Discriminación: los tres argumentos que dan las empresas para despedir a los mayores de 50
Salarios más altos, menor formación tecnológica y el desinterés de las compañías por formarlos hacen vulnerables a los trabajadores senior
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En España la ley prohíbe expresamente discriminar por edad en materia laboral, y eso incluye despedir a alguien por ese motivo, ya que iría claramente contra los derechos fundamentales. El Estatuto de los Trabajadores así lo establece en el artículo 17.1. Sin embargo, las empresas han encontrado fórmulas perfectamente legales para hacer salir a sus trabajadores de más edad, con luz y taquígrafos. La arquitectura diseñada por los departamentos de recursos humanos es muy amplia y comprende desde las clásicas bajas incentivadas, a las que en muchas ocasiones solo se puede acceder a partir de una edad de corte, situada generalmente en la cincuentena; hasta los planes de rentas, planes de suspensión individual o las prejubilaciones.
Prácticamente en todos ellos el resultado es el mismo: la persona trabajadora se ve en la calle (con más o menos indemnización) y, cada vez con más frecuencia, con hasta 10 o más años de vida activa por delante antes de poderse jubilar.
En el caso de las prejubilaciones, los planes de compensación hacen muchas veces innecesaria la vuelta al mercado laboral. Si bien van quedando atrás los años de las prejubilaciones doradas de la banca u otras grandes empresas del Ibex. Por el contrario, en los últimos años muchos de los ajustes han obligado a los trabajadores a seguir en activo.
El último y más sonado ERE (Expediente de regulación de empleo de extinción) ha sido el anunciado por Telefónica la semana pasada. Prevé que salgan de la compañía más de 5000 empleados, mayores de 55 años fundamentalmente.
Pero en los últimos dos años, otras muchas firmas como Banco Santander, Unicaja, Sabadell, Naturgy, Pepsico, Danone o El Corte Inglés han tirado de estos ajustes de uno u otro tipo, que terminan centrándose en los trabajadores de mayor edad. En algunos de ellos hubo incluso más trabajadores dispuestos a adherirse al ERE que los pactados inicialmente en el despido colectivo.
Razones económicas
¿Qué es lo que lleva a las empresas a hacer recaer sus ajustes sobre los empleados más senior? Fuentes de dos de las compañías antes citadas que han vivido de cerca estos procesos y piden no identificarse, porque no es un asunto amable sobre el que hablar para los dirigentes de las compañías, insisten en que el principal motivo para llenar de sénior estos procesos es “puramente económico”. Aunque agregan también que hacerlo de esta manera se ve como “un puente de salida menos traumático”.
No obstante, desde el sector de las empresas de recolocación añaden otras causas. Estas compañías conocen bien, por parte de quienes ejecutan estos recortes, los motivos para diseñar de esta forma los ajustes. Desde 2012, la ley obliga en España a todas las empresas que hagan despidos colectivos de más de 50 trabajadores a ofrecer a los afectados un programa de recolocación de seis meses. Esto es también obligatorio en Francia.
Con la perspectiva de este conocimiento, Marcos Huergo, presidente de LHH (perteneciente al grupo Adecco), explica tres causas que fundamentalmente llevan a las compañías a buscar la salida de los mayores de 50 años. La primera es que tienen salarios más altos y condiciones más ventajosas, por lo que mantenerlos suele ser más costoso. Además, “se trata de los perfiles menos digitales y es indudable que todas las empresas se enfrentan en mayor o menor medida a procesos de transición tecnológica”, apunta Huergo. Muchas empresas creen que estos empleados pueden tener menos capacidad de aprendizaje, pero, sobre todo (ese es el tercer motivo), “calculan que con estos trabajadores, a los que les quedan menos años de vida laboral, no rentabilizan el retorno de lo invertido en formarles”. Esto se da sobre todo en el sector financiero y tecnológico, pero también en otros como la logística y la hostelería, que han ajustado más de 10.000 empleos por estas vías y en todo tipo de empresas, grandes y pymes.
Problema generalizado
Más allá de esta supuesta desadaptación tecnológica, distintas fuentes coinciden en que el recurso a ajustar las plantillas con los trabajadores más mayores se produce por la combinación de ser un instrumento menos costoso en el medio plazo (porque mantenerlos es más caro debido a sus mayores sueldos) y, a la vez, vuelven a insistir en que es la opción menos traumática. Esa es la idea más extendida entre los equipos de recursos humanos encargados de diseñar estos planes, según opina Orestes Wensell, director general de Talent Solutions, otra de las principales empresas de recolocación perteneciente al grupo Manpower: “Los directivos quieren reducir lo máximo posible el número de afectados; que las salidas tengan el mayor grado posible de voluntariedad; y bajar la edad de las prejubilaciones para que puedan llegar a más gente”.
Si bien Wensell insiste también en que los procesos de transformación en los que está inmersa la sociedad son los causantes de estos ajustes, “no se hacen porque sea lo más barato ni lo más fácil”, apunta. De hecho, en términos reputacionales no es nada bueno para la compañía, aunque no suele estar mal visto desde el punto de vista de los accionistas e inversores.
En cualquier caso, podría decirse que las prejubilaciones son la cara más amable de los ajustes y el resto de planes incentivados para recortar las plantillas son solo la punta del iceberg de un problema que afecta a casi 850.000 personas de más de 50 años que están en paro en España, lo que representa prácticamente uno de cada tres parados. Pero donde realmente se nota la severidad de la situación es en lo que tardan estos trabajadores en encontrar otros puesto de trabajo. Mientras que en términos generales el 25% de todos los parados lleva dos o más años en el paro, en el caso de los mayores de 50 este porcentaje supera el 42% de media.
Esto no se replica de igual forma en muchos de los países de Europa, donde los ajustes no se hacen tanto por el lado de la edad, apuntan fuentes sindicales. Así lo reflejan también las cifras del último Observatorio trimestral del mercado de trabajo del centro de investigaciones económicas Fedea, donde se desvela que España concentra el 27% de todos los parados de más de 50 años que viven en la UE.
Esta situación ha empeorado notablemente en los últimos años, ya que España es ahora el cuarto país de los Veintisiete con mayor proporción de parados mayores, mientras que antes de la crisis financiera de 2008 era el cuarto país que menos desempleados de más edad tenía.
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