Cómo robar como un artista
Muchas veces la búsqueda por hacer algo totalmente nuevo termina fomentando la parálisis en la acción más que la innovación
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Este año está cumpliendo una década el best seller de Austin Kleon, Cómo robar como un artista, y mientras su autor lo celebra con una reedición ampliada, sus máximas aún hoy son novedosas. La premisa central del libro es que no hay nada completamente original, por eso es importante empezar copiando para encontrar la voz propia y el estilo único en el camino.
La búsqueda de hacer algo totalmente nuevo fomenta la parálisis en la acción más que la exploración de las posibilidades con lo que tenemos a mano.
La originalidad total es improbable, aún la mayoría de las ideas más disruptivas tienen su génesis en algo anterior a ellas. Pero la mayoría de las innovaciones suelen ser consecuencia de mejoras, reversiones y adaptaciones de ideas y procesos existentes. Kleon argumenta que en nuestros días ya nada es completamente original y que cualquier propuesta, por diferente que parezca, es el resultado de muchas influencias que se han asimilado a lo largo de los años. Por eso, empezar copiando a otros puede ayudar a descubrir el aporte propio y el sello único que podemos aportar.
Para hacerlo propone también estudiar a fondo los modelos que elegimos emular. Averiguar lo que más se pueda sobre ellos, su intención inicial, mutaciones, dificultades, aciertos y cómo han evolucionado.
Por otra parte, también es importante, dice, crear cosas que necesitemos y nos gusten, esto nos llevará a perseguir insistentemente en el éxito y porque resulta más difícil pensar de manera creativa cómo resolver problemas que no sentimos propios.
Y, por favor, no esperen a las musas creativas. No hay peor manera de perder el tiempo que esperando un momento ideal para hacer algo, ese momento eureka de inspiración divina. Raramente encontraremos todas las condiciones ideales para crear o empezar un proyecto.
Desde ese mismo presente en el que estás, ahora mismo, empezar con las limitaciones existentes como lienzo en blanco. Una salvedad importante que en el libro de Kleon deja en claro: robar como un artista no es plagiar. Es copiar y hacerlo referenciando a quienes hemos aprendido, los lugares que nos han nutrido, poniendo en valor los caminos recorridos por otros para que ahora nosotros intentemos nuestro aporte singular. Es tomar algo prestado que valoramos y utilizarlo en la creación de nuestro propio concepto.
De hecho, si hoy estoy hablando de este libro es porque en la semana compartí un panel con la creativa publicitaria Fabiana Renault que lo mencionó mientras hablábamos con 150 jóvenes sobre cómo pensar sus carreras futuras y me motivó a releer sus páginas 10 años después. Robar como un artista, para encontrar la propia voz.
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