Destino de moda: Uruguay suma un polo para seducir a inversores tech
El grupo argentino Skywalker desembolsó US$30 millones en la puesta de un complejo de uso mixto en Montevideo que reunirá oficinas, hotelería y residencias
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Marcos Galperin, fundador de Mercado Libre, los socios de Globant Martín Migoya y Guibert Englebienne de Globant, el empresario agropecuario Gustavo Grobocopatel, el petrolero Alejandro Bulgheroni y el productor Gustavo Yankelevich. Líderes en sus rubros, hay un factor más allá del alma emprendedora que los une: todos se fueron a vivir a Uruguay.
Montevideo es considerada uno de los focos para hacer negocios en Latinoamérica, ya que las características jurídicas a nivel país son uno de los atributos más llamativos para cerrar pactos. En ese marco contextual es que el grupo inversor argentino Skywalker Investments (SWI) desembolsará entre US$25 millones y US$30 millones en el desarrollo de un nuevo ecosistema de negocios e innovación, a pocos pasos de la terminal de Buquebus. Se trata del segundo desarrollo de real estate que lleva a cabo el grupo, el cual se originó como empresa publicitaria y hoy invierte en empresas tecnológicas de la región.
El proyecto comprende el reciclaje de cinco edificios en la Ciudad Vieja, todos a menos de 100 metros de distancia entre sí, entre los cuales usarán el emblemático El Globo como punta de lanza. El inmueble fue construido en 1877, época en la que funcionaba como hotel y por sus habitaciones pasaron políticos, músicos y empresarios. Después de 20 años de estar abandonado, el grupo lo compró en 2020 y busca posicionarlo como un polo de negocios y emprendedurismo con core tecnológico.
Punto de encuentro
La reconversión de los edificios en espacios de coworking, coliving, hotelería, gastronómicos y de servicios tiene como fin consolidar un lugar donde se amplifique la sinergia entre emprendedores y empresarios. “La idea es que puedas venir a una reunión, usar las salas, tu dirección fiscal, los servicios, pedir un café o comida mientras hacés networking. Imagino que vendrán empresarios de distintos países a parar en El Globo para participar de conferencias y mirar futuras inversiones”, define Valentín Bueno, CEO del grupo inversor Skywalker y de Latcom- Worldcom.
Bueno sostiene que cada año, la mitad de las personas que viajan a Uruguay para hacer negocios desembarcan en el puerto de Montevideo y uno de los principales atributos del hotel es su ubicación, justo enfrente de la llegada de los ferrys. “El location era fundamental para que alguien que ya tuvo dos horas y media de barco y esperó una hora para salir, se pueda cruzar e inmediatamente ponerse a trabajar”, describe Bueno y hace un paralelismo: “La optimización del tiempo es tan clave como fue el parque tecnológico Zonamerica para el aeropuerto”.
Además, Montevideo se posiciona como punto medio entre dos polos en pleno desarrollo de Uruguay: la ciudad inteligente +Colonia y Punta del Este. “Este punto frente al puerto de Buquebus y exactamente en el medio entre Colonia y Punta del Este es el lugar donde todos los empresarios van a venir a reunirse con los ejecutivos que vengan de Buenos Aires. Por ejemplo, ayer un cliente tenía una conferencia en Punta del Este, se bajó del barco y se cruzó a tomar un café conmigo acá antes de irse para allá; esa es la dinámica que se va a dar”, opina el líder del grupo.
Si bien Bueno es argentino, señala que Uruguay brinda la estabilidad para que emprendedores y empresarios desarrollen negocios en un ambiente más próspero. “Uruguay tiene las condiciones para poder invertir: una muy buena plataforma jurídica como la de Portugal o Irlanda y cuenta con un ecosistema tributario muy favorable para el trading global mientras que la Argentina hizo que los empresarios por el solo hecho de ser residentes de su país tuvieran problemas con sus empresas a nivel internacional”, dice. La visión es compartida por José María Rodriguez, gerente general de El Globo Distrito, quien destaca “la agenda país uruguaya basada en competitividad, desarrollo económico de la mano de emprendedores, de innovación y de desarrollo tecnológico. Eso resulta muy atractivo porque lo pone en un lugar de competitividad interesante”.
Para participar del círculo, Bueno planea un sistema de membresía que partiría desde los US$400 mensuales. Los planes variarían por la cantidad de horas de reserva de salas de reunión y de coworking.
Ubicado en la rambla 25 de Agosto y Colón, el edificio de 2300 m² El Globo se reconvertirá en uno complejo de usos mixtos. “En este edificio va a funcionar un restaurante en la planta baja y un bar con sala de conferencias de 180 m² con vistas 360° de la ciudad en el rooftop que esperamos inaugurar este noviembre. En el primer piso va a funcionar una planta abierta de coworking, el segundo tendrá salas de reunión y el tercero se utilizará como un hotel boutique, que apuntamos a terminar en marzo de 2024″, cuenta Bueno. Solamente la reconversión del edificio demandará US$5,8 millones.
La decisión de incorporar espacios de trabajo en una época en la que el home office es uno de los requisitos que más piden los trabajadores se acopla a la filosofía de los magnates tecnológicos como Mark Zuckerberg, quien incentiva la vuelta a la oficina. “Creo que la gente vuelve a vincularse con otras personas, para una presentación, para reírse, entender que si la persona de al lado desarrolla software para la industria agropecuaria y yo soy el dueño de una estancia podemos hacer algo juntos”, opina Bueno sobre los espacios con el potencial de conectar negocios.
El proyecto se complementará con los otros edificios del distrito, con los que se contabilizarán en total 26.000 m², donde habrá espacios de coliving con departamentos de uno a tres ambientes para estancias más prolongadas que las del hotel boutique, oficinas de porte más grande y mayor tiempo de duración para empresas que buscan espacios más tradicionales y 110 plazas de estacionamiento. A su vez, en los distintos edificios habrá espacios abiertos, gimnasio y galería de arte. La puesta en valor del distrito se alinea con una iniciativa vigente del gobierno uruguayo para revitalizar la Ciudad Vieja.
Según datos oficiales de la Cancillería de Uruguay, en los últimos cuatro años fueron más de 28.500 los argentinos que solicitaron la residencia uruguaya. Uno de los principales atractivos del proyecto para los argentinos interesados es que al tratarse de la compra de una propiedad horizontal, la inversión se computa como vivienda y aporta al monto necesario para tramitar la residencia fiscal en el país vecino.