El esquisto de EE.UU. estabiliza los precios del crudo
Después de un largo período de auges y caídas, la nueva realidad de los precios del petróleo es un rango más estrecho que frustra a muchos inversionistas a largo plazo, pero alivia un poco la presión sobre las grandes compañías petroleras.
La cotización del crudo en Estados Unidos está entrando en su sexto mes de negociación entre US$40 y US$50 el barril. Numerosos inversionistas apuestan a que, más allá de las fluctuaciones, el mercado permanecerá en ese rango hasta finales de año.
La relativa calma refleja la forma en que los productores estadounidenses, que gracias al gran rendimiento de los yacimientos de esquisto empujaron el mercado global a un exceso de oferta en 2014, han cambiado la dinámica del sector. Su capacidad para iniciar o detener rápidamente su producción ha hecho que el mercado se estabilice a precios más bajos.
Las cotizaciones por encima del rango actual los alentarían a aumentar su producción, mientras que una caída por debajo de US$40 los obligaría a reducir aún más los gastos. Otro declive pronunciado de los precios también podría obligar a grandes potencias exportadoras de crudo, como Arabia Saudita y Rusia, a estudiar más a fondo la limitación o disminución de la pro-ducción.
Aunque muchas petroleras siguen en aprietos, los actuales niveles de precios ofrecen cierto alivio a una industria que sintió los estragos a principios de este año, cuando el crudo cayó a un mínimo de 13 años. Menos productores pierden dinero efectivo a raudales, aunque los precios siguen demasiado bajos como para estimular la inversión en nueva producción que muchos analistas estiman que el mercado necesitará en los próximos años.
Los consumidores estadounidenses y los sectores que dependen del combustible, como las aerolíneas, continuarán cosechando los beneficios de las bajas cotizaciones.
Debido al estrecho rango de precios, muchos inversionistas parecen adoptar una estrategia a corto plazo, entrando y saliendo rápidamente de posiciones con el fin de obtener modestas ganancias, según datos de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas de EE.UU.
En la semana terminada el 26 de julio, por ejemplo, las apuestas a una baja del precio realizadas por fondos de cobertura y otros inversionistas especulativos registraron la mayor alza semanal de la historia. Cuatro semanas más tarde, redujeron sus apuestas a la caída de las cotizaciones, también en una cantidad récord.
El crudo de referencia en EE.UU. para entrega en octubre subió 0,89% el lunes en la Bolsa Mercantil de Nueva York, para quedar en US$46,29 el barril.
El colapso de la cotización del petróleo desde más de US$100 el barril a mediados de 2014 a menos de US$30 durante el primer trimestre de 2016 benefició a los seguidores de tendencias que apostaron por la caída de los precios y que mantuvieron sus posiciones durante meses o incluso años.
El mercado actual —volátil y sin una dirección clara— refleja una nueva era en la caída del precio del petróleo, dicen los analistas. Desde el 8 de abril, los precios del barril de crudo de referencia para el mercado estadounidense en la Bolsa Mercantil de Nueva York han oscilado entre US$39,51 y US$51,23, el tramo más largo en un rango tan estrecho desde los primeros ocho meses de 2014.
Pocos aguardan un descenso a nuevos mínimos o un aumento considerable en los próximos meses. Los economistas encuestados este mes por The Wall Street Journal pronostican una cotización promedio de US$47,02 el barril para el último día de 2016.
Después de dos años de descenso de los precios y turbulencias en sus carteras, la mayor tranquilidad del mercado podría ser bien recibida por los inversionistas de acciones y bonos. Los bonos chatarra de empresas de energía se han recuperado desde el primer trimestre, una señal de que el actual rango de cotizaciones ofrece cierta protección para los productores más pequeños y reduce el riesgo de incumplimiento de pagos en todo el sector.
Algunos analistas advierten, sin embargo, que los precios del petróleo podrían superar el actual rango antes de lo que muchos piensan. El crudo podría dispararse si la Organización de Países Exportadores de Petróleo llega a un acuerdo para congelar o reducir la producción, o si el suministro es interrumpido por crisis políticas o desastres naturales. En cambio, los precios pueden caer por debajo de US$40 si los nuevos datos muestran fuertes aumentos en los inventarios globales.
Por ahora, en todo caso, muchos inversionistas están posicionando sus fondos para beneficiarse de los niveles en que encuentran los precios desde hace unos meses.
Empresas de inversión como Credit Suisse Asset Management, Union Investment, Cohen & Steers Inc. y Columbia Threadneedle dijeron que probablemente elevarán su exposición al petróleo si los precios caen a US$40 o menos y la reduci-rán si rondan los US$50 el barril, lo que significa que estiman que el actual rango de cotizaciones se mantendrá.
Una estrategia, conocida como selling strangles, utiliza opciones para apostar simultáneamente a un mismo activo subyacente con precios de compra y venta distintos para el mismo vencimiento, lo que en el fondo representa una apuesta a que los precios seguirán en el rango actual, pero puede producir grandes pérdidas si las cotizaciones se salen de los límites superiores o inferiores.
Timothy Puko contribuyó a este artículo.
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