El belga que apostó por el país con un producto “boutique” y factura $200 millones al año
Yves Bienfait llegó a la Argentina a mediados de los 90, cuando trabajaba para una multinacional
- 4 minutos de lectura'
A Yves Bienfait le llamaba la atención la góndola de snacks. Había llegado a la Argentina desde Hong Kong, donde trabajaba para una multinacional de logística belga - su país-. Era mediados de los 90, “la época de Menem, cuando la Argentina se abrió al mundo”, le dice a LA NACION. Pero ese sector del supermercado no ofrecía mucha variedad. “A diferencia de la oferta de vinos, por ejemplo, o de cervezas, que ya en ese momento crecía, la góndola de snacks era un mar amarillo, con dos marcas, con un solo sabor. Parecía Cuba”, dice, exagerando un poco. En ese momento nació la idea de su propia empresa.
Pero no se materializó hasta veinte años después. Primero intentó crear una empresa en un sector que no tenía mucho que ver con un snack: energía solar. Se llama SunGreen –todavía existe, con otros dueños- y se dedica a importar termotanques solares –termotanques potenciados por paneles solares-. El emprendedor belga viajaba a China, regularmente, para conocer proveedores y testear productos, pero el sector no le gustaba. Además, había cometido un error, reconoce hoy, a la hora de elegir a su socio. “Era la mujer de mi mejor amigo. No fue una buena idea”, dice, y prefiere no ahondar en el tema.
Así que, en su caso, la segunda fue a vencida. En 2014 creó Boutique Chips. La idea era producir papas fritas saborizadas, con sabores distintos, que no se veían en el mercado argentino. Uno de los primeros que lanzó, de hecho, era el “Spicy Thai”, un picante inspirado en platos tailandeses. “Me decían que no iba a funcionar acá, que la gente no está acostumbrada, y que al argentino no le gusta el picante. Pero yo veía que abrían restaurantes mexicanos, restaurantes indios. Había un nicho. Y lo que yo quería era explotar ese nicho, no competirle a una gran empresa con gran escala. Quería hacer un producto gourmet, boutique”, explica Yves.
No tuvo problemas para colocar el producto, dice. Se presentaba en locales gourmet, chicos, que pensaba que podían maridar bien con su propuesta, con una bandeja llena de paquetes de Boutique Chips de distintos sabores, y presentados cada uno con colores raros para el sector, colores llamativos más allá de los básicos amarillo, rojo y azul, que eran los más tradicionales. Hoy en día, la empresa se vende en alrededor de 300 locales de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Misiones y Tierra del Fuego. La inversión inicial fue de US$50.000, producen 50.000 unidades por mes y la facturación anual es de $200 millones.
“El concepto es boutique y apunta a incorporar sabores del mundo a la oferta en la Argentina”, dice Yves. Los sabores más vendidos de la marca son el de paprika –”un clásico en mi país, Bélgica, y también Alemania y Holanda”-; el “jalapeño y lima”, y también un clásico para el paladar argentino: el de oliva y tomate. “Uno muy inusual acá, pero que también sale mucho y es un clásico en Inglaterra es el de sal y vinagre. Acá no se les pone vinagre a las papas fritas, pero allá es tradición”, dice Yves, que está casado con una argentina.
-¿Por qué decidiste quedarte y emprender en la Argentina?
-La gente en la Argentina me dice todo el tiempo ‘¿qué haces acá?’. Y yo no lo veo tan así. O sea, yo veo a la Argentina como un país con muchas oportunidades. El mercado europeo es mucho más maduro, por ejemplo, y hacen falta escalas más grandes para emprender. Entonces la Argentina es un buen mercado, hay más nichos, más oportunidades para hacer cosas nuevas. Hay muchas cosas que faltan.
-¿Tuviste algún problema para llevar adelante el negocio durante estos años?
-Lo más problemático que se me ocurre es la logística. En mi caso por lo menos, el transporte y la distribución fue lo que más me costó armar.
-¿Qué planes tenés a futuro para la marca?
-Básicamente queremos seguir creciendo en el mercado doméstico y exportar. Llegar a más provincias. Estamos buscando distribuidores, es una marca chica, de nicho, pero con mucho potencial. Me gustaría entrar a Mendoza y a Neuquén. Con respecto al nuevo Gobierno, todavía es muy temprano para decir algo. Ya hubo varios cambios en el país desde que estoy, pero el mercado de snacks sigue creciendo.
Seguí leyendo
Otras noticias de Comunidad de Negocios
- 1
Giorgia Meloni, el Papa Francisco, un gobernador peronista y un “ídolo” libertario: el podio de quienes le hicieron regalos a Javier Milei
- 2
Se vende: un fiscal detectó irregularidades en la inminente subasta de un edificio del INTA y pide evitar “posibles hechos de corrupción administrativa”
- 3
Por qué el Gobierno no salió aún del cepo y la “prueba de fuego” que deberá afrontar en 2025, según Martín Redrado
- 4
Milei y Sturzenegger se aprestan a darle un fuerte golpe al “club de la obra pública”