El imperdible encuentro entre los "unicornios" y el Presidente
Cuatro de las seis compañías argentinas que valen más de US$ 1000 millones en América latina mostraron sus diferencias: ultracompetitividad y apuesta al mundo, las claves
El auditorio del segundo piso del CCK estaba completamente repleto. Cada una de las 1600 personas que seguían el minuto a minuto del panel de los "unicornios" (empresas que tienen una valuación de mercado superior a los US$ 1000 millones) prestaba un silencio cómplice que cada tanto explotaba en sonrisas cuando las ironías afloraban o en aplausos cuando se describía la fórmula argentina para superar los obstáculos.
Los cuatro emblemas de la nueva generación empresaria argentina dijeron presente: Marcos Galperin, fundador de Mercado Libre, la compañía más importante del país por su valor de mercado; Martín Migoya, cofundador de Globant, un desarrollador de software que logró llegar a realizar su oferta pública de acciones en Estados Unidos y abastecer a los clientes más exigentes del mundo; Roby Souviron, cofundador de Despegar , la agencia de viajes líder de la Argentina y Brasil, y Alec Oxenford, creador de OLX y LetGo, un grupo que lidera en un mercado tan difícil como el indio adonde su presencia es tan fuerte que los habitantes lo asocian con un desarrollo local.
Susan Segal, titular del Council of Americas, jugaba al centro con análisis efectivos y concretos sobre las diferencias entre los emprendedores argentinos y los regionales.
"La clave es tener resiliencia, ser humilde cuando te va bien y ponerle mucho «huevo» cuando te va mal. En esta industria no te podés distraer nunca. Hay muchos ejemplos. Hay que estar constantemente cambiando, innovando; todo el tiempo estamos pensando qué mejorar", disparó Galperín ante la pregunta sobre porqué ellos lograron superar inclusive a YPF con su crecimiento.
En ningún momento de la hora que se extendió la charla, surgieron los temas más recurrentes de la agenda de cabotaje: tipo de cambio, apertura o cierre de importaciones, escenarios de potenciales negocios con el Estado o pedidos de subsidios.
"Gracias a la "revolución tecnológica que vive el mundo" surgió una clase empresarial con valores distintos, centrados en la ultracompetitividad y que trata de ganar los mercados globales", afirmó Migoya. El CEO de Globant fue más allá cuando marcó las diferencias de los nuevos protagonistas con los "empresarios del pasado" y planteó que "nosotros pensamos en el largo plazo. Nunca pensamos en vender la compañía. Tuvimos mucho foco y amamos nuestro negocio a lo largo de todo el desarrollo. Eso define lo que somos hoy. Tenemos en la innovación y en la cultura dos ejes centrales. Nuestro plan de negocios era una línea: vender en Estados Unidos e Inglaterra. Y por suerte lo pudimos cumplir y lo ampliamos".
Oxenford describió su estrategia desde el inicio: "Si miramos para atrás, nuestro plan de hacer pie en India primero fue inconsciente, pero tiene que ver con animarse, con no tener miedo, con pensar en grande. Si tengo que elegir un tema donde los argentinos podríamos trabajar es en sacarnos los complejos. Poder pensar en grande. No hay fronteras para pensar en grande".
Para ese entonces Souviron admitió que "a veces sí tengo miedo; los valientes no son los que no tienen miedo sino los que se animan a enfrentarlo. A mí el miedo me motiva. La principal virtud que tenemos es la capacidad de adaptarnos rápido a las circunstancias, tuvimos muchos competidores y creo que sobrevivimos porque nos adaptamos bien. En la Argentina necesitamos desarrollar más el talento y el desafío está en la educación. Tenemos de todo y muy sub-aprovechado".
La fórmula local
Segal fue clara al momento de distinguir la fórmula: "Todos ellos tenían una visión. Son líderes, saben manejar un equipo y llevar este equipo todos los días a otro nivel. Todos son persistentes. No van a parar por nada, no tienen miedo de fallar, o de cometer errores. Y además tienen un máster en crisis. Son tan exitosos comparado con los empresarios de otros países porque aquí tienen siempre mucha volatilidad, poca previsibilidad, y eso les da mucha práctica para ser emprendedores".
Faltaban 15 minutos para terminar el último panel del Foro de Inversión y Negocios de la Argentina cuando se dio una sorpresa que llevó al auditorio a aplaudir de pie. El presidente de la Nación, Mauricio Macri, de visible buen humor por los resultados de las tres primeras jornadas que se desarrollaron en el CCK, se sumó al escenario.
Por unos minutos tomó la posta de la entrevista y les preguntó a los cuatro empresarios-emprendedores: "¿Cómo creamos nuevos trabajos? Ustedes son fuentes de inspiración. Ustedes siempre hablan de sus fracasos, para que los demás no se desanimen", celebró Macri.
"¿La Argentina puede apostar al nuevo emprendedorismo?, preguntó prestándose al juego de entrevistador. Lo hizo desde el mismo living en el que estaban los emprendedores.
Galperin fue claro: "La ley pymes y la de emprendedores son muy buenas, súper positivas. Van a ayudar a los emprendedores. A los que nos ha ido bien tenemos que ayudar, a los funcionarios que por primera vez nos preguntan y nos piden que opinemos y sobre todo a los emprendedores. Hay muchas oportunidades, es momento de tomar riesgo, apostar al largo plazo y probar". Se respiraba un aire distinto. Desde el escenario se veía a gran parte de las personas emocionadas por el diálogo que se vivía en el escenario.
Oxenford trató de buscar en el ADN para señalar qué es lo que distingue a la nueva generación. "Tenemos esa pasión, esas ganas, que será italiana o española, de que cuando nos ponemos las pilas en algo es imposible frenarnos. Si se nos va un poquito el miedo colectivo que tenemos, la oportunidad es extraordinaria. En muy poquito tiempo, en una década, puede cambiar la realidad". El auditorio explotó en aplausos.
Souviron tomó el micrófono y agregó: "Con la ley pymes... ("podemos Despegar", interrumpió el presidente y recibió una ovación) se está caminando en la dirección correcta". A esa altura ya había bromeado también con la definición de la palabra unicornios. "Tiene una connotación extraña", se rió.
Pero enseguida los elogió: "Son una referencia para los jóvenes. La Argentina tiene una maravillosa capacidad de generar emprendedores". Esas palabras fueron un indicio. El último panel se distinguió por algunos puntos clave: empresas de proyección internacional basadas en el conocimiento. Compañías en las que los dueños decidieron mantener el rumbo más allá del contexto de alta volatilidad propio de la Argentina y en las que no perdieron la mística que surgió desde el primer día. Compañías que le dieron al país una cucarda poco frecuente: de los seis unicornios que tiene América latina cuatro nacieron en la Argentina.