DEI: Las nuevas siglas para armar equipos
Cada vez las organizaciones son más conscientes de la necesidad de fomentar la diversidad a la hora de contratar nuevos recursos
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Qué tan diversas, equitativas e inclusivas son las compañías en sus contrataciones y ejecución de estrategias, se está convirtiendo en una realidad transformadora en el lugar de trabajo y en nuestra sociedad. DEI es la sigla que se utiliza para nombrar, medir y desplegar estas tres variables que tienen impacto para la conquista de talentos, reputación corporativa y hasta para atraer inversiones.
“Este momento de pausa obligada ha cambiado el enfoque estratégico para muchas empresas y personas. Para los problemas de siempre se busca una nueva acción. La conjunción de nuevas demandas sociales y un crack en un modelo que busca evolucionar han generado una fórmula para el cambio. DEI no es nuevo, pero la crisis ha aumentado el compromiso y la sensibilidad de las personas y esas creencias y valores se han vuelto cada vez más importantes para dónde, qué cómo y a quién comprar, como así también en que tipo de empresas trabajar, opina Andy Stalman, autor del libro HumanOffOn.
Como en el pasado ocurrió con la idea de responsabilidad social corporativa o innovación, algunos intentos locales son todavía más cosméticos que de fondo. Es que una estrategia DEI que se ejecuta con compromiso requiere revisar con una mirada experta y externa las creencias arraigadas de la organización y de quienes la forman y en muchos casos modificar modos y costumbres enquistados, un proceso de transformación que no ocurre de la noche a la mañana y que requiere un compromiso sostenido de todos, especialmente de quienes lideran y dirigen.
Sin embargo, hay razones para ser optimistas y están basadas en lo que las personas y consumidores le exigimos cada vez más en este sentido a los lugares de trabajo y marcas que elegimos.
Según los datos del Global Monitor de Kantar, el 65% de los consumidores consideran importante que las empresas a las que compran fomenten activamente la diversidad y la inclusión en su propio negocio o en la sociedad en conjunto. 7 de cada 10 consumidores a nivel global cree que la diversidad de ideas es necesaria para que un país progrese, y 6 de cada 10 piensa que las marcas que compran tienen que actuar para que la sociedad sea más justa e inclusiva. Además, la diversidad, equidad y la inclusión no son solo un deseo del consumidor, sino que ahora también son un mandato para lograr inversiones, como está ocurriendo con las políticas de sustentabilidad.
Que DEI no sea la nueva sigla de moda en los pasillos, demanda de cada uno de nosotros un compromiso con aprender sobre cada uno de estos conceptos en profundidad, hacer conscientes nuestros sesgos y protagonizar ese cambio que le reclamamos a empresas y marcas.