Cómo evitar el default personal. Tres estrategias para salir de las deudas
Muchas veces puede parecer parte de la solución. Otras ni siquiera se evalúa su objetivo y tantas otras es el único cable del cual echar mano. De un modo u otro, el alto nivel de endeudamiento es un problema que cada vez pesa más sobre las familias argentinas.
El aislamiento social preventivo agravó un panorama que venía gestándose a lo largo de dos años de economía contra las cuerdas e inflación erosionando los ingresos. El diagnóstico del Centro de Economía Regional y Experimental (CERX) revela que la deuda con bancos y tarjetas de crédito es la más abultada en términos nominales, pero que la no bancaria (servicios, impuestos, colegios, medicina prepaga) es la que más aceleró su crecimiento en los últimos meses.
El 57% de los hogares tiene alguna deuda bancaria y el 86% terminó junio con incumplimientos por fuera del sistema financiero. Radiografía en mano, lo importante es empezar a buscar herramientas y alternativas para ordenar las cuentas.
"Sin dudas, no todas las deudas tienen la misma importancia. El orden de prelación está dado por la tasa de interés que nos cuesta, la exigibilidad del pago y las consecuencias de no hacerlo", define de entrada Diego Dyszel, profesor del área Dirección Financiera y del programa online Finanzas Personales de IAE Business School.
El camino de salida requiere, ante todo, de una estrategia: poner blanco sobre negro qué se debe, a quién, cuánto pagamos en concepto de interés, si puede seguir difiriéndose el pago sin grandes perjuicios y si se pueden negociar con el acreedor o no.
"En primer lugar, deberían abordarse aquellas deudas cuya tasa de interés sea más alta, como por ejemplo, la financiación de la tarjeta de crédito. En estos momentos, existen créditos a tasas relativamente razonables otorgadas por bancos o incluso también, si uno tiene acceso al mercado de capitales tomaría un prestamos vía caución bursátil, para cancelar", deja como primer consejo Dyszel.
Hora de consolidar
Impuestos es un ítem que pesa mucho también dentro de las deudas familiares (el 54% está atrasado, según CERX). Y la moratoria será acá el salvavidas. Desde hace semanas está en análisis un proyecto por el cual se darían amplias facilidades para pagar en cuotas deudas impositivas y previsionales vencidas hasta el 30 de junio. Esto es para impuestos nacionales, luego habrá que ver si las provincias y los municipios toman caminos similares para inmobiliario, patentes y alumbrado barrido y limpieza (municipal). Pero más tarde o más temprano estos planes de auxilio llegan, con lo cual es el tipo de deuda que puede dejarse para el final.
Más complejo es el caso de servicios y medicina prepaga. Solo en pocos casos está limitado por decreto del Poder Ejecutivo el corte de la prestación. En el resto, la falta de pago habilita a dejar de prestar el servicio, con lo cual es un tema a analizar con atención.
"Con el fin de ordenar las deudas la alternativa es consolidar todo en un préstamo personal que por ejemplo, en el caso de quienes acreditan su sueldo en el banco, tiene una tasa preferencial y ocho años de plazo", explican desde ICBC.
Consolidar las deudas es un modo de ordenarse, y dar previsibilidad a la economía familiar. ¿Cuál es la ventaja?. En vez de tener muchos "micro acreedores" se tiene uno solo, ya no se siguen generando intereses y punitorios por las deudas viejas, y se sabe a ciencia cierta cuánto hay que destinar por mes para salir del endeudamiento.
Esto es muy útil, por ejemplo, para poder negociar una quita del capital adeudado o de intereses porque la empresa (colegio o medicina prepaga, por ejemplo) cobra toda la deuda junta, elimina ese riesgo de su balance, y el deudor sigue pagando las cuotas de su crédito.
Primero negociar
"Actualmente, se están negociando mejores condiciones fundamentalmente para el pago de deudas originadas pre Covid. Esto se debe a que las entidades acreedoras no perciben deudas que se hayan gestado en cuarentena porque por decreto del Banco Central, se postergaron los vencimientos", aporta Darío Palmero, director del Estudio Palmero de Berizan y Asociados (EPB&A), especialistas en cobranzas en etapa pre judicial. "El objetivo está puesto, en este momento en recuperar activos de deudas generadas pre covid-19 y las entidades financieras ofrecen condiciones notablemente más flexibles que las habituales"
Dyszel, del IAE, recomienda ser perseverante en la negociación. "Uno no debe perder la paciencia para negociar su situación personal de la mejor forma. En el contexto actual, cualquiera que tenga buena voluntad de honrar un pago, seguramente recibirá un trato benévolo en la negociación". "Si tuviera que ordenar mis deudas, creo que daría prioridad a la salud y a la educación, luego intentaría no tener deudas con servicios, ya sea, reduciendo el plan que tenga o consumiendo menos, porque las tasas son muy altas; y dejaría para el final, el pago de los distintos impuestos, dado que uno puede acogerse a una moratoria" , enumera didáctico.
"Educación y salud son necesidades primordiales y creo que hay alternativas para manejarlas. En el primer caso, pedir algún tipo de beca, un plan de pagos o, en el peor escenario, cambiar al chico de escuela por una pública que no tenga costo. Creo que se puede negociar con la institución, cómo se puede hacer frente a las obligaciones sin generar una carga importante, las escuelas quieren mantener la matrícula y estarán abiertas a hacer planes de pago razonables", sugiere Dyszel.
De la encuesta realizada por CERX surge que la mayoría de las familias tienen voluntad de salir de la situación. "El 61,8% sostiene que cuando se levante el aislamiento y se regularicen los ingresos destinará esos fondos prioritariamente a pagar deudas atrasadas, 16,2% a mayor consumo de bienes y servicios y 5,7% a mejorar la vivienda", desgrana Belén Gómez, directora regional NEA y agrega un dato: "prácticamente la mitad de esos hogares (44,9%) expresó temor a quedarse sin ingresos o empleo".
A la hora de decidir a quién pagar primero, juega también a quién se le debe. "Cuando hablamos de deudas no bancarias, hablamos de deudas para lo cotidiano, muchas de ellas contraídas con familiares, amigos o el almacenero de la esquina, y eso genera muchas preocupación en la gente, son deudas entre pares", dice Gómez.
Ganar en salud
Una vez logrado un plan a medida para salir del endeudamiento, lo importante será adquirir nuevos hábitos financieros para evitar una "recaída".
"El primer consejo es hacer un ejercicio simple de ingresos y egresos, distinguiendo que proporción del ingreso mensual se está destinando al pago de deudas. Suponiendo un ingreso estable, la porción destinada a financiar consumos no debiera superar un 25% del ingreso disponible mensual", explica Ezequiel Fanelli Evans, Product Owner Squad Personas de banco Galicia.
"Esto permite anticipar decisiones y evitar tomar deudas adicionales que compliquen la capacidad de repago futura", dice el ejecutivo
"Otro consejo es la planificación de nuevos gastos, buscando diferenciar en gastos recurrentes (supermercado, servicios mensuales) de gastos ocasionales (muebles, reparación del auto), recomendado siempre reservar el uso de la financiación solamente en aquellos que sean ocasionales. De otra forma, el beneficio será de corto plazo pero estaremos reduciendo capacidad de repago futura al financiar gastos recurrentes", finaliza Fanelli Evans.
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