Empresas que dieron un paso más en su estrategia sostenible
Referentes de distintas industrias resaltaron el cambio cultural, la innovación y la colaboración como pilares de un nuevo modelo de negocio; las estrategias de Telecom, Unilever y Genneia
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La sustentabilidad dejó la agenda de Responsabilidad Social Empresaria, para convertirse en un tema de negocios. Así quedó en evidencia en el octavo capítulo del ciclo de eventos Sustentabilidad, organizado por LA NACION y la consultora EY. Desde el interior de sus cocinas, referentes de empresas expusieron las principales estrategias que setearon en pos de reconvertirse.
“Tenemos una estrategia de sustentabilidad basada en cinco pilares: cambio climático; economía circular; tecnología para el desarrollo sostenible; cultura y transparencia; y biodiversidad. Y cada pilar enrola una serie de acciones con foco en nuestros clientes y en la sociedad”, señaló Pedro López Matheu, director de Comunicaciones Externas, Sustentabilidad y Medios en Telecom. Para el ejecutivo, este es un tema clave, en tanto se trata de una industria altamente dependiente de la energía: “Nuestro desafío es bajar las emisiones de carbono a la atmósfera, a la vez que hacer el switch de nuestra fuente de provisión de energías fósiles a limpias”.
En esa línea, recientemente, Telecom firmó un acuerdo con Genneia y con YPF luz, a fin de adquirir el 22% de la energía consumida por su data center -uno de los más grandes de América Latina- de fuentes renovables, equivalente al consumo de 38.000 hogares. “Para llevar adelante estas estrategias, las mediciones son clave. Estamos trabajando con parámetros internacionales basados en la ciencia, que nos miden la curva de reducción de emisiones y nos permite elevar los compromisos. Esto, además, nos abre la puerta a financiamiento más económico y da respuesta a los pedidos de inversores y de consumidores”, remarcó.
Otra de las empresas que avanzó en este camino fue la multinacional de consumo masivo Unilever. “Arrancamos en 2010, antes de que la ONU definiera los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En esa primera etapa, el objetivo era hacer sonar las alarmas, a fin de poner el foco en los desafíos ambientales, sociales y económicos, y seteamos objetivos a largo plazo. En 2020, integramos la estrategia al negocio y a la cadena de valor. Y ahora, a partir de la experiencia de los últimos 14 años, nos reenfocamos hacia lo que llamamos “etapa del delivery”: buscamos acelerar las acciones, poniendo el foco en donde consideramos que Unilever tiene más impacto: clima, naturaleza, plástico y comunidad”, explicó Natalia Giraud, directora de Comunicaciones y Asuntos Corporativos en la empresa. Y remarcó: “En este momento, ya no hablamos de sostener, sino de regenerar la naturaleza”.
En sintonía, Gustavo Castagnino, director de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad en Genneia -empresa dedicada a la generación de energía renovable del país, con el 20% del mercado- añadió: “Tenemos alrededor de 35 clientes corporativos de la magnitud de Telecom, que nos adquieren la energía para descarbonizarse y cumplir con sus propios objetivos de transición energética. Este camino es inevitable: las empresas que no lo hagan se quedarán afuera”.
Estrategias a tierra, en pos de una economía circular
A efectos de disminuir su impacto, Telecom adoptó una nueva lógica de operación: pasó de la cadena “insumo -explotación- deposición final de residuos” hacia una basada en acciones que van desde lo más simple, como la separación de residuos en el edificio, hasta la recuperación del 60% de los módems y de equipos, pasando por la reducción del consumo de papel y la incorporación de tarjetas SIM fabricadas con materiales reciclables y carbono neutrales. “La sustentabilidad forma parte del negocio; nos permite acceder a fuentes de financiamiento, a la vez que desarrollar líneas de negocio, como tecnología para el agro”, explicó López Matheu.
A su turno, Giraud hizo foco en la agricultura regenerativa, a partir del trabajo realizado por Unilever en la planta de vegetales y hortalizas de su marca Knorr ubicada en Cuyo. “Mientras que antes hacíamos foco en agricultura sustentable -enfocada en la eficiencia en el uso de recursos para la producción-, hoy hacemos foco en principios que nos permiten regenerar el ecosistema. como la técnica de riego por goteo”, explicó. A este también añadió distintos proyectos encarados con clientes para la logística inversa de los envases post consumo y el reciclaje del plástico; y el programa UniPyME, creado para potenciar a la industria nacional y que ya enrola a más de 7000 firmas.
Para Castagnino, el desafío es claro: llevar las estrategias a la diaria. “El productor es responsable de lo que pasa, pero también los consumidores. La diaria nos interpela a todos y cada uno tiene un papel que jugar. En materia de energía, parte de la solución es la transición, pero también otra parte es la eficiencia energética. Definitivamente, hay un cambio de paradigma”, consideró.
A la hora de abordar los desafíos, López Matheu puso la lupa sobre el cambio cultural que la sustentabilidad implica, tanto dentro como fuera de las organizaciones. “Tenemos que cambiar procesos que se realizan de un modo exitoso desde hace años, a pesar de los costos, la complejidad y el tiempo que demandan”, señaló. En esa línea, explicó que, todos los años, Telecom organiza un ciclo de eventos bajo el lema “Semana de la sustentabilidad”, en el que expertos internos y externos brindan charlas a fin de impulsar la concientización. “Tenemos la responsabilidad de llevar el tema a las diferentes áreas y designar a cada una una tarea, por ejemplo. Por ejemplo, para la disminución del uso de energía, desenchufamos equipos y los renovamos por otros más modernos. Desde un punto de vista económico, esto implicó un costo, pero este es el camino hacia dónde vamos”.
Cambio de paradigma y bonos verdes
A la hora de abordar el tándem entre la sustentabilidad y acceso al financiamiento, el ejecutivo de Genneia trazó una distinción: “Los bonos de carbono son un instrumento, con el que nosotros trabajamos, que le permite a las compañías compensar su huella de carbono. En tanto, los bonos verdes son un instrumento financiero para recaudar fondos para proyectos verdes”, explicó. Y puntualizó: “El proceso de emisión de bonos verdes implica una trazabilidad y verificación muy fuerte por parte de agencias, de inversores y de bancos: chequean que cada peso o dólar que ingresa a la compañía por ese bono sea destinado a una acción verde, como la construcción de un parque eólico o una nueva planta de tratamiento de efluentes”.
En este marco, de acuerdo con Castagnino, la Comisión Nacional de Valores adoptó la normativa internacional y le dio forma a una normativa “muy virtuosa que permitió el desarrollo de este mercado”. “Los organismos multilaterales de crédito tienen fondos disponibles para la financiación de proyectos sustentables. Y más allá del complejo contexto macroeconómico, hay interés por estos proyectos. La Argentina tiene la oportunidad de aprovechar su potencial como país acreedor en temas ambientales -porque no generamos tantas emisiones como las que evitamos-. Además, mientras que a nivel internacional, entre el 25% y el 30% de toda la matriz energética proviene de energías renovables, en la Argentina esta ronda el 15%. Tenemos mucho camino hacia adelante”, remarcó.
En los últimos tres años, Genneia emitió US$700 millones en bonos verdes, a la vez que, en los últimos siete recibió casi US$500 millones en financiamiento por parte de bancos de desarrollo de países como Canadá, Holanda, Alemania y Dinamarca.
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