El daño real de las falsas imágenes
Sonido recomendado para leer esta columna: Nothing compares to you, de Prince.
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Glamour bold es el nombre de un nuevo filtro que explotó esta semana en las redes sociales y generó una gran polémica por su funcionalidad. ¿Por qué? En su gran mayoría utilizado por mujeres jóvenes, al colocarlo, cambia por completo el aspecto de la persona: de una imagen natural, a cara totalmente maquillada, iluminada y perfilada. Además, el avance de la tecnología ha generado que sea un filtro tan robusto que al pasar una mano frente a la cámara o el pelo ya no rompe la ilusión como pasaba anteriormente, y hace indistinguible lo falso de lo real. En este caso son filtros de maquillaje, pero podrá ser cualquier cara, objeto o imagen que se quiera mostrar.
Justo en este contexto, el psicólogo social Jonathan Haidt, que estudia el fenómeno de redes sociales y su incidencia en la vida de las personas desde hace años, publicó esta semana una extensa investigación y meta-análisis de la evidencia existente con una afirmación contundente. Explica que las investigaciones sobre el campo que existían hacia 2019 daban lugar a análisis solo de correlación o correlación débil entre uso de las redes sociales y salud mental en los adolescentes. Sin embargo, a la luz de nuevos estudios, concluye que las redes sociales son una de las principales causas de enfermedades mentales en mujeres adolescentes. El análisis de Haidt es extenso y puede leerse completo en su web “After babel”. Entre las estadísticas que comparte está la encuesta bianual de comportamiento de riesgo juvenil en EE.UU., que mostró que la mayoría de las adolescentes (57%) ahora dice que experimenta tristeza o desesperanza persistentes (frente al 36 % en 2011), y el 30% ahora dice que ha considerado seriamente el suicidio (frente al 19% en 2011). Entre las principales causas se menciona el uso de las redes sociales.
Haidt sostiene que en los trabajos nuevos hubo una gran convergencia entre los principales oponentes en el debate. “Ahora hay una gran cantidad de evidencia de que las redes sociales son una causa sustancial, no solo un pequeño correlato, de depresión y ansiedad, y, por lo tanto, de comportamientos relacionados con la depresión y la ansiedad, incluidas las autolesiones y el suicidio”, sostiene el psicólogo. Una de las consecuencias que el especialista advierte es la irrupción del fenómeno conocido como trastorno dismórfico corporal (TDC): las personas están preocupadas por los defectos percibidos en su apariencia que ven como feos o anormales, pero que otras personas ven como leves o inexistentes, hasta el punto de experimentar una angustia o un deterioro en el funcionamiento psicosocial.
Estos usos son los que tenemos que analizar al diseñar nuestro plan de bienestar digital. Entender cómo funcionan las redes, los intereses detrás de cada app y las posibles consecuencias de sus usos nos da poder para actuar y reclamar tecnologías más humanas.