Lucas Farrell pertenece a la segunda generación de dueños de Prüne, nacida hace más 50 años en Avellaneda, desde donde vendía productos para marcas del exterior; en 1999 abrió su primer local en la Argentina con diseños propios, hoy tiene 100 tiendas y busca conquistar la región
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De ser un fabricante de carteras de cuero para las principales marcas internacionales a convertirse en la empresa de moda más elegida por los turistas que visitan la Argentina. La historia de Prüne nació hace unos 50 años, pero recién se la conoció con ese nombre en 1999, cuando abrió su primer local en el shopping Alcorta. Desde entonces, creció hasta tener 100 tiendas con más de 1000 empleados repartidos en todo el país y una diversidad de productos que excede a las emblemáticas carteras.
“Prüne nace en los 70, cuando mi padre y su padre compran una fábrica de productos de cuero en la Argentina y comenzaron a fabricar durante 30 años carteras para exportación. Le vendimos a montones de marcas del mundo en mercados súper exigentes. Ahí aprendimos lo que eran los productos de cuero, el lujo y los estándares de calidad”, cuenta Lucas Farrell, director de Prüne, en diálogo con LA NACION. Entre los principales clientes internacionales estaban Bloomingdale’s, Macy’s, El Corte Inglés y Galeries Lafayette, que les enviaban los diseños para fabricar.
Cuando el tipo de cambio se hizo menos favorable, la fábrica se reconvirtió para vender en el mercado local y se tomaron licencias de marcas internacionales conocidas en esa década, como Cacharel, Mc Taylor, Balenciaga y Kenzo. Sin embargo, al mismo tiempo, la empresa siguió exportando. “Cuando mi padre viaja con la Fundación Exportar [hoy la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional] a Alemania conoce una marca muy importante que se llamaba Bree y ahí pasamos a tener una relación muy fuerte, ya que durante 10 años fuimos su principal proveedor, produciendo productos de altísima calidad”, cuenta.
A fines de la década del 90, cuando cada vez se hacía más complicado el negocio de exportación por los costos derivados del tipo de cambio de la convertibilidad, la empresa le empezó a vender carteras y accesorios a marcas argentinas, como Vitamina y John Cook.
“La fábrica siempre se adaptó a los distintos momentos económicos y a fines de 1999 sentíamos que necesitábamos desarrollar una marca propia para seguir siendo sustentables, ya que no era posible el mercado externo por los altos costos y el interno estaba en crisis. Así nace Prüne, con un primer local en el shopping Alcorta”, dice Farrell. El nombre de la marca significa “ciruela” y surgió de la receta de la tarta que Nora Borlasca hacía con ese fruto.
Según cuenta el fundador, pasar de venderle carteras a otras marcas (B2B, business to business) a hacerlo al consumidor final fue un proceso natural, ya que la empresa familiar tenía más de 30 años de experiencia de fabricar productos para compañías premium en el exterior. “Aprendimos un montón en los años anteriores de trabajar con marcas de lujo. Por ejemplo, nosotros veíamos que la marroquinería en la Argentina era aburrida comparada con la de Europa, donde en las tiendas ya no se mostraba el producto del otro lado del mostrador, sino que se permitía que uno lo pudiese tocar libremente sin pedirle a un vendedor”, cuenta Farrell.
La recepción de la nueva marca fue bien recibida por el consumidor local. “Abrimos 50 locales en 10 años, que equivale a un local cada dos meses y medio. El crecimiento de esa década fue impresionante y, siendo una empresa chica, fue todo un desafío enorme el crecimiento exponencial”, dice Farrell.
La expansión de la marca derivó en que, en agosto de 2004, se tomara la decisión de profesionalizar la empresa de manera vertiginosa. “En apenas un año y medio, cambiamos el sistema de información y nos mudamos y abrimos oficinas en otro edificio fuera de la fábrica. También implementamos un sistema de gestión de tiendas de una empresa de Estados Unidos, que trabajaba muy bien en el management del retail, y tercerizamos toda la logística y distribución, que hasta ese entonces la manejábamos nosotros desde una especie de garage en la fábrica. Todo eso lo acompañamos con la contratación de gerentes para las distintas áreas de negocio, que antes eran ocupadas por la familia, donde todos hacíamos todo”, cuenta.
La marca preferida de los turistas
Prüne también se ganó el cariño de los extranjeros que visitan el país y al poco tiempo de existencia se posicionó como la marca argentina más comprada por los turistas, según la estadística de Tax Free. Eso llevó a la empresa a abrir cuatro locales en la zona turística de calle Florida y el shopping Galerías Pacífico.
“Ya en los primeros años de 2000, recibíamos un contingente de turistas europeos, estadounidenses y latinoamericanos, que compraban carteras de cuero de una manera impresionante. Eso nos permitió crecer muchísimo y posicionarnos en el exterior como una marca reconocida, y fue la base después para abrir tiendas afuera con confianza”, dice Farrell.
El próximo paso natural, por lo tanto, fue la expansión internacional, con una primera apertura propia en Santiago de Chile, en 2010. “Antes habíamos tenido algunas experiencias de franquicias en México y Perú, pero la empresa todavía no estaba preparada. A partir de 2010 comenzó la década de la regionalización”, cuenta.
La empresa tiene 25 locales propios en el exterior, repartidos en Chile, Perú, Uruguay y Colombia. En los próximos meses buscará llegar con franquicias a Paraguay, Bolivia y Ecuador. “El desafío que tiene para nosotros Europa y Estados Unidos es la contratemporada, que no lo tiene tanto América Latina. Son mercados que queremos abordarlos cuando estemos realmente preparados, por ahora queremos conquistar la región y convertirnos en la marca más relevante de marroquinería”, indica.
La marca ofrece carteras, zapatos, camperas de cuero e incorporó algunos diseños de ropa en 2019, siempre con foco en las mujeres. “Para nosotros es importante que la marca defina su visión y su misión. Tuvimos mil oportunidades para lanzar modelos para hombres, porque fabricamos productos de cuero y podíamos hacer portafolios o zapatos, pero siempre fuimos claros en que queríamos ser una marca de moda para la mujer”, dijo Farrell.
Además de los 100 locales, Prüne creció mucho en las ventas por internet, sobre todo durante la pandemia. “En 2007 fuimos la primera marca de la Argentina en tener su e-commerce, pero aprendimos muchísimo más en 2020, cuando los shoppings estuvieron cerrados por más de ocho meses. Hoy alrededor de 18% de nuestras ventas es de manera online”, concluyó.
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