Shoppings. Cómo es el protocolo con el que quieren abrir desde el sábado
Con poco optimismo, pero sin perder las esperanzas, los shopping centers del área metropolitana les presentaron a las autoridades de la ciudad de Buenos Aires y de la provincia de Buenos Aires su protocolo para volver a abrir sus puertas a partir del próximo sábado. En el sector son conscientes de que a esta altura se presenta como cada vez más difícil que finalmente el sector sea incluido en la lista de actividades esenciales, pero a la vez destacan que el margen para seguir cerrados se redujo cada vez más hasta llegar a un estado que no dudan en definir como "terminal".
En la industria destacan que su actividad no difiere a grandes rasgos de la situación que viven los comercios a la calle y los que trabajan dentro de las galerías,, que posiblemente ingresen en fase 3 en los próximos días. "La verdad es que no entendemos por qué pueden llegar a abrir los locales a la calle y las galerías y cuál es el pretexto para no abrir los shoppings. Nosotros tenemos posibilidad de controlar el aforo, la limpieza y el distanciamiento de forma más segura que una galería comercial", señaló Mario Niremberg, gerente general de la Cámara Argentina de Shopping Centers (CASC).
Niremberg aseguró que la situación por la que atraviesan los 44 shopping centers de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires es más que delicada. "Hace cuatro meses que los shoppings no están cobrando los alquileres, y en el caso de las expensas apenas el 20% de las marcas están al día, con lo cual el actual panorama es insostenible", señaló el dirigente empresario.
La propuesta que terminó de definir la Cámara de Shopping Centers a partir de los pedidos de las autoridades porteñas y provinciales incluye una serie de normas adaptadas a la nueva normalidad y que, en muchos casos, son replicadas de lo que se está haciendo en otros países.
Aforo limitado
Los shoppings inicialmente presentaron una propuesta para abrir con un aforo reducido, con un límite máximo de una persona por cada nueve metros cuadrados. Las autoridades porteñas les reclamaron un aforo menor y finalmente los grandes centros comerciales aceptaron restringir aun más el acceso a público hasta autoimponerse un máximo de un cliente cada quince metros cuadrados.
Horarios reducidos
Al menos en una primera etapa, los shoppings aceptaron la sugerencia de las autoridades para abrir a partir de las once de la mañana. Con esta medida se busca descongestionar el tráfico y los servicios públicos de transporte de manera de no coincidir con el horario de aperturas de las fábricas o los bancos.
Protocolos de seguridad
Se trata de uno de los puntos menos conflictivos y en los que hubo un acuerdo de inmediato. En su propuesta para volver a abrir a partir del sábado, los shoppings propusieron poner postas sanitarias en sus puertas de entrada para controlar la temperatura de todas las personas que ingresan al mall y para asegurar la provisión de alcohol en gel.
Sin permiso para viajar
El pedido de las autoridades fue claro en el sentido de que no quieren que los empleados de los shoppings y de los locales se trasladen en transporte público y que sean las propias empresas las que se encarguen de asegurar el traslado de los empleados de ida y de vuelta, sin utilizar colectivos o trenes.
Take away
Ante la imposibilidad de abrir normalmente, las autoridades porteñas están analizando que a partir del próximo sábado los shoppings funcionen únicamente para un servicio de take away, es decir, como punto de retiro de productos comprados anteriormente en forma online. En los shoppings sostienen que se trata de un paliativo que difícilmente alcance para evitar un descalabro mayor. "Con el take away no alcanza para mucho. Es apenas una aspirina para un enfermo terminal", asegura, en forma lapidaria, Niremberg.
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