El impacto del RIGI en el crecimiento del sector energético y las nuevas oportunidades de crédito
Alejandro Haro (Comafi) y Sergio Caveggia (EY) abordaron el interés creciente en el sector financiero y las oportunidades de financiación, la importancia de la accesibilidad al crédito y los beneficios para toda la cadena de valor
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El Régimen de Incentivos para la Generación de Inversiones (RIGI) surge como una respuesta audaz para impulsar la inversión en la Argentina, con un enfoque principal en los sectores de energía y minería. En el capítulo dos del Summit de Energía organizado por LA NACION, Alejandro Haro, CEO de Comafi Bursátil y director de Banco Comafi, destacó que el RIGI está despertando un creciente interés en el clima de negocios, evidenciado no solo por el interés de grandes compañías, sino también por la cadena de valor que busca entender cómo puede alinearse para satisfacer la demanda de inversiones. En concordancia, Sergio Caveggia, CEO de EY, subrayó que el RIGI ofrece una estabilidad normativa, tributaria, aduanera y cambiaria, asegurando que las futuras administraciones no podrán modificar la ley, brindando así una mayor previsibilidad para los inversores.
En el marco por el creciente interés del RIGI, Haro destacó la relevancia de que el sector financiero respalde el crecimiento del sector energético en Argentina y explicó que el banco se enfoca en entender las necesidades de las compañías y proveedores del sector, adaptándose a las nuevas condiciones macroeconómicas. “Con la tasa de interés en descenso, ahora es más accesible financiarse localmente, lo que impulsa el acceso al crédito y fomenta el crecimiento empresarial”, comentó.
Por su parte, Caveggia detalló que el RIGI se fundamenta en dos pilares: beneficios tributarios y estabilidad normativa, lo que proporciona previsibilidad y confianza a los inversores. “Cuando el Poder Ejecutivo envió el proyecto, el RIGI aplicaba a cualquier sector de la economía pero luego el Senado lo restringió a ocho sectores como foresto industria, siderurgia, tecnología, minería, petróleo y gas, y turismo. No está limitado a zonas geográficas específicas, sino que puede aplicarse en cualquier sector y en cualquier lugar del país”, señaló.
El creciente interés por el RIGI se manifiesta no solo en grandes compañías, sino también en toda la cadena de valor. “Actualmente, tanto el sector bancario como el mercado de capitales están viendo muchas consultas de empresas que buscan opciones para financiarse mediante el mercado bursátil. Estas compañías pueden obtener préstamos rápidamente a través de títulos emitidos en el mercado argentino de valores, trabajando con una Liq, que antes era una sociedad de bolsa. Esto permite negociar tasas y plazos, y en un solo día, una empresa puede conseguir financiamiento de manera ágil y transparente”, explicó.
En simultáneo, Caveggia remarcó que la nueva normativa tiene un impacto positivo en toda la cadena de valor, no solo en las grandes industrias, sino también en las pymes. “Las pequeñas y medianas empresas se beneficiarán del trabajo generado por las grandes empresas que invierten bajo el régimen. Además, las pymes importadoras que vendan al RIGI recibirán una extensión particular de derechos de exportación. De esta manera, la aplicación del régimen en la cadena de valor contribuirá a un impacto positivo en toda la economía”, agregó.
En el mismo orden, Caveggia explicó como el RIGI permite también la compra de compañías con activos valiosos y su fusión con vehículos de inversión: “Un inversor puede tener interés en un activo específico, pero el propietario de la compañía que lo posee podría no estar interesado en participar en el régimen. Por eso, se ha implementado un sistema que permite al inversor comprar la compañía que posee el activo y fusionarla con el vehículo que accederá al RIGI. Parte del precio de la adquisición se computa como inversión obligatoria. Esto no solo dinamiza el sector energético, sino también la industria de fusiones y adquisiciones, generando un mayor auge en el mercado”.
Por otro lado, Haro destacó que, aunque la brecha cambiaria en la economía plantea desafíos, también ofrece oportunidades para las empresas con una visión a largo plazo. “Una empresa que planea su desarrollo futuro puede aprovechar la diferencia de tipo de cambio entre el CCL y el oficial, que es del 40%. Si una empresa trae inversión del exterior utilizando el tipo de cambio del CCL y logra los ingresos esperados, cuando llegue el momento de pagar dividendos, lo hará a un tipo de cambio unificado. Esto representa una ventaja significativa para la inversión”, explicó.
Finalmente, Haro hizo hincapié en la importancia del leasing como una herramienta financiera poco desarrollada en Argentina. “Muchas empresas y personas no entienden bien cómo funciona, y es un área donde el sector financiero debe hacer más educación”, comentó. En ese sentido, Haro explicó que, en lugar de comprar un activo con un crédito, el leasing funciona de manera que el banco adquiere el bien y lo arrienda a la empresa, la cual paga una cuota periódica. Al final del contrato, la empresa tiene la opción de quedarse con el activo. Además, destacó que el leasing ofrece importantes beneficios fiscales, ya que la cuota total puede descontarse del impuesto a las ganancias.
Por su parte, Caveggia consideró que el RIGI es uno de los regímenes más ambiciosos y audaces que se han implementado en Argentina, con el potencial de transformar el panorama de inversiones en el país. “Estamos en presencia de un régimen que, si se combina adecuadamente con las condiciones actuales, puede ser un catalizador significativo para el desarrollo económico”, concluyó.
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