El empleo después de la pandemia: la virtualidad como normalidad y la revalorización de la oficina
Con la posibilidad de la vuelta a las oficinas en octubre, los empresarios se replantearon los cambios que perdurarán en las organizaciones una vez que la pandemia haya pasado
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Cuando pase la pandemia de coronavirus, ya nada será lo mismo en el mundo del trabajo. El descubrimiento del homeoffice, la aceleración de la tecnología en todas las áreas y la transformación del líder a uno más empático y cercano, generó grandes cambios que se notarán de lleno cuando las oficinas vuelvan a abrir sus puertas para darle paso a una nueva normalidad.
Esta fue una de las conclusiones del panel “Efecto virtualidad: las tendencias que llegaron para quedarse” del capítulo ocho del Summit sobre Recursos HUmanos que cada año organiza LA NACION “La tecnología aceleró un proceso de transformación que ya se venía gestando. Lo primero que puso en jaque fue la forma en la que tenemos que conectar y colaborar”, consideró Melina Cao, directora de Recursos humanos en Unilever Cono Sur.
En el caso de Unilever, al ser considerada una industria esencial durante la cuarentena más estricta, desde un primer momento la compañía se planteó un modelo híbrido. El 50% de los trabajadores siguió yendo a las fábricas, mientras que el 50% restante adoptó el teletrabajo.
“Nos permitió tener una empresa ágil y flexible. Esto significa que tenemos una locación dinámica de los recursos porque pensamos en qué capacidades necesitamos, en vez de cuántos empleados requerimos. Los restaurantes y cadenas quedaron relegadas durante la pandemia, pero el e-commerce tuvo un boom. Entonces, lo que hicimos fue relocalizar a la gente de un lado a otro”, le contó la ejecutiva al panel, que fue moderado por la periodista de LA NACION, Carla Quiroga.
A su vez, con las reuniones digitales sucedió algo inédito: los líderes organizacionales se sumergieron en la casa de los empleados. El rol exigió una mayor empatía, conexión y capacidad de escucha, para comprender la situación que atravesaba cada trabajador en un contexto que desdibujó el límite entre el trabajo y la familia. Pero, al mismo tiempo, puso sobre la mesa la necesidad de acompañar también al líder y no dejarlo solo en el proceso.
En la misma línea que su colega de Unilever, María Fernanda Amado, directora de Recursos Humanos de Nestlé Región Plata Argentina, Uruguay y Paraguay resaltó que “hay que preparar a los lideres para esta nueva realidad porque no estaban acostumbrados. Al líder también le pasan cosas, necesita contención y ese lado humano, de la empatía y la conexión, hacia su persona. No deja de ser alguien al que le pasó lo mismo. Tenemos que ayudar a los líderes a acercarse a la gente, pero también necesitan esa parte humana y empática para poder transmitir lo mejor de ellos”, consideró.
A la hora de analizar cómo se plantea la vuelta ala oficina, Nicolás Rocha, head regional de Bumeran Selecta -una plataforma tecnológica aplicada a los procesos de reclutamiento- compartió un relevamiento que llevó la empresa y resaltó que el 75% de los empleados admitió que desea mantener el trabajo remoto, ya sea de manera total o parcial, una vez que la pandemia haya quedado en el pasado.
“Eso, a la hora de salir a buscar a alguien, es distinto. Si pienso en alguien que tiene que trabajar en la fábrica, pero quiere trabajar de forma remota, puede ser una complicación en la búsqueda que me haga replantear el rol que necesito para encontrar al talento correcto”, señaló Rocha, .
Por otra parte resaltó que algo que se acentuó en el último tiempo es que “el 93% está dispuesto a trabajar de forma remota para otro lugar. “El salario, muchas veces es algo una desventaja para nosotros versus otros países pero hay que tener en cuenta que no es lo único que atrae talento: el salario emocional, la capacitación, eso a veces para el talento es super importante y es una contrapartida a esta tendencia que está”. El especialista también se refirió que hay cosas que se mantienen como el ‘quiero aprender, nutrirme de experiencia para el día de mañana aplicarla en algo propio o otra compañía. “Hoy en día el joven no tiene el vínculo de que ‘yo te debo algo’, eso no existe, hoy lo que buscan los jóvenes es aprender. Por eso son importantes los programas, porque permiten esas experiencias, conocimientos, y después aplicarlos donde sean.”.
Con la campaña de vacunación en marcha y ya entrados en el invierno, los ejecutivos vislumbran el regreso a las oficinas en el mes de octubre. Pero, luego de más de un año y medio de virtualidad, las empresas están analizando una vuelta voluntaria y a preferencia de sus trabajadores.
Ese es el caso de la Cervecería y Maltería Quilmes. a pesar de que en un principio cerraron sus oficinas, con el pasar de la pandemia comprendieron que en cada casa “había realidades diferentes”, por lo que decidieron volver a abrir para quienes desearan volver a trabajar de manera presencial. Hoy la empresa trabaja de manera flexible, los empleados “eligen qué les viene mejor”. El día de mañana, el modelo se mantendrá.
“Si la pandemia evoluciona veremos cómo volvemos en octubre. Estamos yendo a un modelo donde haya espacios para que trabajes desde donde quieras. Por ahí no buscan homeoffice, sino trabajar desde un bar, ir de vacaciones y conectarse desde otro lugar, tampoco tiene que ser necesariamente en las casas”, sostuvo Erica Zamora, vicepresidenta de gente en Cervecería y Maltería Quilmes.
Sin embargo, las oficinas tampoco desaparecerán. Al contrario, se revalorizaron y demostraron seguir siendo un lugar de suma importancia dentro de las organizaciones, ya que es el espacio en donde las personas pueden conectar y generar un mayor trabajo colaborativo. Para Cao de Unilever, la pregunta que las compañías deberán hacerse es “cómo y para qué se vuelve”.
“El rol de la oficina sigue siendo súper relevante para construir vínculos. Al principio estábamos fascinados con trabajar desde casa, pero después la necesidad de conexión fue más fuerte. Ese mix se va a ir co-construyendo y por ahí lleguemos a un esquema mejor”, coincidió Zamora.
Con una mirada hacia el futuro, al replantearse el rol de las empresas y los cambios que quedarán marcados en ellas tras una crisis sanitaria histórica, Amado, de Nestle, hizo hincapié en la importancia de incorporar a los jóvenes dentro de las organizaciones. Actualmente el 68% de los empleados de Nestlé tiene menos de 29 años.
“Tenemos el programa Iniciativa por los Jóvenes, donde el foco está puesto en cómo ayudamos al joven a conseguir su primer trabajo de calidad. Pensemos que siete de cada diez personas que no tiene experiencia laboral, no encuentra trabajo. Ellos no dejan de ser el futuro de las organizaciones y el futuro del trabajo, del mundo”, remarcó.
Ciudades del mundo: tres historias de teletrabajo y mudanzas
A pesar de que la cuarentena obligó a los trabajadores a quedarse en sus casas durante meses y adaptarse a la modalidad home office, para Martín Martínez, un ejecutivo de una compañía petrolera de Chile, el pedido de mudarse de ciudad para realizar las mismas tareas no fue tan fácil.
Años atrás la compañía petrolera en la que trabajaba le había ofrecido la oportunidad de trasladarse a la casa matriz en Chile. Cuando el confinamiento lo encontró encerrado en tierra ajena, se vio aún más distanciado de sus seres queridos por el cierre de las fronteras.
“Con esta situación, y ante la experiencia de no poder ver a mi familia por todo 2020, le solicité a la empresa que me autorice a trabajar desde Buenos Aires para estar con ellos y no tener la sensación permanente de que, si llegaba a pasar algo, yo no podría estar presente. Ahora trabajo con normalidad mediante el home office pero cerca de mi familia, haciendo las mismas tareas. Antes de la pandemia la empresa era muy tradicional y reticente a esta modalidad”, relató.
La virtualidad también le permitió a Pedro García animarse a renunciar a su trabajo en una compañía de turismo y trabajar desde la Argentina para CookUnity, el nuevo emprendimiento en Nueva York del creador de SushiPop. A pesar de que el inglés fue todo un desafío y las barreras culturales lo fueron todavía más, logró cumplir su sueño. “Trabajar en Nueva York para un tecnológico, es como para un futbolista jugar la Champions”, comparó.
Otra de las tendencias que se consolidó durante el confinamiento fue escapar de la ciudad para buscar una vida más tranquila. Después de estar ocho años intentando encontrar el balance entre los desafíos profesionales y el sueño de formar una familia, en 2020 Manuel Pascual Merlo se animó a tomar la decisión y se mudó de Capital Federal a Mendoza cuando su familia se agrandó. “El interior permite equilibrar bien las ambiciones laborales con la calidad de vida”, explicó.
Trabajo no le falta. Junto con su familia y amigos del vecino Chile, crearon el viñedo “Insolente” en la finca La Trinidad. También se encuentra liderando un proyecto de real estate de edificios de oficinas en Palmares Valley, Mendoza, que estará adaptado a la nueva normalidad del teletrabajo y la presencialidad. “Para todos los que están pensando en un cambio sobre las oportunidades que da la pandemia y la nueva normalidad, les digo que es algo que se puede hacer”, los animó.
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