Empresarios fuera del molde: los desafíos de encarar un nuevo negocio al margen del mandato familiar
Cuando repartir la agenda en múltiples rubros no resulta una carga sino un desafío; los casos exitosos de la nueva generación que se anima a incursionar en una industria desconocida pero sin dejar de lado las responsabilidades en la empresa de la familia
M anejar los hilos de la Argentina suena a una tarea titánica, pero cuando esa función resulta literal y el sector hilandero atraviesa una batalla con múltiples frentes ponerse en los zapatos de Teddy Karagozian se puede medir como un trabajo de alto riesgo. Karagozian está al frente de TN&Platex, la mayor hilandería del país con un 50% del mercado, siete plantas (seis en funcionamiento) y más de 1300 empleados. Pero a su vez, hace un lugar en su agenda para atender los intereses de la Fundación Pro-Tejer y hace dos años, creó una empresa de seguridad, Kustos, que también insume parte de su día a día.
“Empezó como un hobby al que le dediqué muchísimo tiempo el primer año hasta que logré las representaciones de una serie de empresas con equipamiento en seguridad de origen israelí, francés, ruso y estadunidense”, repasa el empresario y continúa: “Primordialmente tiene un fin social, porque empecé a interiorizarme en el tema a partir de los altos índices de inseguridad que se viven en la Argentina y el déficit de recursos con los que cuentan las fuerzas públicas es enorme. Ahora veo con buenas expectativas un posible incremento en las inversiones en esa área a partir de este año”, explica el empresario textil.
El caso de Teddy Karagozian no resulta aislado, y los empresarios que emprenden por fuera del negocio familiar reúnen una serie de características comunes, según precisa Viviana Arbelo, una socióloga y especialista en coaching ontológico de Sociología Clínica Consultores Viviana Arbelo
“Son proactivos, innovadores, tienen intuición, sexto sentido y están dispuestos a arriesgar. Si hay en ellos temor al fracaso, éste no es paralizante”, describe así los perfiles de Esteban Tsariktsian Potigian, Guido Miedvietzky, Jaime Chmea y Leonardo Rodríguez Nader a los que LA NACION convocó para hablar acerca de los desafíos que implica encarar un negocio nuevo por fuera de su rubro tradicional.
Cuestión de familia
Potigian Golosinas es la historia de muchas empresas familiares que surgió en el tesón de un inmigrante armenio y se convirtió en un distribuidor gigante que en la actualidad cuenta con 350 empleados, que llega a 5500 kioscos, 1700 estaciones de servicio, y otros 1000 puntos de venta de todo el país.
“Nací en la compañía familiar y desde joven pasé por los puestos de venta, reparto y distribución hasta llegar a compras, pero en un momento me aparté y me fui a trabajar en la empresa de un amigo dedicada al tratamiento de residuos patológicos”, recuerda su derrotero el ahora socio gerente de la distribuidora, Esteban Tsariktsian Potigian.
“Cuando decidí volver a la empresa ya me había embarcado en la apertura de un hotel en el cual invertí US$ 2,5 millones”, continúa su historia el también propietario del hotel Howard Johnson Inn Palermo.
“Muchas veces generar otro negocio es no quedarse estancado y en mi caso, una demostración que puedo como persona mejorar un producto y no morir siendo solo un heredero”, reflexiona el empresario, que reparte su agenda entre el hotel con 13 personas a cargo y la función ejecutiva en la empresa, junto a su socio y tío Martín Potigian.
Cambio de rutina
Chmea, socio fundador de la red de vinotecas Winery, que suma 28 locales y ventas por $ 500 millones cada 12 meses, se salió del molde una y otra vez. Tras dedicarle cinco años de su vida a la empresa textil familiar, popular por las camisas, desarrolló un concepto distinto de vinotecas, abrió The Shelter Coffee y ahora también es desarrollador inmobiliario.
CMNV Comunidad de Inversión es el vehículo que armó junto a su socio Rodríguez Nader para lanzar Astillero, una torre residencial de 15 plantas que demandará US$ 20 millones y que se levantará en la zona de Catalinas Sur de la Capital Federal.
“Todo lo que hago tiene que ver con cosas que me gustan. En Winery, decidí ocupar un rol más estratégico y dedicar más tiempo a estos nuevos emprendimientos. Me gusta que los proyectos tengan un perfil cualitativo y sin pretender ser altruista aportar algo a la sociedad y de ahí el cruce de rubros, lo comercial, los vinos, el café y ahora la construcción y el real estate”, describe Chmea, quien asegura no tener una rutina ni tampoco un lugar establecido para trabajar en cada tarea.
Para su socio en CMNV Comunidad de Inversión, emprender varios proyectos en simultáneo, demanda reunir una serie de características que consisten en disfrutar esa dinámica, estar cómodo con tomar riesgos y así poder avanzar. Hoy, en Astillero, tienen un 50% de las unidades vendidas y están a punto de comenzar con las obras.
La psicóloga en proyectos Claudina Kutnowski, socia de la consultora Glimar, sostiene que, en estas instancias, donde los empresarios encaran múltiples proyectos pasan de una visión del negocio como fin de lucro a uno donde buscan demostrarse a si mismos que pueden aportar algo con sentido y alcanzar la realización personal.
Para Chmea está claro esta motivación extra que significa encarar su propio negocio. “Los objetivos personales en mis nuevos proyectos no tienen que ver con lo económico y material, sino con una movilización personal que te saca de confort todo el tiempo y que en el proceso de hacerlo te genera placer porque aprendes, conoces gente y te conoces más a vos mismo”, asegura.
Adaptación
Los últimos años de Guido Miedvietzky se puede resumir en un pasamanos de ideas que lo llevó de su carrera profesional en la agencia familiar Firenze Viajes al desarrollo de WonderLab, una productora de experiencias.
“El producto más importante de la compañía familiar es FunTime, un viaje para adolescentes que festejan sus 15 años en la Florida, Estados Unidos. Desde mi incorporación en Firenze, fuimos cambiando el concepto de viaje por el de experiencia. Hicimos una gran inversión en eventos en vivo, desde conciertos exclusivos hasta cerrar el parque de atracciones de Universal solo para nuestros clientes”, describe sus últimos seis años en la empresa que llevará 2500 chicas de viaje a los parques de Orlando el próximo año.
“En el segmento adolescente, la viralidad de una publicación en Snapchat o Instagram es más potente y real que un comercial de televisión. El usuario quiere ser protagonista de la escena, mostrarse, sentir. Si esto resultó en FunTime por qué no llevar esta estrategia a otras empresas”, evalúa Miedvietzky, que en los últimos seis meses se dedicó a reclutar el equipo inicial de WonderLab.
“En un proyecto nuevo, tener una rutina es muy importante porque son tantas las cosas que hay por hacer que, si no logras ordenar las necesidades, te volvés loco”, afirma y describe: “Todos los lunes organizo los objetivos de la semana y les asigno el tiempo que voy a dedicarles. Después tengo estructurada la agenda con el equipo de Firenze, donde programamos las reuniones y revisión de temas con anticipación”.
Tsariktsian Potigian encontró en la comunidad Vistage un espacio de capacitación para amalgamar sus múltiples tareas que no había recorrido antes. Algo parecido encontró Chmea en su socio, que le permitió hacer una rápida inmersión en el mundo del real estate para pasar de ser un consumidor a un desarrollador.
Por su parte, Miedvietzky tampoco prescinde de la formación. “El entrenamiento que me aportó el MBA en el IAE resultó muy útil para ordenar mí trabajo y realizar la profesionalización de Firenze propia de un integrante de la segunda generación de la empresa”, cierra convencido a días del lanzamiento de su segunda ocupación: WonderLab.
Teddy Karagozian
TN&Platex (textil) y Kustos (seguridad)
Vidas paralelas: Está al frente de la textil familiar TN&Platex y tiene su propia empresa de seguridad: Kustos.
“Comenzó como un hobby y ahora veo con buenas expectativas un posible incremento en las inversiones en esa área a partir de este año”
Guido Miedvietzky
Firenze Viajes (turismo) y Wonderlab (eventos)
Vidas paralelas: En paralelo a la agencia Firenze Viajes de su familia, lanzó su propia productora de experiencias WonderLab.
“En un proyecto nuevo tener una rutina es importante porque son tantas las cosas que hay que hacer que si no lográs ordenar las necesidades te volvés loco”
Esteban Tsariktsian
Potigian (golosinas) y Howard Johnson (hoteles)
Vidas paralelas: Sin descuidar el negocio familiar de la distribución de golosinas, debutó como inversor en proyectos hoteleros.
“Encarar un nuevo negocios es una demostración que como persona puedo mejorar un producto y no morir siendo solo un heredero”