Christel Bories: “Teníamos potencial para participar en la transición energética y pusimos como prioridad el litio”
La CEO de Eramet visitó la Argentina para la inauguración de la primera planta de litio en Salta; estimó que tendrá un impacto financiero de US$3000 millones en los próximos 20 años; y vaticinó la construcción de otras dos plantas, condicionadas al RIGI
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Según datos exhibidos por organismos internacionales, el porcentaje de mujeres en los escritorios principales de las empresas se ubica entre el 5% y el 7%, mientras que la tasa de participación en el sector minero ronda entre el 5% y el 15% en distintos países. En este contexto, lo que logró Christel Bories es una rareza.
Graduada de economista, Bories se desempeñó en roles directivos y de consultoría en empresas vinculadas a los sectores metalúrgicos y del aluminio hasta que, en 2017, ingresó como CEO en el grupo francés Eramet y le imprimió su mirada. “La industria combina desafíos internacionales, geopolíticos, económicos, sociales y ambientales, y el impacto positivo que podemos generar sobre las comunidades es enorme: llevamos a comunidades remotas no solo empleo, sino también bienestar, educación, infraestructura y apoyo económico. Desde mis inicios, puse la responsabilidad social empresaria en el centro del modelo de negocio”, señaló Bories a LA NACION durante su estadía en la Argentina.
La ejecutiva de origen francés visitó el país en el marco de lo que definió como “un paso clave para la empresa”, en línea con un reposicionamiento estratégico impulsado desde el arranque de su gestión. “Éramos muy fuertes en níquel, arenas y metales, que contribuyen al desarrollo de la economía en todo el mundo, pero descubrí que teníamos potencial para participar en la transición energética y pusimos como prioridad el litio. Así, ahora nos convertimos en la primera empresa europea en producir litio a escala industrial”, remarcó.
Este miércoles, la compañía cortó las cintas de la primera planta que comenzará a producir carbonato de litio en la provincia de Salta -la cuarta en el país-. La misma es operada por Eramine Sudamérica, firma creada por Eramet (50,1%) y por la siderúrgica china Tsingshan (49,9%),
El proyecto está ubicado a 4000 metros de altura en la zona del salar Centenario Ratones, perteneciente al departamento de Los Andes. El mismo está emplazado a 75 kilómetros de la comunidad de Santa Rosa de los Pastos Grandes, conformada por alrededor de 300 habitantes, en las cercanías de San Antonio de los Cobres.
“Esta es una planta técnica, porque abarca desde la extracción hasta la disposición de un producto final sofisticado, que será directamente destinado a la fabricación de baterías”, explicó Boris. Tras la puesta en servicio, la firma prevé iniciar la producción en noviembre, mientras que para 2025 y hacia el final de su curva de crecimiento, apunta a escalar a 24.000 toneladas al año. La planta, cuya producción será destinada 100% a la exportación y será absorbida por sus mismos accionistas, tiene una vida útil proyectada de 40 años.
Dos nuevas plantas y US$3000 millones a 20 años
Desde el inicio del proyecto, 12 años atrás, Eramine Sudamérica lleva invertidos alrededor de US$870 millones. De esa suma, US$500 millones fueron inyectados al mercado argentino.
“Tuvimos muchos problemas meteorológicos, por lo que los plazos de la obra se extendieron y el CAPEX (Capital Expenditure) resultó un poco más elevado de lo esperado. Creamos 2400 posiciones de trabajo para su puesta en marcha, y estimamos cerca 350 empleos directos y otros 1200 indirectos para su operación”, explicó Boris. A su vez, de acuerdo con la ejecutiva, la planta tendrá un impacto financiero cercano a US$160 millones al año, lo que se traduce en US$3000 millones a 20 años en la Argentina.
Frente al potencial de los recursos -15 millones de toneladas de litio certificadas- la ejecutiva confirmó los planes de levantar una segunda planta al norte del Salar. La misma demandaría un desembolso adicional de US$800 millones y tendría una capacidad productiva superior a 30.000 toneladas al año. Sin embargo, aclaró dos condicionamientos: “Estamos esperando el permiso, a la vez que el nuevo estatus de los proyectos en Argentina [Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones -RIGI-], que mejorará las condiciones económicas para la construcción de este tipo de plantas”. A este se suma, además, el proyecto de una tercera usina, en estado incipiente.
Pieza clave para la transición energética
La industria del litio quedó en el centro de la escena en los últimos años, a raíz de su papel en los planes de transición energética impulsados por diferentes gobiernos a nivel global y la tendencia hacia la electromovilidad. Es que el litio es uno de los recursos necesarios para la fabricación de baterías que facilitan el almacenamiento y el transporte de la electricidad. “Todas las baterías que hoy se comercializan tienen litio. La demanda se ha multiplicado por cuatro desde 2020, y la previsión es que esta se duplique cada cinco años durante los próximos 15 años”, afirmó Boris.
En la otra vereda, poniendo la lupa sobre la oferta, Boris distinguió entre dos categorías de litio: aquel extraído de salmueras -especialmente en la Argentina, Chile y Bolivia-, y aquel extraído de roca dura, principalmente en Australia y en África. Y aclaró: “El método basado en las salmueras es mucho más competitivo. La ventaja que tenemos en Salta, entonces, es que con la tecnología adecuada se puede extraer a un costo muy bajo, pero también con un menor impacto ambiental”.
La nueva planta de Eramine Sudamérica se diferencia de las otras tres instaladas en el país por su proceso productivo: el mismo está basado en el método de extracción directa, que le permite alcanzar un rendimiento superior al 90%. En tanto, los proyectos convencionales están basados en la utilización de piletas para la evaporación en la salmuera, con un rendimiento que gira en torno del 40% y del 60%.
Actualmente, el mapa del litio en la Argentina incluye a otras dos plantas en producción en Jujuy: uno en el Salar de Olaroz, operado por Arcadium Lithium (firma creada este año tras la fusión de la estadounidense Livent y la australiana Allkem); y otra en Cauchari-Olaroz, de la minera Exar, una compañía argentina conformada por Ganfeng Lithium, Lithium Argentina y Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado. Y a estas se suma una tercera en Catamarca, en el Salar del Hombre Muerto, operado también por Arcadium Lithium. Además, de acuerdo con datos del Ministerio de Economía con corte a diciembre de 2023, hay un total de 49 proyectos de extracción de litio en el país.
De acuerdo con datos de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), la Argentina es el segundo país con mayores recursos de litio y el cuarto productor mundial después de Australia, China y Chile. A su vez, a pesar de la baja en el precio del litio registrada desde diciembre del año pasado, desde el sector sostienen perspectivas positivas y proyectan inversiones por más de US$5000 millones en los próximos años.
Bajo la cartera de Eramet, se ubica un proyecto en fase de exploración en el salar de Arizaro. A nivel global, la firma también avanza sobre una iniciativa en la región de Atacama, en Chile, y un proyecto en el noreste de Francia, apoyado sobre salmueras geotérmicas.
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