Clásicos argentinos: las marcas Toddy y Zucoa tienen nuevo dueño
La empresa nacional Georgalos se quedó con la división de polvos chocolatados que tenía la multinacional Pepsico
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Toddy y Zucoa tienen nuevo dueño. El grupo Pepsico cerró la venta de su división de cacao en polvo en la Argentina que incluye a estas dos marcas y una fábrica en La Rioja. El comprador es la empresa nacional Georgalos y la operación incluye la línea de las galletitas Toddy.
Los nuevos dueños aseguraron la continuidad laboral de los trabajadores de Alimesa, la firma dueña de Toddy y Zucoa. La división de polvos chocolatados representaba menos del 3% de las ventas de la multinacional en el mercado local. En la multinacional ya habían adelantado a LA NACION su decisión de concentrarse localmente en las categorías consideradas como estratégicas, entre las que no figuraba este negocio.
Pepsico había puesto un pie en este mercado en 2008 con la compra en US$8,1 millones de las tres marcas y la planta riojana a Molinos Río de la Plata, que a su vez un año antes se la había comprado al grupo Química Estrella, en un paquete que también incluyó a arroz Gallo, el café Arlistán y la línea de algodones Estrella.
Nuevo negocio
La compra de las marcas representa para Georgalos ingresar en un nuevo negocio. El mercado de los polvos para diluir en el que ahora ingresa Georgalos está liderado por otra marca tradicional, como Nesquik, que pertenece a Nestlé. En la categoría también incursiona La Virginia, con su marca Chocolino, que se la compró a Arcor.
“Somos un grupo con presencia en el mercado argentino desde 1939. Hemos sido creadores de categorías de productos muy reconocidas”, destacaron en la empresa compradora.
Georgalos proyecta cerrar el año con una facturación de $8000 millones. Después de la venta de su marca principal, Mantecol, hoy el principal negocio de la empresa controlada por los descendientes de Miguel Georgalos -un inmigrante griego que llegó al país en 1939- pasa por las golosinas. La firma participa en este rubro con las marcas Flynn Paff, Nucrem, Namur, Full Maní y Tokke entre otras.
“La nueva ley de etiquetado frontal seguramente nos va a impactar, pero creemos que va a pasar lo que se dió en Chile, donde primero hubo una caída del consumo de algunas categorías, pero dos años después las ventas se habían recuperado a los mismos niveles”, explicó Guillermo Rimoldi, CEO de Georgalos.
Fenómeno espontáneo
La marca Toddy nació en Puerto Rico en la década del ‘30 y llegó a la Argentina unos años después, de la mano de un importador. En los ‘50 vivió su primer momento de gloria, aunque hace muy poco tiempo volvió a ponerse de moda de la mano de una inédita campaña de marketing en las redes sociales. Hace siete años, y sin invertir un peso en publicidad, la línea de galletitas controlada por Pepsico superó todas las proyecciones de ventas que se habían impuesto en la propia empresa, al punto de quedarse sin stock a las pocas semanas de su llegada a los quioscos.
Las galletitas habían sido lanzadas unos meses antes en forma casi silenciosa en enero de este año, con el objetivo de competir contra las líderes Pepitos, del grupo Kraft Foods. De entrada, anduvieron tan bien que se rompieron los stocks y de un día para el otro la falta de producto desató una verdadera histeria, especialmente en la web. En Twitter, los flamantes consumidores se cansaron de exigir el regreso del producto. Los que tenían suerte de probarlas o encontrarlas, inmediatamente relataban el evento con hashtags como #sueñocumplido, #orgasmoinstantáneo, o frases como “ya puedo morir en paz”. El éxito de la campaña fue tan grande que ese año la Asociación Argentina de Marketing eligió a Toddy como el lanzamiento más importante de 2013.
Clásico de las meriendas
Por su parte, Zucoa también cuenta con un pasado importante. La marca nació de la mano de Noel, uno de los principales grupos de alimentos de la Argentina en las décadas de los ‘70 y ‘80. Uno de los dueños de la empresa, Martín Benito Noel, fue el responsable de la llegada de Diego Maradona a Boca, cuando en 1981 concretó la compra del juvenil que la venía rompiendo en Argentinos Juniors.
Para esa misma época, las marcas de alimentos del grupo estaban entre las más consumidas por los hogares argentinos y también tenían una presencia muy importante en la tanda de televisión. En el caso de Zucoa, el aviso más recordado era el trencito con la chocolatada y una pegadiza canción que repetía el jingle “Zuc,Zuc, Zucoa de Noel, en cada chico estación”.
Cuando Noel empezó a tener problemas económicos, tras la devaluación de 1982, la empresa empezó a desprenderse de varias marcas y finalmente la compañía terminó en manos del grupo Romero, los actuales dueños de la fábrica de alfajores y galletitas Nevares. En el caso puntual de Zucoa, la marca pasó a manos de la Corporación General de Alimentos y después se vendió a Molinos hasta llegar a Pepsico, aunque todo indica que ahora volverá a cambiar de manos.
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