Congelamiento: siguen las inspecciones y las empresas aceptan retrotraer precios al 1° de octubre
Los proveedores que estaban en una posición más intransigente dieron marcha atrás, aunque persiste la negociación por algunos productos que en la lista oficial figuran con valores de julio y agosto
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Sin mucho ruido ni incidentes hoy fue otro día de inspecciones y controles en los supermercados. La mayoría de las grandes cadenas volvieron a recibir la visita de inspectores municipales y representantes de movimientos sociales que se limitaron a tomar los precios de las góndolas y compararlos con la lista de productos congelados que difundió la Secretaría de Comercio. La principal novedad, sin embargo, no pasó tanto por las inspecciones sino por la decisión de las empresas fabricantes que se mostraban más duras en la negociación con el Gobierno y en las últimas horas empezaron a mandar nuevas listas con los precios retroactivos al 1° de octubre, cumpliendo así con el pedido de Roberto Feletti.
Según los supermercados, las empresas que se habían mostrado más intransigentes ante un congelamiento -en el Gobierno precisaban que se trataba de Arcor, Molinos Río de la Plata y Ledesma- empezaron a enviar a sus clientes nuevas listas con los precios retroactivos al 1° de octubre. Este punto era uno de los principales obstáculos en la negociación entre las empresas y el Gobierno, porque las primeras buscaban que quedaran firmes los aumentos que les había otorgado oficialmente y por escrito la anterior secretaria de Comercio, Paula Español.
La decisión, igualmente, no implica que el tema haya quedado completamente solucionado. En la lista de casi 1500 productos que difundió la Secretaría de Comercio figuran algunos precios que, según denuncian las empresas, son previos al 1° de octubre y corresponden a los acuerdos vigentes en julio o agosto. “El problema sigue siendo que la resolución 1050 fija algunos precios que son anteriores a octubre y todavía estamos viendo cómo se resuelve el tema”, explicaron en una empresa fabricante de alimentos.
Compás de espera
Al menos por ahora, la decisión de las empresas de retrotraer precios no fue acompañada por un cambio en los niveles de entrega ni una “cuotificación” de los envíos (cuando las empresas proveedoras deciden entregar menos cantidad de los productos que tienen un precio congelado). La única excepción continúa siendo el aceite de girasol, aunque los problemas en materia de faltantes con este producto venían desde antes de los anuncios de Feletti.
El gran interrogante que se abre ahora es por cuánto tiempo se asegurará el normal abastecimiento, ya que las empresas fabricantes se quejan de que sus costos continúan subiendo, con lo cual les resulta imposible mantener sus precios congelados por tres meses.
Del lado de los supermercados, saben que las empresas proveedoras buscarán alguna manera de compartir la pérdida de márgenes de venta que implica el congelamiento y son conscientes de que la batalla se librará en el campo de los descuentos y las promociones que negocian las dos partes y que terminan trasladándose al precio final que figura en la góndola.
Controles para todos
A la espera de sentarse a renegociar las condiciones, las cadenas están recibiendo las inspecciones de los municipios y las movimientos sociales, pero saben que la hora de la verdad llegará cuando lleguen los controles de la Secretaría de Comercio.
Por el momento, en las cadenas hablan de tres tipos de inspecciones. Por un lado, están las que son encabezadas en persona por los intendentes de municipios peronistas del conurbano. “Son las más tranquilas, viene el intendente se saca una foto controlando las góndolas y se van”, explicaron en una cadena.
Una segunda variante son las visitas de los inspectores municipales, que hacen un trabajo más preciso y en algunos levantan actas precisando los productos que no están cumpliendo con el congelamiento.
Y una tercera variante, son las visitas de los movimientos sociales, que en algunos casos terminaron con pintadas en las puertas de los supermercados, como sucedió el fin de semana en Hurlingham. “Los movimientos sociales toman los precios, pero no son ninguna autoridad para hacer una acta así que me imagino que se llevarán las muestras y las enviarán a las autoridades municipales”, explicaron en otra cadena.
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