El Madison de Sudamérica: las idas y venidas de un estadio que marcó la historia argentina

Desde el velatorio de Carlos Gardel, pasando por torneos de boxeo y el concierto de Frank Sinatra, hasta el casamiento de Diego Maradona y Claudia Villafañe. Conocido como el Madison de Sudamérica, el Luna Park fue escenario de acontecimientos históricos y culturales de la Argentina, a lo largo de casi 100 años.

Ubicado en la manzana entre las calles Corrientes, Bouchard, Lavalle y Madero, el edificio fue inaugurado oficialmente el 5 de marzo de 1932 para eventos al aire libre. Sin embargo, su historia data de muchos antes: desde hacía dos décadas Luna Park le daba nombre a una serie de espectáculos que se realizaban en predios alquilados, incluido el lugar donde hoy se levanta el Obelisco.

El estadio fue construido ladrillo a ladrillo, por empuje de Ismael Pace y José “Pepe” Lectoure, dos amigos de la infancia con una pasión compartida: el boxeo. Esto explica su mítica: el estadio fue diseñado con un ringside y tribunas a su alrededor, e identificado en su marquesina con la silueta de dos luchadores. Dos años después, a partir de los ingresos generados, el estadio pasó a ser techado y fue ganando popularidad.

Tras la muerte de sus fundadores, Ernestina Devecchi, la viuda de Lectoure, se puso al frente del negocio y sumó a su sobrino, Tito Lectoure. Así, abrió las puertas de una época dorada, marcada por espectáculos deportivos: allí se dieron las victorias de Nicolino Locche, Carlos Monzón y Pascual Pérez, entre otros boxeadores, a la vez que la selección de básquetbol se consagró campeona del mundo en 1950.

Además, la nueva gestión amplió su programación con shows internacionales. para los cuales se reinventó de forma permanente. Tal es el caso de Holiday On Ice y Disney on Ice, para los que montó una pista de hielo; el circo de Moscú y el Cirque du Solei; a la vez que torneos de tenis y de ballet acuático.

A lo largo de estos años, el Luna Park fue testigo de distintos eventos de la música local. Entre ellos figuran, por ejemplo, los últimos dos recitales de Sui Generis, en 1975, que luego fueron catalogados como los primeros recitales masivos de rock en el estadio; y los 13 conciertos consecutivos realizados por Rodrigo Bueno, referente del cuarteto cordobés, que marcaron un récord en el 2000. También pasaron por su escenario artistas internacionales, de la talla de Frank Sinatra, Liza Minnelli y Luciano Pavarotti.

La política internacional también tuvo su lugar en el Luna Park. En marzo de 1938, mientras Adolf Hitler desplegaba su diplomacia expansionista en Austria, la Asociación Austro-Germana celebró un acto en el estadio, que pasó a la historia como el acto nazi más grande que haya tenido lugar fuera de Alemania, del que participaron cerca de 20.000 seguidores del partido nacionalsocialista obrero alemán.

Durante años, en la puerta siete del estadio, colgaba la leyenda “mucho más que espectáculo”. Motivos no faltaban. Así, en 2007, fue declarado Monumento Histórico Nacional. Más recientemente, el Luna Park funcionó también como vacunatorio durante la pandemia de Covid-19; y fue el lugar elegido por el presidente Javier Milei para la presentación de su libro Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica, junto con un show musical.

Pase de manos

Los rumores sobre la posible venta del Luna Park subyacen desde 2013, tras el fallecimiento de Ernestina de Lectoure. La heredera del también denominado “Palacio de los deportes” había dejado asentado mediante su testamento el traspaso de la sociedad propietaria del estadio pasaría a la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco y a Cáritas, representada legalmente por el Arzobispado de Buenos Aires.

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