Alquileres de verano: comienza la temporada alta de estafas
En los meses previos al verano se multiplican los riesgos de sufrir de fraude a la hora de cerrar un contrato de locación
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El tradicional incremento de la demanda de alquileres temporales en la Costa Atlántica en el último trimestre multiplica todos los años los riesgos de estafas. Sin embargo, este tipo de maniobras pueden reducirse recurriendo a todo tipo de herramientas, desde la participación de inmobiliarias hasta la celebración de contratos o limitando las búsquedas a plataformas y apps seguras.
De la mano del cepo y las restricciones para acceder a los dólares, en el último tiempo las rentas turísticas cobraron nuevos bríos, con una ola de renovación que abarcó desde los requerimientos de servicios hasta la modalidad de contratación.
En el sector destacan que el crecimiento de la demanda es acompañado por un disparo de la demanda de alquileres en la costa a partir de agosto, lo que se traduce no solo en la dificultad para conseguir buenos lugares de alojamiento, sino también en un mayor riesgo de ser estafado. “En las últimas temporadas, el éxito del turismo interno fue tan importante que dificultó conseguir buenas casas para el verano. Por eso los inquilinos se adelantan cada vez más a reservar”, señaló Ricardo Bullrich, gerente comercial de El Salvaje Chacras Marítimas.
Los riesgos crecen además en un mercado inmobiliario como el local donde, según los expertos, las reglas se cumplen en el 70 u 80% de los casos. “Cuando se contrata de forma particular, existe el riesgo de llevarse sorpresas. Mejor es hacerlo por medio de profesionales matriculados de la zona”, sugirió Guillermo Rossi, presidente del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Mar del Plata.
Alquilar a través de agencias de bienes raíces ayuda a disipar dificultades. La participación de profesionales sirve para garantizar que del otro lado existan un dueño y un alojamiento reales, y con todos los papeles en regla. Sin embargo, en la industria alertan que en el último tiempo proliferaron los martilleros falsos en la web.
“Gente inescrupulosa bajó fotos de viviendas de los sitios de las inmobiliarias para ofrecerlos como propietarios directos”, observó Claudia Liscio, vocal del Centro Profesional de Martilleros y Corredores Públicos de Pinamar.
Controlar registros
Debido a esas situaciones, solo conviene trabajar con agencias registradas en la agrupación profesional zonal. “En nuestro caso, estamos diseñando además un portal para que el turista pueda actuar con los profesionales de la institución directamente”, comentó Guillermo Rossi.
Cabe recordar que el contar con un establecimiento de bienes raíces local es un respaldo para solucionar, durante la estadía, cualquier inconveniente o desperfecto en la propiedad. Por lo común, los propietarios firman un contrato de exclusividad con una inmobiliaria. No existe, no obstante, unanimidad en todos los partidos de la costa bonaerense. “Cada profesional maneja la situación de acuerdo a sus principios. Se puede, por ejemplo, trabajar de modo mancomunado con el dueño. El objetivo es lograr cubrir el 100% de las ofertas en la temporada”, agregó Christian Cobibbo, vicepresidente del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Dolores, que agrupa a los centros del sector en la Costa Atlántica.
Igualmente, es esencial firmar un contrato de renta temporaria. Es una protección tanto para los locadores como para los turistas. Debe realizarlo un profesional inmobiliario matriculado. Un dato poco conocido: debe suscribirlo el propietario de la vivienda o su apoderado. A cambio de toda su labor, la inmobiliaria percibe una comisión de parte del propietario, que equivale al 10% del total de la renta.
Mientras tanto, si es una transacción por dueño directo, es ideal intercambiar datos personales. “Otra opción para estos casos es visitar la vivienda antes de rentarla. Se puede hacer si los interesados cuentan con tiempo. Pero, a veces, no se justifica. Muchos toman vacaciones cortas. Gracias a Internet, se puede conseguir información y fotografía”, marcó Ricardo Bullrich.
Es central resaltar que los estafadores reúnen todo tipo de antecedentes sobre el alojamiento para simular un anuncio de alquiler temporario. Por esta razón conviene verificar que la propiedad cuenta con una web o esté publicado en una plataforma de rentas turísticas o similares. Incluso, pueden llegar a ofrecer fotos y comentarios reales de los huéspedes.
Modalidades de reserva
Antes de realizar el contrato, se debe reservar el alojamiento. Esto puede implicar un desembolso de entre el 30% y 50% del total. En algunos casos, se firma el convenio y se abona el resto a los 20 o 30 días de señar la propiedad. En otras oportunidades, se termina de efectivizar al momento de tomar posesión.
Una vez pagado, el propietario debe emitir una factura digital de la AFIP. En este sentido, hay que recordar que los alquileres son deducibles de la base del impuesto a las ganancias. “Instrumentar eso queda en el propietario con su contador. En la mayoría de los casos, los contratos son recibo suficiente de pago”, indicó Liscio quien es también corredora pública de Santamarina Propiedades.
Últimamente, creció el atractivo de las webs, aplicaciones y grupos de redes sociales de renta temporaria, que ofrecen como principal atractivo el contacto directo entre huéspedes y dueños. Entre esos sitios los más conocidos son los que cotizan en dólares (Airbnb). A nivel local existen dos alternativas en pesos: Alquiler Argentina (empresa de Villa Carlos Paz) y Alohar.me (de Mar del Plata)
En todos los casos por utilizar esos servicios el locador paga una comisión de entre el 6% y 20%. Incluso, algunos cobran solo la reserva y después se acuerda el modo de cancelación. “Un punto interesante es que cuando se contrata alguna de esas alternativas, el pago por los medios de esa página funcionen como un contrato”, señaló el gerente Comercial de El Salvaje.
En esa línea se encuentran, los avisos en Mercado Pago, que también ofrece la posibilidad de usar su plataforma de pagos.
Puntos débiles
Una de las falencias del mercado es que muy pocas inmobiliarias o propietarios brindan pagos electrónicos y con tarjetas. “Esta falencia favorece la proliferación de este tipo de plataformas. Estos sitios lo brindan con excelentes resultados”, puntualizó el vicepresidente del Colegio de Martilleros de Dolores.
Algunos de los cuidados y recaudos a tener en cuenta son:
*Recelar de los anuncios mal redactados, con faltas de ortografía y con precios demasiados bajos. “Me parece importante hacer énfasis en el último punto. Se debe desconfiar de las publicaciones cuyos valores son una ‘superoferta’. No existen los precios regalados. Y, como dice el refrán, lo barato sale caro”, recalcó Cobibbo.
• Firmar siempre un contrato para evitar la informalidad.
• Leer las reseñas de otros huéspedes reales en la página web o perfiles de redes sociales del emprendimiento. Desconfiar si el anunciante no puede ofrecerlas o son recomendados por colegas en Facebook.
• Buscar referencias del dueño.
• Transaccionar solo en sitios cuya URL contengan las siglas https. La “s” garantiza la seguridad del sitio.
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