El consumo energético del Bitcoin pone en duda el reinado de la criptomoneda. Otras monedas digitales, como el Ether o VeChain, podrían llegar a ser la solución en el futuro.
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Tras haber alcanzado su máximo histórico durante la semana pasada, este domingo el bitcoin se desplomó más de 10% y arrastró a un gran conjunto de criptomonedas. Las causas de su hundimiento se le atribuyeron a distintos factores, entre ellos, algunos cortes de energía en China que influyeron en la capacidad minera de bitcoin y redujeron el poder de procesamiento general de la red.
Durante el último tiempo, el consumo de energía del bitcoin a dado que hablar. Granjas ilegales que dejan sin luz a todo un pueblo, la contaminación que genera y una demanda de energía que triplica a la de Nueva Zelanda, son algunas de las razones que amenazan con eclipsar al reinado de la criptomoneda más famosa del mercado.
Dentro del escenario local, uno de los empresarios más influyentes en el ámbito tech puso en duda la fortaleza de la moneda digital. A través de sus redes sociales, el fundador y CEO de Mercado Libre, Marcos Galperin, cuestionó el exceso de energía que demandan y aseguró que es “uno de los principales puntos negativos del uso de una criptomoneda como medio de pago”.
Sin dudas uno de los principales puntos negativos del uso de una criptomoneda como medio de pago. https://t.co/98TKfWLMD0
— Marcos Galperin (@marcos_galperin) March 15, 2021
El consumo de la red de bitcoin equivale a 126,08 Terawatts por año, de acuerdo con un estudio diario que realiza la Universidad de Cambridge. Es decir que, si la criptomoneda fuera un país, consumiría más que toda la Argentina (125,03 TWh).
“Una de las principales críticas que tiene el bitcoin es que las computadoras trabajan 24 horas para completar este rompecabezas que se llama blockchain, por lo que el consumo eléctrico es muy alto. Minar (denominado así al proceso computacional que valida las transacciones) requiere grandes cantidades de energía y la mayor parte de la electricidad se produce a partir de combustibles fósiles, como carbón, petróleo o gas, que son altamente contaminantes”, indicó Jorge Senderovsky, economista responsable de JS Consulting.
El problema es que todo el tiempo su consumo va in crescendo. ¿La razón? Su sistema ‘proof of work’ (PoW) o prueba de trabajo, el cual consiste en que las computadoras resuelvan cálculos matemáticos para validar las transacciones.
Retomando los dichos de Galperin, por la polémica que generó en las redes y el debate que se terminó generando en torno al tweet, el fundador del unicornio argentino más importante de América latina tuvo que salir a decir que no está “para nada en contra”. Y agregó: “Es cierto, como muchos señalan en las respuestas, que hay otras criptos que no tendrían este problema de consumo eléctrico”.
no estoy para nada en contra. al revés, pienso q bitcoin es un gran activo como reserva de valor pero tiene fuertes contras como medio de pago. es cierto, como muchos señalan en las respuestas que hay otras criptos q no tendrían este problema de consumo energético.
— Marcos Galperin (@marcos_galperin) March 15, 2021
En busca de otros algoritmos
Bitcoin pisa fuerte: hoy en día cotiza cerca de los US$57.000 por unidad, e incluso rompió el techo de los US$63.000 en las últimas semanas. Sin embargo, últimamente otra criptomoneda comenzó a hacerse de renombre: el ether (ETH), la cripto nativa de Ethereum.
Hoy en día Ethereum utiliza el sistema proof of work. Pero, recientemente anunció que lanzará su versión Eth 2.0, el cual se basa en el algoritmo de prueba de participación, también conocido por proof of stake (PoS), el cual requiere menos consumo de energía.
“A diferencia de la prueba de trabajo, los validadores no necesitan usar cantidades significativas de poder computacional porque se seleccionan al azar y no compiten. No necesitan extraer bloques, solo necesitan crear bloques cuando se eligen y validar los bloques propuestos cuando no lo son. Esta validación se conoce como atestiguamiento”, indicaron desde la página oficial de Ethereum.
Otro caso es VeChain, una blockchain que fue lanzada en 2015 con el foco puesto en los procesos corporativos. En este caso, el sistema se basa en la prueba de autoridad o proof of authority (PoA), diseñado para consumir menos demanda computacional y, por ende, gasta menos electricidad para resolver los algoritmos.
“Pero todavía esas criptomonedas tienen un uso muy inferior al del bitcoin. Tal vez en el futuro exista una nueva blockchain que proponga nuevas características, bondades y beneficios, y que la misma se adapte como la nueva infraestructura del futuro. Las posibilidades siempre están, pero por el momento bitcoin sigue siendo una moneda de reserva de valor”, remarcó Henry Sraigman, consultor en criptoactivos y tecnología blockchain.
En números: un ETH cuesta US$2203, 25 veces menos que la criptomoneda reina. El VeChain, cotiza a US$0,23. Aunque considerando que el bitcoin cotizaba a menos de US$400 hace cinco años, todavía al mundo cripto le queda mucho para sorprender.
En defensa del bitcoin
Para los defensores del bitcoin, la criptomoneda no es la que requiere un alto consumo eléctrico, sino que el mismo existe por ser una inversión rentable. “El proceso a través del cual se generan los bitcoines y se validan las transacciones -cada usuario paga una mínima comisión por ello- y generalmente está hecho por máquinas específicas para tal fin -mineros-. Estas obviamente consumen energía eléctrica. Para que bitcoin funcione, alcanza con que unas pocas máquinas existan haciendo ese proceso”, señaló por su parte Rodolfo Andragnes, presidente de la ONG Bitcoin Argentina.
En enero de este año, se crearon 6,25 bitcoins nuevos cada diez minutos. Estos, sumados a lo que se pagó por la validación de transacciones, equivalió a unos US$ 776 millones. “Entiéndase que esa cantidad termina ‘repartida proporcionalmente’ entre todas las máquinas participantes, según el porcentaje de poder de cómputo de cada máquina aportado al proceso”, aclaró Andragnes.
Quienes defienden el reinado bitcoin apuntan a que, si se suman todos los recursos eléctricos que demanda el sector bancario, el consumo de las entidades financieras es mucho mayor. Otros especialistas agregan que el mundo de la criptomoneda es una industria capaz de empujar el desarrollo de nuevas tecnologías y aprovechar el uso de energías limpias.
“Por lo pronto, es un tema caliente que choca con una agenda global, que tiene en el centro de atención al desarrollo sustentable y responsable con el medio ambiente. Es un gran problema que todavía no tiene definiciones, ni forma de reemplazarlo”, concluyó Senderovsky.