Empresa en crisis: se agrava la situación de Garbarino y apuesta a un fideicomiso oficial para rescatar sus finanzas
La cadena busca sumar al banco BICE para que lidere un plan de salvataje
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A medida que pasan los días y se acentúa la falta de mercadería, la situación de Garbarino se presenta cada vez más complicada. En la empresa que preside Carlos Rosales igualmente mantienen la esperanza y se ilusionan con la posibilidad de concretar un fideicomiso en el que el Estado tenga alguna participación y que salga al rescate de la cadena que está jaqueada por las deudas.
Durante la jornada de hoy, los gremios de Camioneros y Comercio marcharon a la sede central de Garbarino, en Juncal y Avenida 9 de Julio, en reclamo de la regularización de los salarios de unos 4000 empleados y el pago del aguinaldo. Los dos sindicatos presionan para que el Gobierno intervenga en el conflicto y amenazaron con una nueva protesta para el viernes que viene.
En forma paralela, en la empresa avanzan con su propuesta para crear un fideicomiso que les permita acceder al capital de trabajo para poder reabastecerse de mercadería y relanzar sus operaciones. La idea de Rosales es que el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) se sume como socio del fideicomiso.
“Hace 15 días que presentamos la propuesta del fideicomiso al Ministerio de Desarrollo y todavía estamos esperando una respuesta. La participación del BICE es clave para que se sumen otros inversores privados que están interesados pero quieren el aval del Gobierno”, explicó a LA NACION una fuente del grupo Rosales.
A la espera de este guiño oficial, el panorama de Garbarino es cada vez más difícil. Hoy, menos de los 200 locales de la cadena siguen abiertos y las sucursales que continúan operando tienen cada vez menos mercadería. A esto se suman los intentos de desalojo de parte de los propietarios de muchos locales a los que Garbarino les adeuda los alquileres.
Frente a este escenario, la buena noticia para la empresa es la transferencia de $225 millones que acaba de recibir de parte de la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP) de la Ciudad de Buenos Aires. El reclamo total de Garbarino asciende a $800 millones y de ese total la mitad ya fue devuelta por el gobierno porteño y otros $200 millones se encuentran en etapa de verificación fiscal por parte de la AGIP. “Durante los últimos meses, las empresas Garbarino y Compumundo, en su carácter de agentes de retención, retuvieron fondos de terceros y no los depositaron ante el fisco de la Ciudad. Estas retenciones por parte de las empresas llevaron a que acumularan deudas impositivas ante la AGIP, por lo que ambas fueron declaradas en la máxima situación de riesgo fiscal. Durante junio de este año, las empresas comenzaron a regularizar su situación fiscal, por lo que la AGIP inició el proceso de devolución de los saldos a favor”, explicaron fuente de la AGIP.
En Garbarino aseguraron que los $225 millones que acaban de recibir se utilizarán para cancelar parte de los sueldos y el aguinaldo que le deben a sus casi 4000 empleados.
Del fútbol a los electrodomésticos
En junio de 2020, la cadena de electrodomésticos pasó a manos del empresario Carlos Rosales. El actual dueño de Garbarino es el titular del grupo asegurador Prof.
El nombre de Carlos Rosales es más conocido en el ambiente del fútbol que en el mundo de los negocios. Rosales ingresó a la política de San Lorenzo hace diez años como candidato de la lista de Carlos Di Meglio, que perdió finalmente con Carlos Abdo. Pero desde el año pasado es el protesorero del club de Boedo, cargo al que accedió de la mano de Marcelo Tinelli.
Antes de ingresar a la política de San Lorenzo, tuvo un paso por la política como director provincial de Clubes de barrio de la Secretaría de Deportes de la provincia de Buenos Aires, durante la gobernación de Daniel Scioli.
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