Oxígeno. El casco con impronta argentina que se hizo conocido en la pandemia
CORDOBA.- Los cascos de oxígenos fueron muy utilizados en Italia en el peor momento de la pandemia de coronavirus. En la Argentina fueron autorizados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) a fines de junio. Sólo los fabrica Ecleris –una empresa de Buenos Aires con trayectoria en instrumental médico y estético- que ya vendió 1850 (1200 fueron entregados y 650 se distribuyen en estos días). La demanda es tanto de instituciones públicas y privadas, son más económicos que los respiradores y evitan la intubación del paciente.
"Al comienzo había resistencia porque la tecnología no era muy conocida, pero los resultados convencieron igual y, además, con el aumento de casos de Covid-19 en algunas localidades el sistema de terapias intensivas se saturó y los cascos son una alternativa útil. Otro punto es la escasez de recursos humanos en terapias, todavía más difícil de suplir", explica a LA NACION Marcos Ledesma, médico y uno de los directores de Ecleris.
Un día de terapia cuesta en promedio unos $100.000 y un casco, que incluye kits de descartables, en promedio entre $70.000 y $80.000. La fábrica está en Villa Martelli, trabajan 50 personas y, una vez que la pandemia empiece a ceder, continuarán produciéndolos. "La tecnología llegó para quedarse porque sirve para otras enfermedades infecciosas pulmonares; sabemos que hay otros proyectos en análisis, pero por ahora somos los únicos que producimos", apunta Ledesma.
Los cascos son un sistema de ventilación no invasiva que reemplaza en muchos casos el uso de respiradores mecánicos; el desarrollo lo hizo Ecleris en colaboración con equipos médicos de hospitales públicos nacionales.
En la Ciudad de Buenos Aires están en el Hospital Fernández y los sanatorios De la Trinidad, Alemán, Italiano, De la Trinidad y Finochietto, entre otros. En la provincia de Buenos Aires en los hospitales Néstor Kirchner, de Florencio Varela, y Austral, de Pilar, además de centros médicos de La Plata, Olavarría y Mar del Plata, entre otros.
Ledesma apunta que empezaron a tener pedidos de gobiernos provinciales "por la capacidad del casco de multiplicar la capacidad del sistema sanitario". Jujuy ya tiene 200 en funcionamiento; Río Negro compró 100; también lo hicieron Mendoza, Santiago del Estero, Tucumán, Salta y La Rioja.
Los cascos son similares a una escafandra, transparentes, y permiten inyectar el oxígeno con una presión superior, lo que genera un efecto benéfico en los alvéolos pulmonares, que en muchos casos colapsan por el efecto del Covid 19. También evitan la dispersión del virus a través del aire expirado por el paciente, ya que cuentan con un filtro viral y bacteriológico. "Con otros sistemas de oxigenación esa dispersión existe, y es causa de muchos casos de enfermedad en médicos y enfermeros", indica Ledesma.
Los cascos de Ecleris, a diferencia de los empleados en Italia, son reutilizables. La empresa tiene 20 años en el mercado fabricando equipamiento médico especializado en otorrinolaringología, ginecología, odontología, endoscopia y medicina estética. Exporta el 70% de su producción. "El desarrollo del casco fue casi por accidente –describe Ledesma-. Uno de los socios tuvo coronavirus al inicio de la pandemia y desde su aislamiento pedía que le consiguieran un casco porque no le estaban resultando las diferentes formas de suministro de oxígeno que le suministraban e iba a ser intubado. No había nada disponible por la demanda; ahí pensamos en hacerlo", recuerdan.
RESPIRADORES
A mediados de agosto las dos fábricas de respiradores que existen en la Argentina -Tecme SA y Leistung SA, ambas instaladas en Córdoba- recibieron la autorización del Gobierno nacional para volver a exportar y a vender a clientes internos diferentes. Desde fines de marzo, cuando Nación concentró las compras, se adquirieron 3650 equipos para abastecer a hospitales púbicos de todo el país.
"Hemos vuelto a exportar y en el mercado interno estamos atendiendo alguna demanda de provincias y de privados. Seguimos trabajando al mismo ritmo", indican desde Tecme a LA NACION. La empresa fue fundada en 1966 por un médico experto en cirugías de tórax e intensivista. Había llegado de Estados Unidos y empezó a desarrollar respiradores algo más complejos que los que existían en el país. Hoy trabaja la tercera generación familiar: cuenta con una planta en Córdoba y otra en Atlanta, Estados Unidos, que abrió para llegar a nuevos mercados. Fuera de la crisis del coronavirus, concentra el 80% del mercado nacional y llegan a múltiples destinos internacionales.
Leistung espera ahora exportar alrededor del 40% de su producción, unas 800 unidades anuales. Ya vendieron de manera directa a Brasil, Bolivia, Colombia y El Salvador unos 200 respiradores. En Córdoba algunas autopartistas se reconvirtieron para ser proveedoras de las dos fabricantes.
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