Cómo ser el próximo gurú y otras mentiras tentadoras
Sin casi darnos cuenta caemos en el sesgo del sobreviviente. Nos concentramos en las personas o empresas que “triunfaron” y pasamos por alto a las que no, generalmente debido a su falta de visibilidad
- 3 minutos de lectura'
¿Querés ser el próximo Steve Jobs y crear la próxima Apple? Dejá la universidad y armá una oficinita con tus amigos en el garaje de la casa de tus padres. ¿Cuántas personas han seguido el modelo de Jobs y han fracasado? Nunca lo sabremos, porque nadie cuenta sobre ellos. Un error común que cometemos es concentrarnos en la vida de quienes consideramos gurúes y creer que en sus actos encontraremos la fórmula mágica. Desde copiar planes de negocio, hasta hacer dietas imposibles, desde tomar decisiones arriesgadas hasta someternos a baños helados a las 4am porque tal influencer logró su " “primer millón luego de hacerlos”. Sin casi darnos cuenta caemos en el sesgo del sobreviviente. Nos concentramos en las personas o empresas que “triunfaron” y pasamos por alto a las que no, generalmente debido a su falta de visibilidad. Entonces encontramos consejos magnificados desde las redes sociales basados en la biografía de Elon Musk o Roger Federer y las leemos como biblias de productividad y éxito.
En el bestseller El cisne negro: el impacto de lo altamente improbable, Nassim Taleb plantea el fenómeno de las «historias alternativas» y la «falacia narrativa» psicológica. Sobre las historias alternativas explica que si hemos oído hablar de los grandes generales e inventores de la historia, es simplemente porque asumieron riesgos considerables, junto con miles de otros, y tuvieron la suerte de ganar. Seguramente eran inteligentes, valientes, tenían la cultura más alta posible en su época, pero también la tenían miles de otros “que viven en las notas a pie de página mohosas de la historia”, dice. Con la falacia narrativa se refiere a nuestra capacidad limitada para analizar secuencias de hechos sin tejer una explicación en ellas o, equivalentemente, forzar un vínculo lógico, una flecha de relación, sobre ellas. Por ejemplo: Jobs usaba solo poleras negras, si las uso me va a ir bien. (suena ridículo, pero es más común de lo que parece).
Tres antídotos a tener a mano antes de embelesarnos y tratar de copiar éxitos ajenos: reconocer que lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra y que lo que hicieron no necesariamente explica todo su éxito. Existen contextos y otras variables además de sus repetidas anécdotas de perseverancia, trabajo duro y arriesgarlo todo a cualquier costo. Por cada Richard Branson, fundador del emporio empresario Virgin, hay cientos de miles de imitadores que intentaron lo mismo, y no lo lograron. Estudiarlos a ellos tendría tanto valor como estudiar a Branson si de entender qué funciona en los negocios (y que no) se refiere. Segundo, seamos escépticos con los gurúes individuales y los libros, podcasts u otros recursos que prometen darte la “respuesta” o la “fórmula " para alcanzar la riqueza, el éxito y la felicidad. No es por ahí. Apostemos menos a buscar causalidad y más a experiencias diversas, sin olvidar que la suerte, nuestras relaciones y actitud son fundamentales
Más leídas de Negocios
Editora ejecutiva del Pulitzer Center. Marina Walker Guevara: “Las audiencias valoran el periodismo de investigación y la vigilancia del poder”
La "rueda de la inercia". Cómo funciona la dinámica de moda para el crecimiento de los negocios basados en IA
Inversiones en viviendas y shoppings: IRSA apuesta al regreso del crédito hipotecario y a una inminente recuperación del consumo