Facturan $15 millones al mes: empezaron en el patio de su casa y hoy producen una cerveza premiada en el país
Los hermanos Goyeneche crearon la marca homónima de cerveza artesanal que produce cerca de 60.000 litros mensuales en su planta de Boulogne
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Un patio en la casa de los padres y un hobby. Hace 16 años Gabriel, Pablo y Sebastián Goyeneche incursionaron en el mundo de la cerveza artesanal, que en aquel entonces todavía era un nicho poco explorado, como cuentan los emprendedores. Gracias a la curiosidad adolescente de Gabriel, que tenía 17 años y que fue el primero en probar el homebrewing, nació la marca Goyeneche, una “familia cervecera”, como indica su eslogan.
Los hermanos fueron viendo que las recetas funcionaban: a los amigos y familiares les gustaban sus productos. “Si bien al principio era todo muy casero (lo hacíamos en el patio de casa), vimos que podía crecer y profesionalizarse”, explica Sebastián.
“Cocinábamos cerveza una vez al mes, dependiendo de la temporada”, comenta, y agrega que, entonces, producían 150 litros aproximadamente. Las primeras cocciones las llevó a cabo Gabriel gracias a un préstamo de $1000 que le dio su padre, la inversión inicial del emprendimiento. Con esa plata pudieron comprar una olla de acero inoxidable de 200 litros y los primeros insumos: agua, levadura y lúpulos.
“El proyecto fue creciendo porque vimos que la cerveza gustaba. Despegó más cuando la empezamos a llevar a la feria de la Facultad de Agronomía. Ahí accedimos a otro público y a más capital para comprar insumos y maquinaria”, detalla Sebastián.
El despegue
Goyeneche evolucionó de a poco. De su patio se mudaron a una casa que les prestó un familiar. En 2015, con los ingresos que obtenían de vender en la feria, consiguieron un galpón industrial. Hasta ese momento, cada uno mantenía trabajos paralelos, pero con la ampliación del espacio y, por consiguiente, de la producción, pudieron dedicarse enteramente a la cerveza y, finalmente, comprar una planta propia en el barrio de Boulogne, en donde hoy realizan tres cocciones por día, lo que equivale a cerca de 7500 litros.
Pero el negocio todavía se centraba en proveer a locales gastronómicos. Y cuando en 2020 se produjo el aislamiento obligatorio por la pandemia de Covid-19, los hermanos lo tomaron como un punto de inflexión. Así, decidieron invertir y comprar botellas e insumos para envasar, un desafío que todavía no habían encarado: “Fue el momento de salir a vender el producto al público en general. Fue un paso difícil, pero lo superamos con éxito”, recuerda el fundador.
La inversión para esto fue de 20.000 dólares. Con esto consiguieron que el hobby que empezó en un patio se convirtiera en una marca que hoy produce 60.000 litros de cerveza por mes, aunque con fluctuaciones según la temporada: “Es un producto estacional —cuenta Sebastián—. En una temporada alta [primavera/verano] podemos llegar a una facturación estimada de $15 millones mensuales”.
Variedades y ventas
Luego de 16 años de impulsar el emprendimiento, hoy Goyeneche ofrece 13 variedades de cerveza que se dividen en clásicas (Blonde, Golden, Scottish, Porter), aromáticas (Honey, American Wheat, Tripel), y lupuladas (Ipa, Apa, Neipa, Hazy Ipa, Pacific Ipa).
Sebastián cuenta, también, que la variedad Tripel, de color dorado y origen belga, con cuerpo medio y moderada graduación alcohólica, obtuvo la medalla de oro en la Copa Argentina de Cervezas de 2019, una competencia que se realiza todos los años y que reúne a productores y cervecerías de todo el país.
En este evento participaron cerca de 200 cervecerías de todo el país. Además de premiar la calidad de estas, también se otorgan medallas a las mejores cervezas en diferentes categorías: Lager, Ale, Belgian, Stout y Porter. La variedad Tripel de Goyeneche obtuvo el primer puesto en la categoría Belgian Strong Ale.
La venta la realizan de diversas formas: en vinotecas, almacenes y mercados. “Actualmente, la cerveza Goye se consigue desde Tierra del Fuego hasta la Quiaca. Tenemos distribuidores en todo el país”, se enorgullece Sebastián, y agrega que también cuentan con un bar franquicia en Lanús y una tienda online.
Los planes de ampliación se extienden a futuro: “Estamos recibiendo una enlatadora, con lo cual, en el corto plazo, vamos a tener en el mercado cerveza Goye enlatada. Además, estamos en tratativas de abrir nuevas franquicias y con muchas ganas de exportar”, comenta Sebastián, y explica que, por el momento, los hermanos analizan algunos destinos en Latinoamérica para desembarcar con sus bebidas y que ya realizaron algunas tratativas para llegar a Brasil.
Y a pesar de que asegura, como muchos, que es difícil emprender en el país por el contexto económico cambiante, el emprendedor remarca, también, que lo mejor es la gente: “Siempre tienen ánimo de probar cosas nuevas. El apoyo del público es lo que más nos alienta”.
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