El futuro sostenible y las propuestas de las empresas para lograrlo
Una automotriz, una cadena de restaurantes, una empresa de cosméticos y belleza y una multinacional de alimentos, unidas en un solo objetivo
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La premisa siempre fue: “el cambio empieza en casa”. Pero con el paso de los años, el interés por lo sustentable alcanzó también a las cúpulas organizacionales de las empresas. Hoy, son cada vez más las compañías que incluyen y promueven programas sostenibles y que se planten objetivos a largo y mediano plazo para reducir sus emisiones de gases efecto invernadero y aportar al cambio cultural y medioambiental.
En ese sentido, Carlos Galmarini, director de Asuntos públicos y Comunicación en Ford Argentina; Gabriel Serber, vicepresidente regional de Sustentabilidad e Impacto social de Arcos Dorados; Mariana Petrina, directora de Asuntos corporativos, compromiso y sustentabilidad en L’Oréal Argentina, y Verónica Rosales, directora de Comunicación y Asuntos públicos en Nestlé Argentina, Uruguay y Paraguay, dialogaron con José Del Rio (secretario general de Redacción de LA NACION) dentro de lo que fue el encuentro Sustentabilidad, capítulo 6: El futuro sostenible es ahora, y dieron cuenta de las iniciativas de cada una de sus compañías en pos de un futuro sustentable.
Los cambios pocas veces son algo evidenciable en el último eslabón de la cadena. Los consumidores rara vez ven en efectos prácticos e inmediatos las iniciativas sostenibles pero acciones como las de Nestlé o Arcos Dorados son perceptibles de primera mano. “Hemos migrado todo nuestro packaging eliminando miles de toneladas de plástico de un solo uso. Cambiamos los empaques, certificamos la fuente de origen de los materiales. Hoy, desayunando en uno de nuestros locales en Núñez, vi que mi pedido estaba libre de plástico completamente. Eliminamos sorbetes, tapas, reemplazamos ensaladeras plásticas por de cartón, vasos. Todo eso fue colaborando y aportando a que podamos eliminar 3500 toneladas de plástico por año”, precisó Serber.
“El objetivo es lograr que el 100% de nuestros envases sean reciclables o reutilizables. Trabajamos en utilizar menos material de embalaje, menos plástico, menos plástico virgen. Eliminamos todos los sorbetes de plástico de nuestros envases ‘listos para tomar’ de nuestra marca Nido y Nesquik por sorbetes de papel, eso implicó sacar del mercado más de 10 millones de sorbetes de plástico; cambiamos la icónica tapa roja de Nescafé Dolca por una transparente que facilita el reciclado e hicimos un acuerdo con Cero Market, que es el primer supermercado sin envase, para poder vender nuestros productos Nescafé y Nesquik ahí. Hoy, el consumidor puede ir, llevar su frasco, llenarlo y pesarlo para llevarlo a su casa. También firmamos un acuerdo con el Gobierno de la Ciudad para poner puntos verdes fijos y móviles para que los vecinos lleven sus cápsulas de café o las bolsas de alimento de mascotas, luego Nestlé lo recolecta y se encarga de reciclarlo”, detalló Rosales.
En la misma línea están Ford y L’Oréal Argentina que, con objetivos a largo y mediano plazo, apuestan por un cambio sustentable. En el caso de la automotriz, la premisa gira en torno a dos variables: qué vehículos fabrican y cómo los fabrican. “Ford está haciendo una apuesta muy grande en la electrificación de su portafolio, invirtiendo US$50.000 millones entre 2022 y 2026 para desarrollar un portafolio de autos electicos. El objetivo es llegar a dos millones de autos eléctricos vendidos en 2026 y que representen el 50% de los vehículos nuevos de Ford a nivel global en 2030. La puesta grande es a las tres tecnologías -híbridos, híbridos enchufables y 100% eléctricos- pero la inversión es para hacer autos completamente eléctricos. Además, estamos invirtiendo en un joint venture con SK Innovation de US$11.500 millones para crear un centro de producción vertical para verticalizar la producción de insumos y abastecer todo este portafolio de vehículos”, repasó Galmarini.
Desde L’Oréal creen que el cambio debe darse en toda la cadena de valor. Por eso, lanzaron el programa Hairstylist For The Future, que está enfocado directamente en los peluqueros. “Hoy, en la Argentina hay 42.000 peluqueros aproximadamente. Lo que hicimos fue ofrecerles un programa para que puedan reducir hasta más del 45% del uso de agua en los salones, un 30% la emisión de energías y puedan separar residuos”, detalló Petrina. Y mencionó la línea Garnier que lanzó en la Argentina su nuevo shampoo sólido hecho con ingredientes de origen vegetal, biodegradable y sin residuos plásticos, que dura lo mismo que dos botellas de shampoo sin dejar residuos plásticos.
El programa, de acceso gratuito, monitorea durante un año a cada salón de belleza para luego acercarles capacitación y herramientas como un “duchador con microperlas de agua”. “Esta herramienta reduce el 45% el uso del agua y la microperla limpia aún más profundo el poro del pelo, por lo que necesitás menos agua. También hablamos y cocreamos con los peluqueros un tipo de tacho que tiene un solo espacio para los tres residuos: secos, húmedos y cabello. Apuntamos para 2023 que 300 peluqueros puedan incorporar al menos una de estas iniciativas en sus salones”, completó.
Objetivos a largo plazo
El cambio ya comenzó, pero la meta está muy lejos. Si bien todas las empresas se plantean objetivos inmediatos para los próximos años, el norte está puesto en un plazo superior a los diez. Ford, por ejemplo, tiene el objetivo de ser “carbono neutro en 2050″, mientras que para 2035 se plantea “bajar el 76% de las emisiones que generan efecto invernadero” en todas sus plantas, así como usar “electricidad renovable en todas las instalaciones”. En lo que respecta a la planta de Pacheco, provincia de Buenos Aires, ya opera al 67% con energía renovable y apuntan a un 100% para 2024.
Nestlé hace lo propio y mira a 2025 y 2050 con dos objetivos primordiales: 100% de envases reciclables y cero emisiones netas de gases efecto invernadero, respectivamente. “Son metas desafiantes y marcan nuestra agenda día a día. Implica trabajar, articular con el resto de la cadena de valor y llevar a cabo muchas acciones encadenadas para alcanzar estos objetivos. Tenemos un montón de actividades relacionadas con lo que tiene que ver con el abastecimiento responsable de nuestros ingredientes. Un ejemplo súper concreto en la Argentina es el desarrollo de la primera leche orgánica del país. Esto implicó trabajar con tamberos y reconvertir sus tambos para alcanzar estos estándares”, remarcó Rosales.
Mientras que Arcos Dorados continúa con sus políticas de reducción de plásticos, L’Oréal, bajo el título L’Oréal por el futuro, se plantea objetivos para 2030. “Son compromisos basados en ciencia que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) puso sobre la mesa. L’Oréal viene trabajando hace 30 años, cuando empezó a no testear en animales sus productos; y 10 años atrás, cuando empezamos a generar una transformación en la industria de la cosmética hacia ir a ingredientes naturales de fuentes biológicas. Tenemos que reformular, retrabajar los procesos de decisión y que sea una decisión sustentable en el board de la compañía. Tenemos metas 2023 y 2025 que necesitamos hacer para saber que llegamos sí o sí a 2030″, sintetizó Mariana Petrina.
Educación, diversidad y empleo
La agenda sustentable está instalada, pero, en paralelo, corren las demás vertientes. La educación sigue siendo un eje central, la diversidad es una arista fundamental y el empleo, un problema coyuntural. Todas las empresas aportan desde su lugar y, mientras que existen cursos, capacitaciones y escuelas, también hay comités y representantes en el mundo.
Ford lleva tiempo al frente de la promoción de la educación cuando inauguró, en 1965, la escuela técnica Henry Ford con sede en la planta de Pacheco. El establecimiento, a su vez, funciona a contraturno con un programa de educación nocturna y entre 1968 y 1982, junto a la red de concesionarios construyeron 41 escuelas en zonas rurales que desde 2003 se están renovando a nuevo. “Al tener tanta historia en las comunidades ves el impacto de la educación. Recuerdo que, en San Juan, para una reinauguración vino una jueza de paz de Barreal, que nos contó que vivía en frente [de la escuela], que su papá y su abuelo habían trabajado en la construcción del edificio y que ella hizo la primaria ahí”, rememoró Galmarini.
Por su lado, Nestlé vela por que los jóvenes tengan acceso a puestos de trabajo y sean capaces de conseguir uno en el futuro. “Tenemos una iniciativa que se llama ‘Iniciativa por los jóvenes’, a través de la cual trabajamos en brindarles herramientas para que sean más empleables y eso es parte de lo que la sociedad hoy requiere”, sintetizó Rosales.
Para L’Oréal, uno de los ejes es “el empleo y la inclusión social”, por lo que desarrollaron el programa “Belleza por un futuro”, que desde hace seis años “capacita en oficio, maquillaje y peluquería a personas en situación de vulnerabilidad social”. Según las palabras de Petrina, “ocho de cada diez de los 1500 egresados del programa ya están trabajando” y solo tienen “un 9% de deserción”, datos que obtienen gracias a un acompañamiento posterior de dos años una vez terminado el curso.
Alineado con todo lo antes mencionado está Arcos Dorados, que tan solo en Argentina emplea a “15.000 chicos, de los cuales el 80% son jóvenes”. Además, formó “redes y comités internos LGBTQI+ que definen políticas y procesos internos para que puedan ir día a día avanzando en el camino de la diversidad”.
“En cada restaurante tenemos embajadores de cada una de esas redes que se ocupa de potenciar las iniciativas y conectar a nuestros empleados y a los consumidores con la realidad de todos los días. Somos una compañía naturalmente diversa, operamos en 20 países, tenemos 80.000 empleados en diferentes lugares que hablan diferentes idiomas y son de distintos orígenes, es algo inherente a la compañía”, explicó Seber.
El futuro, en un título
Al final del encuentro, Del Rio le pidió a cada integrante del panel que resumiera el futuro en un título, desde su perspectiva y con todo lo aprendido en estos últimos años. “Está plasmado en nuestra promesa de sustentabilidad: desarrollar sistemas alimentarios regenerativos a gran escala”, fue la frase elegida por Rosales.
“Transformar cómo operamos, dando oportunidades a la gente, sirviendo comida de calidad y trazable para que la gente pueda saber de dónde son sus alimentos. Que nuestra huella de impacto sea cada vez menor a través de todos nuestros programas”, proyectó Seber.
Desde el punto de vista de la movilidad, Galmarini brindó su visión del auto del futuro. “Conectado a todo, electrificado, autónomo y compartido, que se actualiza de manera remota e inalámbrica. El auto pasa a ser un centro de procesamiento de datos que nos va a permitir -y nos permite- darle servicios a todos los que lo manejan”, sintetizó.
En cuanto a L’Oréal, la meta está puesta en “productos con ingredientes biológicos de fuentes naturales que emitan lo menos posible, se puedan lavar con menos agua y le puedan dar empleo a más personas”, en palabras de Petrina.
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