Alfabetización en futuros: la habilidad estrella para navegar en la incertidumbre
A la hora de contratar talento, las empresas demandan de los candidatos una capacidad para romper con los paradigmas e imaginar nuevos contextos
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Hace un año Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional, reconoció en una entrevista que “estamos pasando de un mundo de relativa previsibilidad, a un mundo con más fragilidad”. Mayor incertidumbre, mayor volatilidad económica, confrontaciones geopolíticas y desastres naturales devastadores son cada vez más frecuentes mientras que “cualquier país puede perder su rumbo más fácilmente”, destacó.
En el mismo sentido, la Unesco describe la percepción del futuro como más incierta que nunca. “El cambio climático, las pandemias, la crisis económica, la exclusión social, el racismo, la opresión de las mujeres, los conflictos intergeneracionales y más, destruyen las imágenes convencionales del futuro que los humanos utilizan para planificar, sentirse seguros, tener la confianza suficiente para invertir en el mañana”, destaca la organización en su blog.
Panorama incierto
Si a esto se le suma la variable de las constantes innovaciones tecnológicas disruptivas, el panorama parece aún más fuera de control. El impacto en las empresas es evidente: de acuerdo con PWC, casi el 40% de los directores ejecutivos no creen que sus empresas serán económicamente viables dentro de una década si continúan por su camino actual y no se transforman. Las investigaciones también muestran que 7 de cada 10 no están preparadas para el ritmo del cambio dentro y alrededor de su industria.
En este contexto, si lo que se quiere es abordar los desafíos transformacionales del presente y de las próximas décadas, se hace necesario repensar profundamente cómo se captura, crea y distribuye valor. De esta manera, metodologías como la prospectiva o el diseño de futuros ofrecen un conjunto de enfoques que ayudan a explorar, imaginar y anticipar el futuro de una manera abierta pero a la vez, estructurada. En entornos llenos de incógnitas, pueden contribuir a identificar y explorar desafíos y oportunidades que surgen de múltiples señales.
“En Diseño de Futuros solemos mirar a cinco, diez años y especular cómo las cosas podrían ser y pensar qué futuro queremos y cual no queremos. Es una disciplina que nos lleva al futuro para que salgamos de la zona de confort en el presente. Y más allá de ser una fuente de creatividad para innovar, se convierte en una herramienta clave para redefinir estrategia de negocios. Con el avance acelerado de la tecnología es imperioso que empecemos a pensar en los problemas y oportunidades futuras, y abrazar la oportunidad que nos da un mundo VICA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) para crear nuevas realidades”, destaca Ángeles Cortesi, especialista en la metodología de Diseño de Futuros y directora del Global Learning Innovation Hub en Unicef.
La habilidad de ver más allá
Prepararse para un futuro incierto, implica buscar imágenes del futuro que principalmente se liberen de paradigmas restrictivos. Los marcos mentales, culturales y sociales plenos de sesgos y condicionamientos muchas veces limitan la capacidad para imaginar fuera de paradigmas predefinidos.
El concepto de “alfabetización en futuros” (futures literacy, en inglés) aparece con la nueva gran aptitud, incluso la Unesco señala que “debería considerarse tan esencial como otras formas de alfabetización en el lugar de trabajo”. La organización define el término como una habilidad que permite a las personas “comprender mejor el papel del futuro en todo lo que ven y hacen”.
De lo que se trata es de potenciar la imaginación y mejorar la capacidad de pivotar y trazar nuevos rumbos posibles a medida que se producen los cambios. “Implica dejar el ego de lado, porque solo construimos futuros alternativos preferibles, cuando podemos ser todas las mentes y ninguna a la vez”, destaca Cortesi.
Nuevas habilidades
La estratega, investigadora y experta en prospectiva Lydia Caldana cree que las empresas y marcas tendrán que incorporar a su personal a pensadores y creadores del futuro en todas las áreas y puestos. “La alfabetización del futuro se convertirá en una de las habilidades interpersonales más importantes para los profesionales de cualquier área. Sólo a través de la alfabetización futura a personas de recursos humanos, TI, servicio al cliente, contabilidad, gestión, legal, operaciones, compras/abastecimiento, etc., la empresa en su conjunto podrá crear y concebir una visión a largo plazo de su negocio y actuar en consecuencia”, puntualiza.
La prospectiva en este sentido, debería ir más allá del marketing y la I+D para dar a las personas autonomía intelectual, toma de decisiones informada y herramientas para asumir riesgos y transformar el futuro.
Camille Oudinot, líder de UX en Peppermint Company, señala que los negocios –al menos en lo que refiere a UX y diseño de experiencias– ha habido mucho más foco en eliminar fricciones “pero se olvida de maravillar a los usuarios”. “¿Qué más maravilloso que poder imaginar nuevas interacciones y necesidades que aún ni ellos pueden articular?”, se pregunta. Ahí es donde son necesarios profesionales capacitados para interpretar señales que pueden ser decodificadas como imposibles o ridículas, pero ignorarlas sería tirar gran parte de la estrategia de un producto, servicio o empresa a la basura. “Lo más difícil es transformar todas esas señales en información accionable para la empresa”, enfatiza.
De lo que se trata, en definitiva, es de elegir cómo responder a los contextos plagados de incógnitas. Con perspectivas alternativas, las personas innovan y diversifican sus opciones.
Unesco alienta a anclarse en la “alfabetización en futuros” como el gran aliado del talento en pos de escapar a las narrativas dominantes sobre el futuro y abrazar nuevas posibilidades de acción más allá de lo real o posible.
“Al integrar una perspectiva a largo plazo, las personas aprenden a utilizar el futuro para ver el presente de forma nueva. Este proceso crea una apreciación por el cambio, lo que conduce a un mayor grado de comodidad con la incertidumbre”, concluyen.
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