Palacio San Martín. Desde $12.000, se podrá alquilar la Cancillería para eventos: cuánto cuesta cada salón
A principios del siglo XX fue la imponente residencia de la familia Anchorena y desde 1936, la sede protocolar del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Ahora el Palacio San Martín será también un salón de eventos que podrá ser alquilado, bajo un estricto protocolo, por personas o entidades públicas y privadas para la realización de actividades de relevancia institucional. Según se publicó hoy en el Boletín Oficial, la medida se toma como una alternativa para recaudar fondos para su mantenimiento.
La resolución 330/2019 señala que el Palacio San Martín, que es monumento histórico nacional por su relevancia arquitectónica, ya ha sido utilizado sin costo algunos por entidades públicas y privadas en el pasado. Ahora, y debido a los elevados costos de conservación, mantenimiento y puesta en valor del palacio se decidió arancelar el uso de los salones disponibles.
Desde el Gobierno argumentaron que los costos "incrementan en forma proporcional a la antigüedad del monumento, excediendo las posibilidades presupuestarias del Ministerio".
Según dijeron voceros de Cancillería a LA NACION, en principio se podrán alquilar casi todos los salones del Palacio San Martín -es decir, los más de 30 espacios de las tres casas que conforman el palacio- "siempre que no se superponga con actividades oficiales". Por este motivo, existe un abanico de precios muy amplio para los alquileres, que fueron definidos por la Sala A del Tribunal de Tasaciones de la Nación a valores del 6 de diciembre de 2018.
Los valores de alquiler diario -al contado y libre de tasas, impuestos y seguros- van desde los $12.000 que cuesta el salón Seguí, ubicado en la "Casa I", a los $185.000 que cuesta la colección de arte permanente.
Podrán hacer uso temporario del edificio "personas humanas o personas jurídicas, públicas o privadas" para realizar "producciones audiovisuales, así como eventos, reuniones, exposiciones, conferencias, actos culturales y capacitaciones".
De todos modos, el Gobierno estableció que las actividades que se desarrollen en el lugar deberán ser de relevancia o interés para el orden institucional o internacional. Es decir no podrán utilizarse las instalaciones como salón de eventos político partidarios, casamientos, cumpleaños o comuniones.Ese es solo uno de la larga lista de requisitos. No se permiten realizar actividades de "convocatoria abierta al público" ni tampoco hacer modificaciones en el edificio. Todas las estructuras que se utilicen en los eventos deberán ser fabricados en talleres y ensamblados en el propio Palacio San Martín o, en el caso de utilizarse estructuras transitorias, estar acompañadas de un informe firmado por un ingeniero o arquitecto que garantice que las instalaciones presentan condiciones reglamentarias y de seguridad adecuadas.
¿Cuánto cuesta el alquiler diario de cada salón?
Ubicado en la planta baja de la "Casa I", el alquiler del Patio de Honor cuesta $91.000; el hall del segundo piso, $44.000; y el Salón Dorado, el más opulento, $48.000.
El espacio más caro de la "Casa II" es el Salón Libertador, con un valor de alquiler de $130.000. Lo siguen una terraza decorada con frescos, a $55.000, y el Salón Amarillo, que tiene un valor de $49.000.
En la "Casa III" el valor récord lo tiene un salón con una colección de arte permanente, que se alquila a $185.000 por día. También está allí el salón Dante Caputo, a $55.000, pensado para reuniones de trabajo.
En la torre de Cancillería hay tres salones que fueron tasados, pero no están en alquiler. Está la Plaza Seca, que es el acceso al foyer y al auditorio, valuado en $97.000; el foyer, tasado en un precio de $114.000, y el del auditorio Manuel Belgrano, en $196.000.
La historia del Palacio San Martín
El palacio está ubicado en la calle Esmeralda, frente a la plaza San Martín. Su historia se remonta a principios del siglo XX, cuando los Anchorena le dieron vida a esos pasillos. Luego, entre 1909 y 1929, cuando la crisis económica mundial perjudicó a la familia, se vieron obligados a venderla al Estado argentino. Con el tiempo, el edificio se convirtió en la sede protocolar del Ministerio de Relaciones Exteriores y pasó a llamarse Palacio San Martín.
Mercedes Castellanos, viuda de Nicolás Anchorena, le encomendó la construcción de su fastuosa vivienda al noruego Alejandro Christophersen, un reconocido arquitecto y exponente del eclecticismo de principios del siglo XX, que se impuso a nivel internacional desde Francia, donde se adquirieron los planos para su posterior reforma en Buenos Aires.
La idea inicial de Mercedes era instalarse allí con Aaron, Emilio y Enrique, los únicos tres de sus 11 hijos que continuaban con vida en ese entonces. La distribución de las casas y sus conexiones internas dan cuenta de la necesidad de mantener la privacidad de cada familia.
Por este motivo, cada una de las casas posee su propia personalidad y entrada independiente, aunque se encuentran unidas por una galería ritmada por columnas dóricas que se halla en el primer piso y a la cual se accede a través de unas majestuosas escaleras con barandas de hierro, realizadas por la familia Zamboni. El trabajo fino de herrería artística que se halla en casi todos los ambientes del palacio fue manufacturado por este taller nacional fundado por inmigrantes italianos que trajeron el oficio a la Argentina.
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