de bajo impacto” para la sociedad.
“Se empezarán a eliminar esos productos que le hacían daño a aquellas personas que sufren hipersensibilidad auditiva y creemos que estas medidas forman parte de la evolución de la actividad”, aseguró a Télam Guillermo Cantatore, secretario general del Sindicato Único de Empleados la Industria de la Pirotecnia y Afines (Sueipa), quien admitió que este cambio “se tendría que haber hecho hace diez años”.
A su vez, durante el mes de diciembre se seguirá desarrollando la campaña de concientización. Comercios, empresas y los 60.000 argentinos que trabajan en la industria se unirán para informar sobre el uso responsable de la pirotecnia y alentarán la elección de aquellos que generen un bajo impacto sonoro o lumínico.
“El nivel de sonoridad de los fuegos artificiales ‘amigables’ no genera molestias porque tienen un ruido similar a los ruidos habituales de la ciudad, diferente a los de gran impacto sonoro que son las bombas de estruendo y morteros”, señaló Ezequiel Asquinasi, director de Relaciones Institucionales de la Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales (Caefa).
Tanto los empresarios como los sindicalistas coinciden: la industria se está adaptando a un cambio que se viene dando en todo el mundo, sobre todo en las generaciones más jóvenes. “Son los propios chicos los que cambiaron los gustos, rechazan los que hacen mucho ruido y prefieren los de bajo impacto”, sostuvo Cantatore.
Sin embargo, hay quienes consideran que la medida es aún insuficiente. Durante los últimos años familiares de niños autistas y asociaciones de defensa de los animales han llevado adelante varias campañas para prohibir en la Argentina el uso de la pirotecnia en las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
“En la Argentina y en todo el mundo se está dando una tendencia donde el propio público elige lo lumínico y de bajo impacto sonoro”, cerró Asquinasi, al tiempo en que remarcó que los mismos no son más caros que los ruidosos.
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