Emprendedores: cómo acceder al capital (y no fundirse en el camino)
Las rondas de inversión juegan un papel clave a la hora de decidir la suerte de la mayoría de los nuevos proyectos
Cualquiera que sea el estadio en el que se encuentren, el capital aparece como un problema constante a resolver para los emprendedores. En especial en el caso de las nuevas compañías tecnológicas, el curso de la maduración traza un camino ascendente en los montos relacionados con los objetivos del plan de negocios, que involucra a distintos actores. Las "rondas" de financiamiento son las instancias decisivas para que los proyectos que aún no pueden autosustentarse puedan crecer.
El acceso al financiamiento en estos casos está fuera del sistema bancario, del cual los aparta el riesgo que representan las firmas nacientes. Por lo tanto, la etapa semilla suele iniciarse con la participación de los propios socios, family, friends and fools (familia, amigos y tontos, como se dice en la jerga), algún premio eventual de uno de los tantos concursos de proyectos o capital proveniente de algún tipo de iniciativa oficial a través de incubadoras.
En el siguiente escalón, cuando la empresa está más sólida y generalmente cuenta con un producto mínimo viable, es momento de la intervención de aceleradoras o "ángeles" que hacen apuestas tempranas. Lo siguiente da lugar al ingreso de inversores de riesgo y venture capitals.
Mientras se espera que sea tratado en el Congreso el proyecto de ley oficial que amplía las fuentes de financiamiento para emprendedores -por ejemplo, a través de plataformas digitales de crowdfunding-, las alternativas se centran en el proceso tradicional.
Los interrogantes entonces son varios: ¿cuándo solicitar dinero?, ¿cuánto pedir?, ¿a quién?, ¿cómo?, ¿con qué objetivo y con cuánto tiempo? Aunque cada caso tiene una respuesta diferente, se pueden trazar algunas generalidades para tener en cuenta. LA NACION trasladó las preguntas a emprendedores que atravesaron procesos de financiamiento y representantes de aceleradoras.
Lorena Suárez, country manager de Wayra, la aceleradora de Telefónica, analiza lo necesario para encarar el proceso: "Es esencial entender los pasos del negocio y los desafíos a encarar previo a enfrentarse a una ronda de inversión. Esto le va a dar lugar al emprendedor a entender cuál es el momento y el monto adecuado de financiación que necesita para llevar a cabo el objetivo. A veces, los emprendedores cometen el error de no dimensionar correctamente la ronda, pedir montos acotados o inferiores a los que necesitan en pos de lograr la confianza de los inversores, lo que hace que pierdan el foco del negocio y tengan que preocuparse más en cómo conseguir financiación para los próximos pasos que en la ejecución de su plan de negocios", explica.
Basado en la propia experiencia como fundador y CEO de Vinti, una aplicación para enviar y recibir dinero por el celular, Julián Scopinaro detalla que "en general, lo recomendable es hacer una ronda cuando es fundamental acelerar la tasa de crecimiento del emprendimiento y uno no cuenta con los recursos propios para hacerlo. Lo importante es tener bien claro por qué hacer una ronda de inversión, qué se quiere lograr con ese capital adicional que no se podría lograr sin él".
En pocas palabras, Alejandro Larosa, ideólogo y titular del marketplace de agronegocios Agrofy, ensaya una fórmula para encontrar el momento justo: "La decisión correcta sale de un balance en un momento de la empresa y el momento del negocio. Por poner un ejemplo, si se está lanzando la empresa quizá necesite mucho marketing y fondos para eso, y en cuanto al contexto de mercado, quizás es complicado y no se sabe cuánto va a durar, entonces conviene pedir más que en un buen momento en que conviene pedir menos, porque la empresa se va a valorizar y el emprendedor va a poder diluirse menos, y cuidar el equity que es lo más valioso que tiene", explica. Tras un envión de US$ 500.000 de los fundadores y Cresud, que ingresó como socio estratégico, el sitio nacido el año pasado atravesó dos rondas de inversión en las que entraron una quincena de inversores.
Para Nicolás Araujo, CFO de Nubelo, lo primero es ver si hay una necesidad, una oportunidad para ir a otros mercados, consolidarse en los que están o lo que fuere, y con eso se estima la cantidad a buscar, sobre la que se deja un margen de error del 20-30% para contingencias.
En cuanto al momento, los consultados recomiendan moverse con el tiempo necesario, dado que negociar cuando uno se quedó sin plata equivale a aceptar peores condiciones. Araujo tiene vasta experiencia en las rondas. La última terminó de cerrarla hace pocos días, en 5 millones de euros con inversores de Europa y Oceanía, que matizan a los latinoamericanos.
Respecto del tiempo necesario expone su estrategia: "El proceso de una ronda de inversión suele llevar más tiempo del que tenemos pensado, por eso hay que estar constantemente hablando con fondos de inversión para que hagan un seguimiento de la empresa, con una breve presentación que muestre el estatus de la compañía". De esta forma, asegura Araujo, se logra estar en el radar de los fondos, que también pueden servir de puente con otros de su naturaleza, así como mostrar los hitos de la empresa en el tiempo para ganar credibilidad. Según su estimación, el proceso entre que se busca inversión y se dispone del dinero puede llevar entre 8 y 10 meses.
Javier Guevara, CEO de la aceleradora Vrainz, abona la misma idea: "El emprendedor tiene que saber estar presente en el mercado que le corresponde; tarde o temprano va a buscar dinero y en el momento que lo haga debe contar con una network que conozca su trabajo. No se trata de contactar gente, sino de construir vínculos. Un emprendedor que se preocupa por conocer a la gente clave de su industria sabrá pedir el dinero al inversor adecuado para su industria".
¿Cualquiera puede quedarse con una parte de la compañía?
"Es aconsejable identificar el grupo correcto de inversores para una startup, ya que así como los inversores averiguan el background de los emprendedores, tiene que hacerse el proceso al revés y ahí conocer si el acercamiento es viable", explica Suárez. Esto se relaciona con otro punto que la número uno de Wayra argentina considera esencial: que exista una relación simétrica entre las dos partes.
En caso de los fondos de capital de riesgo, explica Araujo, los que ponen el dinero son fácilmente identificables por sus estrategias bien definidas, sea la etapa donde invierten (idea, prueba de mercado, punto de equilibrio y demás) y los mercados (Estados Unidos, América latina, Asia, etcétera). Además, acota Scopinaro, hay que tener en cuenta que el conocimiento de la industria puede ser muy relevante en algunos casos, pero no tanto en otros.
En Agrofy la decisión fue abastecerse de smart money (dinero inteligente). "En primer lugar es importante tener los intereses y las expectativas alineados en el largo plazo. Y después hay que pensar cuál es el inversor que queremos e invitarlo. En esta etapa, nuestros inversores son empresarios o corporaciones, que nos interesa que se sumen para aportar no sólo el capital, sino también conexiones, o ayudar con la estrategia o el diseño del producto, como un board de advisors", define Larosa.
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